Los días de Alejandro Vergara se reparten entre su departamento en Valencia, España, visitas a granjas de cerdos y vacas, recorridos por sembríos de champiñones y reuniones con productores de materias primas -como trigo o soya- o con su equipo de trabajo. Este ecuatoriano de 28 años se define como un ingeniero ambiental que emprende en el sector agrícola y que genera soluciones sostenibles.
Con estudios en Estados Unidos, Irlanda, España y Suecia, este aspirante a PhD tiene el espíritu de los emprendedores y trabaja para reducir la huella de carbono de la industria láctea, la producción de cerdos, los cultivos de champiñones y de materias primas de alta demanda a escala global.
¿Qué tan difícil es innovar en el mundo agrícola? Vergara dice que es no es sencillo. “La parte social es muy complicada porque los agricultores no tienen mucho margen para hacer inversiones y las prácticas agrícolas no son muy innovadoras, estas se llevan igual desde hace 60 o más años. Es complicado traer nuevas prácticas en un sistema que no acepta mucho la innovación. Pasa igual en Europa y el resto del mundo”, responde en una entrevista a distancia.
Para empezar a cambiar esa realidad del mundo agro, Vergara decidió hacer que las cosas pasen. Junto a un socio fundó Carbon Harvesters en Dublin, la capital irlandesa, en enero de 2021. Este investigador ecuatoriano vivió durante tres años en Irlanda y acaba de mudarse a España hace pocas semanas; también está cursando un PhD en University College Dublin. “Estoy finalizando mi doctorado en análisis de ciclo de vida para un sistema lácteo. Es una metodología para contabilizar el impacto ambiental de un producto. Es poner un número en la huella de carbono y la meta de este proyecto es producir el primer litro de leche con cero emisiones de carbono”.
¿Cómo se descarboniza el sector agrícola? Vergara pone tres ejemplos: En el sector lácteo se utilizan aditivos anti-metanogénicos para controlar la emisión de metano, se reemplazan fertilizantes químicos con especias ricas en nitrógeno, se enmiendan químicamente los purines o abonos que aportan nutrientes, se utilizan balanceados nativos, etc. En la producción de cerdos el proceso también implica utilizar balanceado nativo de la región, se reduce el consumo de balanceados, también se enmienda químicamente los purines, se buscan balanceados que no tengan su origen en la deforestación. Y en la producción de champiñones la 'descarbonización' se da reutilizando el compostaje, reutilizando electricidad y calor, entre otros procesos.
En este camino, Carbon Harvesters es la piedra angular. La empresa comenzó de manera rudimentaria, con unas dispositivas de Powerpoint y un par de modelos en Excel para tratar de convencer a la gente. “Luego desarrollamos un software y lo vendemos como un servicio a los clientes". Mientras la empresa crece, Vergara elaboró un proyecto como parte de su doctorado y obtuvo dos millones de parte del gobierno irlandés. Esos recursos le han permitido a este ecuatoriano avanzar con su investigación académica; el siguiente paso será sacar licencias.
Hasta el momento esta agrotech suma 12 clientes en Irlanda y España, ya registra ingresos, pero necesita más recursos por lo que va a participar en una ronda ronda de inversión a finales de año. “Con los recursos que recibimos del Gobierno de Irlanda se han financiado los productos que estamos licenciando, así como talleres para granjeros y estrategias de investigación”. A más de los cofundadores, la empresa cuenta con un equipo integrado por tres estudiantes de masterado, uno de doctorado, contadores externos y asesores legales que cuidan de los pasos que va dando este emprendimiento. Además Carbon Harvesters trabaja con Microsoft en la parte tecnológica.
Vergara ya ha logrado avances. En menos de tres años descarbonizó en un 22 % los procesos en una granja de lácteos. “Tracé modelos y descubrí que había un impacto ambiental y económico, pero no sabía si el granjero estaba consciente de eso. Me di cuenta de que la medición de la huella de carbono en el sector lácteo es altamente ineficiente, se requieren muchos datos de parte del granjero y en la mayoría de casos no se evalúa el proceso. Con mi socio vimos una necesidad en el mercado y el potencial de descarbonizar la industria. Desarrollamos una herramienta, un modelo de negocios y empezamos a hablar con potenciales clientes, buscamos certificaciones y cocreamos plataformas”.
¿Científico o emprendedor? Vergara dice que combina varias facetas. “Siempre hay desafíos para llevar la soluciones que crea la academia al mercado. Me gusta conectar la academia con la industria mediante la parte científica”. Este ecuatoriano que entrena para una maratón y toma clases de voleibol playero reconoce que la desconexión entre la academia y la empresa privada pasa en todo el mundo. “En la Unión Europea ahora se generan proyectos y la universidad pide que participe la empresa privada para que desde el inicio se sepa lo que se necesita, pero siempre hay agendas diferentes. El reto es empatar los interese de las dos partes y en nuestro caso hemos tenido socios muy buenos”.
Los próximos pasos de Carbon Harvesters son llegara nuevos mercados con sus soluciones sostenibles. Australia, Nueva Zelanda e Indonesia están en el radar de esta agrotech, cuenta este ecuatoriano que se mira en el futuro solucionando desafíos y generando políticas públicas en el tema de 'descarbonización'. “Espero sumar experiencia y ser una voz”. (I)