La demanda de US$258 mil millones presentada contra el CEO de Tesla, Elon Musk, por un inversionista estadounidense de Dogecoin que lo acusa de ejecutar un esquema piramidal de criptomonedas se está calentando a medida que se convoca a nuevos jugadores en el caso.
Presentada por primera vez en junio por el electricista de Nueva Inglaterra Keith Johnson, la demanda ha agregado siete nuevos demandantes, todos inversores que perdieron dinero en Dogecoin, y seis nuevos demandados. Además, el miércoles se enviaron citaciones en el caso de acción civil a Musk y otros acusados.
Los nuevos acusados incluyen el negocio de construcción de túneles de Musk, Boring Co., y la Fundación Dogecoin, que se autodenomina una organización sin fines de lucro que proporciona gobierno y apoyo a Dogecoin.
Otros acusados en el caso incluyen varios desarrolladores de Dogecoin, personas influyentes en línea que impulsaron el activo digital, y Billy Markus y Jackson Palmer, los desarrolladores de software que fundaron Dogecoin, quienes se refirieron inicialmente al proyecto como una broma.
La demanda alega que los demandados elevaron el precio de Dogecoin más de un 36 000 % durante dos años y luego lo dejaron colapsar, llevándose decenas de miles de millones a expensas de otros inversores.
En una aparición de mayo de 2021 en Saturday Night Live, Musk llamó a Dogecoin una broma, lo que provocó una caída en tiempo real en los precios de Dogecoin. La moneda nunca se recuperó, cayendo alrededor de un 90% en valor desde entonces, según los datos de CoinGecko.
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La prensa reciente que rodea el caso de Musk se ha correlacionado con saltos en el precio de Dogecoin, con un aumento de alrededor del 5% a US $ 0,06 desde la presentación, según CoinGecko en el momento de la publicación.
"Principalmente estoy apoyando a Doge, francamente, porque creo que Doge tiene los memes y los perros y parece tener sentido del humor y no se toma a sí mismo demasiado en serio", aseguró Musk, quien el año pasado reveló que personalmente posee dogecoin, bitcoin y ethereum, según comentó durante una entrevista reciente en Full Send Podcast.
Después de que Tesla compró bitcoin el año pasado, Musk se embarcó en una campaña de larga duración para actualizar dogecoin para que pudiera "vencer a bitcoin sin dudas". En junio, los desarrolladores de dogecoin lanzaron una actualización que mejora la seguridad y la eficiencia.
"Creo que, extrañamente, a pesar de que Doge fue diseñado para ser como esta ridícula moneda de broma, la capacidad de rendimiento transaccional total real de Doge es mucho mayor que la de Bitcoin", afirmó Musk. A principios de este año, Musk dijo que todavía está comprando el rival de broma bitcoin y seguirá apoyándolo.
Hace un tiempo, Jackson Palmer, cofundador de Dogecoin, ha lanzado una serie de mensajes en Twitter en los que carga duramente contra la industria de la criptografía.
Palmer ha respondido a aquellos que le preguntan si volverá al mundo de las criptomonedas. "Mi respuesta es un 'no' rotundo", ha sentenciado a través de su cuenta de Twitter.
"Después de años de estudiarla, creo que la criptografía es una tecnología inherentemente derechista e hipercapitalista, construida principalmente para amplificar la riqueza de sus impulsores a través de una combinación de evasión de impuestos, disminución de la supervisión regulatoria y escasez artificialmente impuesta", ha apuntado Palmer.
La persona que creó la idea de una de las criptomonedas más populares actualmente ha criticado que a pesar de las afirmaciones de que existe descentralización, "la industria de las criptomonedas está controlada por un poderoso cártel de figuras adineradas".
Palmer asegura que "con el tiempo, han evolucionado para incorporar muchas de las mismas instituciones vinculadas al sistema financiero centralizado existente que supuestamente se propusieron reemplazar".
"La industria de la criptodivisa aprovecha una red de conexiones comerciales turbias, personas influyentes compradas y medios de comunicación que pagan por jugar para perpetuar el culto a la idea de hacerse rico rápidamente", ha añadido.
Y es que para Palmer, impulsor del dogecoin junto a Billy Markus, la criptografía está "diseñada para extraer nuevo dinero de los financieramente desesperados y los ingenuos".
"Está casi construida a propósito para hacer que el embudo de la especulación sea más eficiente para los de arriba y menos seguro para los vulnerables", ha afirmado el ingeniero estadounidense, que denuncia que esta tecnología toma "las peores partes del sistema capitalista actual".
Palmer, que abandonó Dogecoin en 2015, solo 2 años después de ponerla en marcha, apunta a que el software permite limitar técnicamente el uso de intervenciones, como auditorias, regulaciones e impuestos.
"Las nuevas tecnologías pueden hacer del mundo un lugar mejor, pero no cuando se desvinculan de sus políticas inherentes o de sus consecuencias sociales", apunta Palmer, quien ha asegurado que no participará más en el debate sobre las criptomonedas, porque no se alinea con sus ideas políticas y su sistema de creencias.
El cofundador de Dogecoin, Billy Markus, ha contestado con un meme al hilo de Palmer, dando a entender que no tiene opinión sobre las criptomonedas.
Sin embargo, en la respuesta a un comentario escrito en el hilo de Palmer, Markus sí empatizó con parte del discurso de su excompañero. "Hay muchas personas terribles involucradas en el espacio criptográfico, y entiendo completamente por qué se siente tan negativo al respecto", señaló
