Así son las ciberestafas más comunes en WhatsApp, Instagram y Facebook
Por las fiestas, diciembre es un mes en el cual los engaños virtuales en las plataformas y redes sociales aumentan. Consejos para detectarlos y herramientas para evitarlos.

Las principales empresas de ciberseguridad de Argentina y el mundo coinciden en que fin de año es una época donde las estafas digitales aumentan. Impulsado por las cientos de miles de transacciones realizadas antes de las fiestas, los ciberdelincuentes aprovechan los pocos recaudos que suelen tomar los usuarios antes de realizar compras en páginas web y redes sociales.

Diciembre es un mes caliente. Navidad y las fiestas en general, como también las vacaciones, aumentan la exposición a amenazas y estafas”, explican desde BTR Consulting, empresa argentina dedicada a la ciberseguridad.

Ciberseguridad

A todo esto, hay que sumar una tendencia cada vez más establecida luego de la pandemia del coronavirus. “En los últimos meses se registró un récord histórico de delitos informáticos y engaños digitales. El incremento en los ataques fue del 400% y hubo un 80% de aumento en los delitos y estafas online con impacto económico”, señalan desde la compañía. 

Por ese motivo, desde BTR Consulting llevaron a cabo una lista de los delitos más comunes y qué acciones hay que tomar en cuenta para evitarlos. Además, dieron a conocer cuáles son las plataformas más utilizadas por los delincuentes y resultan ser las tres más populares de Mark Zuckerberg: Whatsapp, Instagram y Facebook

La estafas más comunes 

Desde la compañía indican que durante el 2020 detectaron 130 técnicas distintas que combinaban recursos tecnológicos con ciberinteligencia. “La proyección  nos sugiere que este año serán más de 200”, revelan. Y suman al respecto: “Según datos recabados por nuestro eXtreme Cybersecurity Lab, la franja etaria de entre 30 a 40 años registra el mayor uso en redes sociales (32%), constituyendo un combustible perfecto para el cibercrimen. De nuestro análisis surge que el 58% de las personas pone su número de teléfono en redes sociales, el 30% dice donde trabaja y el 20% donde va de vacaciones”.

Por otra parte, en el informe de BTR Consulting se afirma que las personas de entre 50 y 60 años, son los más proclives a caer estafas bancarias y fraudes financieros. Un dato alarmante indica que la modalidad más frecuente de estafas es a través de WhatsApp, sms y correos electrónicos que parecieran provenir de amigos o familiares. La cercanía de las fuentes de confianza o del círculo íntimo hacen que la gente no dude o sospeche y accedan automáticamente a links o descarguen archivos maliciosos.

Las estafas en WhatsApp 

La situación más común detectada en la plataforma de mensajería instantánea es la suplantación de identidad. “Algunos ejemplos: 'cambié mi número de cel', dice un mensaje que llega con una asociación a la foto-avatar reconocible por nosotros. El contacto nunca avisa que daba de baja el anterior y si no apelamos a la duda, nunca nos enteraremos. 

Distribuyen una ciberestafa por WhatsApp utilizando la marca Amazon

La alternativa implica recibir un mensaje como: 'Te envié un código por error, ¿me lo podés pasar?'. Esta es la antesala al secuestro de tu WhatsApp. Finalmente, a todos tus contactos le llegarán ofrecimientos de 'vendo dólares', 'es una emergencia'  o 'tuvimos un accidente', que los ciberdelincuentes usan para robar desde dinero hasta otros datos.

Cómo son los engaños en Instagram

En esta plataforma, en el 45% de los casos la técnica de phishing está presente. Los usuarios terminan entregando sus credenciales de autenticación y la consecuencia es que pierden el control de sus cuentas y terminan siendo víctimas de una extorsión con daños colaterales que implican engañar a sus contactos con una historia que nuevamente “ofrece de manera URGENTE la venta de dólares a buen precio”.

De todas formas, es cada vez más frecuente la oferta de productos a la venta en páginas falsas de Instagram. Esto incluye avisos falsos sumamente llamativos con presencia constante, permanente e iterativa que redirigían a páginas de medios de pago con opción de ser efectuados a través de dinero electrónico o de CBU/CVU a cuentas bancarias que aparentemente podrían pertenecer a titulares cuya identidad ha sido fraguada. Sencillamente “cuentas mula” a servicio del delincuente.

La comunicación entre ambas partes respecto de la cancelación del pago y envió se efectúa por mail y el cierre y seguimiento en general por WhatsApp, que obviamente se volatilizarán una vez consumado el engaño y embolsados los dineros.

Los usuarios reclaman infructuosamente en las plataformas. El peregrinaje inicia con la funcionalidad para denunciar el acontecimiento, según sea la red, el formulario y la denuncia en si son la antítesis de la supuesta “eficiencia online” formalizar la denuncia es sumamente tedioso y extenso. Además, previamente es necesario armarse de paciencia para encontrar dónde hacer la denuncia.

Los peligros de Facebook

En esta red social, solo hace falta generar un perfil apócrifo y poner a la venta un producto que nunca será entregado o la determinación de un posible comprador que ofrece pagar la mitad en efectivo y previamente el otro 50% a través de una transferencia bancaria para lo cuál enviará un código bajo el argumento falaz de autenticación de identidad, que no será otra cosa que un PIN o Token para robar tu homebanking, whatsapp o recuperar la contraseña de tu correo.

Mientras este ciclo ocurre, los anuncios, el proceso fraudulento y su evidencia mágicamente desaparece y una vez que la denuncia es aceptada por las plataformas, la respuesta suele ser “el aviso y el sitio ya no están disponibles” es una muy buena forma de contestar “el problema es tuyo”. Es necesario aceptar que se producen “millones” de denuncias por semana y que atenderlas requiere una gimnasia que evidentemente debe ser mejorada.

Tan pronto como Instagram o Facebook cierran una cuenta, simplemente abren otra y lo hacen todo de nuevo. Algunas de estas empresas tienen cientos de quejas en sus publicaciones y críticas negativas en Internet. Una vez que han tenido cierto éxito, eliminan sus anuncios y cierran sus cuentas para evitar ser denunciados o identificados.

La mayoría de las víctimas afectadas por estas estafas no las denuncian. En general las plataformas preguntan si se 'incumplen las reglas de la plataforma' pero no preguntan si sospecha que es una estafa, ya que las reglas en general dirán que no se permite la publicidad engañosa o la actividad delictiva.

Casi el 50% de las víctimas de estafas on line no informaron la estafa a la plataforma ya que las víctimas estiman que la plataforma no le dará tratamiento.