El ex presidente Barack Obama ayudó a elaborar la estrategia de la Casa Blanca para hacer frente a los riesgos asociados a la inteligencia artificial, uno de los varios factores que influyeron en el presidente Joe Biden para desarrollar los nuevos controles en torno a esta tecnología en rápida evolución desvelados en una orden ejecutiva el lunes.
Datos claves
Obama colaboró estrechamente con la administración de Biden para elaborar la orden ejecutiva que el presidente firmó el lunes y que establece un plan para abordar la seguridad de la IA, junto con la privacidad, los derechos civiles y las preocupaciones de los consumidores, según la NBC.
El equipo del ex presidente se comunicó aproximadamente una docena de veces con altos funcionarios de Biden sobre el tema en los últimos cinco meses y consultó con empresas tecnológicas, académicos y grupos de defensa en nombre de la administración.
Obama desempeñó un papel clave en el desarrollo de una parte del plan que ofrece a las empresas tecnológicas un examen voluntario de los nuevos productos de inteligencia artificial, haciendo hincapié en los riesgos asociados a la seguridad nacional, la desinformación y la discriminación, según la NBC.
Misión Imposible: Dead Reckoning Part One, que presenta a un villano de la IA apodado "el Ente", también avivó las preocupaciones de Biden, según el Jefe de Gabinete de la Casa Blanca, Bruce Reed, que dijo haber visto la película de Tom Cruise, estrenada en julio, con Biden en Camp David.
Biden también se sintió motivado a actuar al ver imágenes falsas realistas de sí mismo y de su perro, bromeando: "Vi una mía... ¿cuándo demonios dije eso?". dijo Biden mientras firmaba la orden ejecutiva en la Casa Blanca el lunes.
Cita crucial
"No queremos que nadie con una conexión a Internet pueda crear una nueva cepa de viruela, acceder a códigos nucleares o atacar nuestras infraestructuras críticas", escribió Obama en Medium esta semana, mientras Biden desvelaba la nueva estrategia. "Y tenemos que asegurarnos de que esta tecnología no caiga en manos de gente que quiera usarla para turboalimentar cosas como la ciberdelincuencia y el fraude".
Obama planteó sus preocupaciones sobre la IA durante su etapa como presidente, cuando su administración elaboró un informe sobre la evolución de la tecnología emergente durante su segundo mandato que establecía planes para comenzar la investigación federal y la divulgación pública, al tiempo que planteaba preocupaciones sobre su posible impacto en el empleo y la economía.
Antecedentes
La orden ejecutiva de Biden instala barandillas para las empresas tecnológicas y crea nuevas normas federales para probar y paliar los riesgos asociados a los nuevos productos. También aborda las formas en que los algoritmos de inteligencia artificial podrían alimentar la discriminación en los sistemas de vivienda y justicia penal o utilizarse con fines nefastos en la ciencia, incluido el desarrollo de "materiales biológicos peligrosos." La Casa Blanca promocionó la estrategia multiinstitucional como "las medidas más radicales jamás adoptadas" en relación con la IA, que hasta ahora ha sido autorregulada en gran medida por las empresas tecnológicas y ha cobrado un nuevo sentido de urgencia en los últimos años con el auge del ChatGPT.
