Mientras muchos de sus compañeros pasaban las vacaciones de verano en la playa o recuperando el sueño, dos ambiciosos estudiantes de secundaria estaban entusiasmados ideando una empresa que podría transformar la forma en que los médicos detectan el desplome cognitivo en los adultos mayores.
Rohan Kalahasty, de 18 años, y Sai Mattapalli, de 17, conectaron por primera vez hace varios años cuando cursaban el primer año en uno de los mejores institutos de Estados Unidos, el Thomas Jefferson High School for Science and Technology de Alexandria (Virginia).
Ambos coincidieron en su interés por la tecnología y la inteligencia artificial. Esa conexión terminaria convirtiéndose en Vytal, una empresa cuyo objetivo es hacer que la tecnología sea fácilmente accesible para identificar biomarcadores oculares que puedan indicar la presencia de Alzheimer u otras formas de enfermedad neurodegenerativa.
"El seguimiento ocular de la salud cerebral no es nuevo", afirma Kalahasty, citando tecnologías existentes -aunque caras- que rastrean los movimientos oculares para controlar la función cognitiva. Lo que hace novedoso el método de Vytal es su sencillez y asequibilidad".
A diferencia de los voluminosos equipos de seguimiento ocular que cuestan más de 4.000 dólares, Vytal aprovecha la omnipresente cámara de una computadora portátil o un smartphone para realizar un rápido seguimiento ocular y un cálculo biométrico desde la comodidad del hogar en cuestión de minutos.
Kalahasty ideó el concepto de Vytal durante sus tres años de prácticas en la Facultad de Medicina de Harvard, donde conoció el seguimiento de la mirada. Kalahasty se dio cuenta de que nuestros ojos son una "ventana" en tiempo real a la función cerebral en cada momento y que los cambios sutiles en los patrones de la mirada pueden indicar la aparición de problemas neurológicos.
Tras crear los primeros prototipos del producto y presentar una solicitud provisional, Kalahasty se puso en contacto con Mattapalli para impulsar la idea como empresa emergente. El propio Mattapalli tenía amplia experiencia en el ámbito de la neurociencia, ya que había realizado investigaciones de alto nivel en Georgetown.
Vytal aprovecha la omnipresente cámara de las computadoras portátiles o el smartphone para realizar un rápido seguimiento ocular y un cálculo biométrico desde la comodidad del hogar
Kalahasty y Mattapalli intentaron alcanzar rápidamente la experiencia necesaria para hacer de Vytal un éxito. Además de sus extensas investigaciones en instituciones de primer nivel como Harvard y el MIT, ambos tienen experiencia al frente de incubadoras en empresas multimillonarias como Roivant y startups respaldadas por YC.
A los adolescentes les movía el deseo de ayudar a las personas mayores, un grupo demográfico con frecuencia ignorado por el mundo de la tecnología, centrado en los usuarios jóvenes. "Con dolencias como el Alzheimer, la detección precoz puede ayudar mucho a controlar la progresión de la enfermedad", afirma Kalahasty, en cuya familia hay varios médicos. "Queremos que la gente tenga ese conocimiento".
El Dr. Dung Trinh, director médico de Healthy Brain Clinic, una clínica californiana especializada en la mejora de la función cognitiva, afirmó que la tecnología se encuentra en una fase inicial, pero que puede colmar una laguna en la detección precoz del Alzheimer.
"A día de hoy, más del 90% de los casos de deterioro cognitivo leve no se diagnostican en la consulta de atención primaria y más del 50% de los casos de Alzheimer no se diagnostican", afirma por correo electrónico. "La falta de un cribado cognitivo adecuado y coherente en la atención primaria supuso un obstáculo para el tratamiento y la planificación adecuada de los cuidados de los pacientes con demencia".
El Dr. Trinh dijo que si Vytal funciona como se anuncia, va a permitir que el cribado cognitivo se realice en el domicilio en lugar de un cuello de botella en la consulta del médico. Eso es importante porque la detección precoz da a los pacientes la oportunidad de aprovechar los recientes medicamentos aprobados por la FDA que ralentizan la progresión de la enfermedad de Alzheimer.
La Dra. Shelly Ozark, neuróloga vascular de Charleston (Carolina del Sur), afirma que Vytal, al igual que otras nuevas tecnologías de cribado, sólo se va a convertir en un método válido con el tiempo.
"Sencillamente, no disponemos de suficientes datos reales para validar plenamente el uso de esta prueba para desempeñar un papel sustancial en el seguimiento del desplome cognitivo", afirmó la Dra. Ozark, y añadió que las personas que utilicen la prueba deben comprender las limitaciones de la tecnología para evitar interpretar los resultados positivos como una garantía de que desarrollarán demencia.
Pero Kalahasty y Mattapalli afirman que su intención no es utilizar Vytal como herramienta de diagnóstico, sino más bien como un dato que los profesionales médicos puedan tener en cuenta a la hora de revisar la salud cerebral.
El ímpetu aparentemente sobrenatural del dúo contradice su edad. Con frecuencia sacrifican los estudios y la vida social para impulsar Vytal, porque creen firmemente en su misión. En sólo una semana, la lista de pruebas beta de la startup superó las 1.000 inscripciones, y se están preparando para realizar una rigurosa ronda de pruebas con usuarios en una residencia de ancianos local.
La idea de Vytal despertó cuando Kalahasty y Mattapalli se dieron cuenta de la brecha existente entre los descubrimientos de la investigación académica y su aplicación en el mundo real. "Todos los días se publican trabajos revolucionarios que nunca llegan a aplicarse en el mundo real", dice Mattapalli, reflexionando sobre su propio trabajo en el pasado. La pareja vio la oportunidad de salvar esa distancia comercializando la tecnología de seguimiento ocular para ayudar al diagnóstico.
Su prototipo inicial utilizaba el aprendizaje profundo para analizar directamente los patrones de la mirada y detectar enfermedades específicas. Pero tras consultar a expertos médicos, Kalahasty y Mattapalli se centraron en proporcionar puntuaciones de biomarcadores más generales para complementar las evaluaciones de los médicos en lugar de sustituirlas directamente.
"Los médicos son, sin duda, los mayores escépticos de la inteligencia artificial del planeta", señala Mattapalli, dados sus profundos conocimientos clínicos. Al posicionar el producto de Vytal para ofrecer simplemente puntos de datos adicionales, la tecnología se convierte en una ayuda más que en una amenaza".
Mattapalli aprovechó la creciente ola de financiación internacional de empresas emergentes, sobre todo en la India, dirigiendo estratégicamente sus esfuerzos a inversores extranjeros y recaudando 1,2 millones de dólares en capital inicial. Actualmente, Vytal está valorada en 12,5 millones de dólares.
Mientras ultiman su producto, el dúo está estrenando la versión beta online y recabando opiniones del mundo académico y de la industria. Su singular enfoque intergeneracional podría servir de inspiración en una sociedad que envejece.
Una vez que se lance, Vytal podría convertirse en una herramienta vital para detectar el desplome cognitivo con la antelación suficiente para orientar las decisiones de atención y tratamiento, además de servir para cuantificar la salud del cerebro.
Y para dos agitadas estudiantes de secundaria, ese impacto hace que todas esas llamadas a las 3 de la mañana y las faltas a clase merezcan más que la pena. Como dice Kalahasty: "Puede que seamos jóvenes, pero esperamos hacer una diferencia real con esta tecnología".
*Con información de Forbes US