Cuatro meses después de salir de la clandestinidad, Typeface, una plataforma que ayuda a las empresas a utilizar sus propios datos y sistemas generativos de IA para crear contenidos promocionales, anunció que recaudó 100 millones de dólares en una ronda de Serie B con una valoración de 1.000 millones de dólares.
La ronda de financiación fue liderada por Salesforce Ventures, con la participación de inversores ya existentes como Lightspeed Venture Partners, GV (Google Ventures) y M12 (Microsoft's Venture Fund), y eleva la financiación total obtenida por la empresa a 165 millones de dólares. La inversión llega poco después de que Typeface anunciara alianzas con Google Cloud y Salesforce para que sus funciones de IA sean accesibles a los usuarios en Google Docs, Google Drive y Gmail y en el chatbot de marketing de Salesforce, Marketing GPT.
"Vemos las asociaciones estratégicas como una forma de llegar al máximo número de clientes en un plazo agresivo", dijo a Forbes el fundador y CEO Abhay Parasnis.
Para utilizar Typeface, las empresas introducen los datos de su marca, como fuentes, detalles de productos y diseños de logotipos, en un modelo de IA con licencia de su elección: GPT-4 de OpenAI, Stable Diffusion 2.0 de Stability AI o el modelo de aprendizaje automático Vertex AI de Google, el modelo de generación de texto PaLM 2 o el modelo de creación de imágenes Imagen. La plataforma aprende de estas imágenes específicas de la marca y, a continuación, los clientes pueden crear imágenes o textos personalizados, como diversas iteraciones de las fotos de sus productos, entradas de blog, anuncios en Google y ofertas de empleo en LinkedIn.
Typeface: un gigante en potencia
Typeface no reveló cuántos clientes tiene, pero afirmó que su base de clientes abarca desde pequeñas a grandes empresas de los sectores minorista, hotelero y de viajes, y que están ubicados en todo el mundo, en países como Estados Unidos, Canadá, Reino Unido y Corea del Sur.
Desde su lanzamiento público en febrero, Typeface alcanzó Image Studio, una función que permite a los usuarios utilizar indicaciones textuales para crear o editar fotos de productos sin necesidad de una sesión o estudio fotográfico profesional. Los usuarios también pueden utilizar la IA para convertir contenidos de vídeo existentes, como la grabación de una conferencia o un discurso de apertura, en un correo electrónico o una entrada de blog.
Parasnis afirma que las empresas utilizan herramientas como Typeface para crear una "fábrica de contenidos" que les permita multiplicar por 10 la cantidad de contenidos que antes generaban para compartir en las redes sociales. Según Mike Gualtieri, analista principal de Forrester que investiga la IA para empresas globales, este tipo de contenido de marketing personalizado generado por la IA podría ser una forma eficaz y barata de dirigirse a los clientes y probar estrategias de contenido.
Sin embargo, como las herramientas de Typeface se basan en modelos como Stability AI's Stable Diffusion 2.0 y OpenAI's GPT-4, que se entrenan a partir de datos públicos, corren el riesgo de crear contenidos que podrían infringir los derechos de autor o las leyes de propiedad intelectual, afirma Gualtieri. Aunque Typeface incorpora filtros de seguridad como comprobadores de plagio y autenticidad, los modelos pueden crear contenidos similares a un logotipo de marca registrada, afirma.
Sesiones fotográficas profesionales… desde casa
"Una de las cosas buenas de la experimentación generalizada de estas herramientas de IA por parte de los consumidores es que ahora... hay cierta expectativa de que no sea perfecta. Así que las marcas pueden reducir su riesgo, sobre todo si dicen a los clientes que se trata de algo generado por IA", afirma Gualtieri.
Esa es una de las razones por las que el contenido creado a través de la plataforma de Typace contiene metadatos que etiquetan el contenido como hecho por IA. Por ahora, Parasnis afirma que los clientes tendrán el control de sus datos y decidirán con qué modelos de IA quieren trabajar. Con la nueva financiación, Typeface planea ampliar su equipo y desarrollar nuevos productos para automatizar otras funciones empresariales como el servicio al cliente.
"Por muy apasionante que sea la IA generativa, no puede estar en su propia isla. Tiene que integrarse en los procesos empresariales, las culturas y las organizaciones existentes", afirma Parasnis.
*Con información de Forbes US
