“Mi nombre es Victoria Quinde, nací y crecí en Cuenca, Ecuador. Tengo 27 años. Me gradué en la Universidad Tecnológica de Michigan con un título en Ingeniería Mecánica, y especialización en Ingeniería Aeroespacial”. Así empezaba el mail que recibimos en la redacción de Forbes Ecuador hace un par de semanas.
Quinde también nos contó que vive en Nueva York y que se dedica a diseñar y construir almacenes automatizados, robotizados e inteligentes. “Algunos de los productos-robots que forman parte de estos sistemas son el robot de preparación de pedidos o 'piece picking', las estaciones ergonómicas de trabajo manual para actividades como preparación de pedidos, cambio de embalaje o procesos de servicio de valor agregado, manutención de palets, entre otros. Llevo cinco años diseñando e instalando este tipo de sistemas para clientes destacados, entre ellos varios Fortune 500”, añadía en el mail
Apenas recibimos el correo electrónico nos pusimos en contacto: Quinde encarna una de esas historias que inspiran. Al empezar una entrevista por Zoom esta ecuatoriana se presenta como System Integration Manager o Gerente de Integración de Sistemas en TGW North America, que es parte de TGW, la firma con sede en Austria que desarrolla centros automatizados y eficientes para sectores como moda, textiles, alimentos, bienes de consumo e industriales. La firma suma más de 4.400 especialistas de 69 países y en el ejercicio 2022-2023, TGW obtuvo una facturación de 955 millones de euros. TGW está presente en Europa, Estados Unidos y China, con 24 oficinas. Y en la oficina de Nueva York está Quinde.
“Soy una persona soñadora, desde pequeña tenía sueños, ideas locas. Jugaba mucho tenis desde los cuatro años de edad y a la final eso me trajo a Estados Unidos, quería ser una tenista profesional y ganar el US Open”. Estudió en el Colegio Alemán y su objetivo era estudiar la universidad en Alemania, sin embargo, su gusto por el tenis hizo que los planes cambiaran. Habló con sus papás y les dijo que quería estudiar y seguir jugando tenis. Entonces la familia decidió que fuera a Michigan, donde vivió un shock en el buen sentido. “Mi campus estaba cerca de lagos, era un lugar muy bonito”. Así empezaba su formación como ingeniera mecánica, inspirada por sus compañeras que diseñaban trineos, vehículos, robots y más. “Lo que más me llamo la atención fue el tema de ingeniería aeroespacial”.
Mientras avanzaba su carrera pudo hacer una pasantía en TGW, a la que describe como una empresa de automatización de bodegas. Una vez terminada la pasantía se incorporó oficialmente a la empresa. “En mi equipo estamos cinco personas, con expertos en mecánica, electricidad, software. Cada uno reporta a un director de sus áreas. Yo soy la más joven del equipo”.
Quinde empezó su trayectoria en TGW en la parte de diseño de sistemas, reuniéndose con clientes que buscan que sus bodegas se automaticen. “Analizamos datos, revisamos los robots que consideramos la mejor opción para el cliente. Hacemos simulaciones para ver si se cumple lo pedido por el cliente, siempre hay reglas según la industria”, explica esta cuencana que aún juega tenis en sus tiempos libres y que admira a Roger Federer.
Hoy en día el trabajo de Quinde se cumple en modalidad híbrida desde Nueva York, la ciudad de sus sueños, y su responsabilidad es que todo esté integrado en un proyecto. “Mi trabajo es virtual, pero viajo mucho para visitar a los clientes y antes de entregar el sistema me encargo de hacer las pruebas para que todo esté integrado y funcionando”.
Al mirar su trayectoria se siente orgullosa de su crecimiento profesional y sabe que hay mucho por aprender. Lo más difícil, reconoce, ha sido separarse de la familia tan joven. “Son sacrificios y recompensas”.
Casada con un ingeniero civil brasileño también aficionado al tenis, Quinde escribe sobre tecnología en sus tiempos libres. Al pensar en el futuro su plan es crecer dentro de la compañía y en una industria joven que “ofrece mucho por avanzar”. (I)