Es corto de palabras, aunque ilimitado en imaginación y sonrisas. No deja de hacerlo cada vez que habla sobre su trabajo que, para él, en realidad no es un trabajo sino una diversión. Es Orlando Pachacama, un diseñador gráfico, graduado en la Universidad Técnica de Cotopaxi, fanático del cine de ficción y de los efectos visuales. De hecho, tras culminar sus estudios universitarios se dedicó a auto educarse en la post-producción cinematográfica, especializándose por cuenta propia en el arte de poner texturas en los elementos gráficos de las películas.
Nacido en Quito, pero residente permanente de Pujilí, este profesional de 31 años se ha ido poco a poco abriendo paso en una industria altamente competitiva a escala mundial. En materia de efectos visuales hay muchas ramas, pero él se dedicó a ser Matte Painting y Environment Artist, es decir, que, entre otras cosas, genera ambientes digitales con herramientas 2D y 3D. “Cuando graban las pelis lo hacen en tela azul o verde, una persona borra eso y yo soy el que pongo el fondo", explica.
A través de cursos por Internet fue capacitándose. En el 2015 se inscribió en un curso y tuvo la suerte de conocer a quien considera su tutor: el mexicano Jaime Jasso, considerado una eminencia en los efectos visuales y de videojuegos y que ha participado en súper producciones como Los Vengadores, Star Wars, Avatar y El Aro. “Me dio unas clases y unos talleres, aprendí muchas cosas de él y me impactó, así que me dije 'yo quiero hacer lo que él hace'. Y así empezó todo”.
Una mañana, en el 2017, Pachacama subió un trabajo a la red Linkedin, lo que provocó que lo contactaran del estudio mexicano Ollin VFX, que se encargó de los efectos de películas como Deadpool, X-Men y El curioso caso de Benjamin Button. “Me dijeron 'oye, me gusta tu trabajo y quiero ver si estás disponible para una oportunidad'. Revisé quiénes eran y dije 'de una'. Me fui a trabajar en México, por un año, con las películas Jumanji: Welcome to the jungle, Bright y Achoura, una cinta china de terror/fantasía. Logré cumplir un sueño, pero no niego, tenía mucho miedo cuando me fui. Yo sé que tengo mi nivel, sé mucho más que otras personas, pero llegar a ese nivel, a trabajar en esas películas, ya era otra cosa. Pero hay que ponerse los guantes y pelear”.
A su regreso a Ecuador, no podía perderse el estreno de Jumanji, para ver su nombre escrito, entre decenas de otros nombres, en los créditos finales de la película. Junto a su familia asistieron a la sala y, con orgullo, presenciaron es pestañeo que duró la proyección de Orlando Pachacama. “Fue muy nostálgico, porque tanto sacrificio, estudio, trabajo malas noches se vio reflejado en ese instante y en haber colaborado en una película para que la gente pueda disfrutarla”.
Fanático de las películas de ciencia ficción, especialmente el Avatar de James Cameron, no dejó de recibir propuestas. Primero del estudio mexicano Cinema Maquina, en donde trabajó para una serie de Netflix, que aún no se la puede divulgar, y de Folks VFX, donde actualmente trabaja en una serie de Paramount Pictures llamada “1883. A Yellowstone Origin Story”.
Sentado en su oficina-hogar en Pujilí, trabaja de 09:00 a 18:00, conectándose a conecto a una computadora virtual en Canadá donde todo está encriptado y confidencial. “Es como si se trabajara para la CIA”, dice mientras suelta una carcajada. Ahora su sueño es participar en alguna de las otras dos sagas de Avatar. “Quiero trabajar en más pelis importantes. Ahorita me emocioné mucho porque conocí a mucha gente. Va a salir Avatar 2 y sé que van a tirarla hasta Avatar 4. Quisiera hacer una de esas. Voy a seguir peleando, voy a seguir dando más de mí”. (I)
