"Muy difícil". Así responde el Ministro de Economía Juan Carlos Vega al ser consultado sobre qué tan complicado fue ordenar las cuentas fiscales del país. Para Vega el manejo de ingresos y gastos es un tema retador que se replica en distintos ámbitos de la sociedad. El funcionario habló con Forbes el penúltimo día del 2024 para analizar las perspectivas económicas del país. Calcula que el año que empieza la economía crecerá 1,5 % y dice que si Ecuador fuera un paciente ya estaría listo para correr una maratón, luego de haber estado en cuidados intensivos y tras recibir todos los cuidados para mantenerlo vivo.
¿Cuáles son los principales objetivos en el ámbito fiscal para el 2025?
Luego de un 2024 tan complicado, el objetivo es sostener la estabilidad fiscal del país y entrar en una agenda de crecimiento, donde entremos en temas de atracción de inversiones, donde el Estado y el gobierno se vuelvan un coordinador y un facilitador de la inversión privada, sobre todo, en sectores importantes como minería, energía, agroindustria, turismo, donde se han identificado oportunidades de crecimiento para el país.
¿Y qué tan complicado será mantener la estabilidad fiscal, teniendo en cuenta que en 2024 hubo una serie de reformas, impuestos adelantados...?
Parte de la sostenibilidad viene por las medidas tomadas en 2024. En 2025 vamos a tener un año completo de recaudación de IVA al 15 %, vamos a tener un año completo con el ISD y eso, de alguna forma, compensa los impuestos únicos que tuvimos en 2024. El impuesto a las empresas se mantiene, en el ISD hay temas importantes en términos de crédito tributario que se mantiene para exportaciones, se baja la tasa manteniendo la competitividad en sectores críticos, pero en términos netos sí hay una recaudación adicional que ayudará a la sostenibilidad fiscal en 2025.
¿Qué previsión hay en la generación de empleo?
Es el tema que más nos preocupa y el objetivo principal en la política económica del gobierno. Uno de los grandes retos es que la economía no ha generado empleo, solo uno de cada tres ecuatorianos tiene un empleo formal. Los contratos de inversión del pasado no necesariamente generaban empleo, venía un sacrificio fiscal y la empresa pasaba de una planta a otra y pasaba de pagar 25 % de impuesto a la reta a pagar 15 % pero no había seguimiento de que eso involucre generación de empleo. Entonces nos preocupa mucho incentivar las inversiones dirigidas a la generación de empleo.
¿Y para esto se habla con el sector privado? ¿Cómo está esa relación con la empresa privada?
Tenemos una excelente relación con el sector privado y el objetivo es facilitar el crecimiento, la inversión y la generación de empleo. Queremos apalancar la inversión pública y privada hacia temas donde se genere empleo.
Pero eso es complicado, hay factores externos que juegan en contra...
Si no se hubieran tomado las medidas que se tomaron en 2024 no hubiéramos tenido la capacidad de sostener temas complicados como la inseguridad o la crisis energética; con las medidas tomadas pudimos movilizar recursos para esas crisis. Eso es resultado de un manejo responsable del área fiscal, con esfuerzos propios como país y con la entrada de recursos internacionales tuvimos para solucionar temas complicados como los mencionados, la misma crisis económica y los atrasos tan grandes que recibimos. Ahora entramos a 2025 con una situación absolutamente diferente.
¿Cuánto crecerá la economía en 2025?
El 2024 fue un año de sostenimiento. La inyección de recursos activó la economía en noviembre y diciembre, vemos ventas marginalmente superiores a las de 2023. El haber impedido un decrecimiento fuerte en 2024 es un buen logro. El 2025 está por trazarse y la proyección inicial es crecer 1,5 %, si hay la reelección y hay continuidad del gobierno habrá una reducción del riesgo país. Hay muchos inversionistas internacionales interesados en temas mineros esperando los resultados de las elecciones para venir con inversiones grandes que podrán cambiar la proyección de crecimiento.
Hace pocos días se habló de una reforma tributaria que luego se dijo que no era tal...
Claramente no es una reforma tributaria, sino repensar nuestro tema tributario en el largo plazo, en cómo estructurarnos mejor para tener sostenibilidad fiscal y al mismo tiempo incentivar la inversión y el crecimiento. Es una perspectiva de ponernos de acuerdo, dialogar como país y tener un esquema tributario que vaya en ese sentido.
¿Habrá cambios en los subsidios a los combustibles?
En el tema de la focalización de subsidio de gasolinas de bajo octanaje también tendremos un año entero, en el cuál tendríamos recursos adicionales para financiar el Presupuesto General del Estado. Nos mantendríamos con la focalización de subsidios.
¿Cómo evolucionará la relación con los multilaterales?
La relación con los multilaterales está en los mejores puntos. A pesar de las crisis y dificultades hemos demostrado que podemos sostener la economía, las finanzas, cumpliendo con deudas históricas con maestros, con jubilados, temas de salud, con los GAD y manteniendo nuestras metas fiscales. Hemos recibido felicitaciones del BID, del Banco Mundial, del FMI. Entramos en un diálogo positivo y queremos trabajar ahora en una agenda de crecimiento junto con el BID y el Banco Mundial, una agenda de desarrollo para 10 años, que deben ser diferentes a los 10 años previos. Un ejemplo es la colocación de los bonos amazónicos que generó mucho interés y tuvimos más demanda de lo que esperábamos, fue un primer momento de un regreso de Ecuador a los mercados internacionales de duda, con la particularidad de que nos ayuda a reducir el stock de la deuda y bajar los pagos anuales y al mismo tiempo generar fondos para conservar un ecosistema como la Amazonía.
¿Qué implica este retorno a los mercados internacionales?
Le beneficiaría al país con tasas y capacidad de endeudamiento, con capacidad de reaccionar ante potenciales riesgos, con capacidad de tomar deuda. Cuando los países entran en crisis agudas, como la de Ecuador en 2023, la única alternativa son los multilaterales, que es una terapia intensiva para un paciente que está básicamente moribundo. El tener más alternativas de financiamiento, con plazos más largos y costos en mejores condiciones siempre es una buena noticia.
¿Cuáles son los mayores riesgos para la economía el país en este nuevo año?
Después de un 2024 tan complicado, entramos bastante fortalecidos. Siempre hay sorpresas, el cambio climático es una realidad, por eso es importante es tener alternativas para movilizar recursos para enfrentar situaciones que a veces no sabemos que pueden llegar. Nos interesa trabajar en temas de finanzas verdes y sostenibles como lo que hicimos con los bonos amazónicos.
¿Cuánto preocupa la reducción de la producción de petróleo?
El 2024 no fue tan malo en lo petrolero, aunque está la preocupación del ITT y la reacción firme del gobierno es recuperar la producción en los otros pozos. Estamos trabajando en opciones de financiamiento para repotenciar campos maduros como Sacha, en base a inversión privada se recuperarían otros campos vía contratos de participación donde el Estado tendría primas de entrada. De esa forma se buscaría compensar las reducciones causada por el ITT.
¿Cómo avanzan esos planes de repotenciar y recuperar campos de producción?
Tenemos reservas probadas y lo que nos hace falta es abrirnos a la inversión internacional. Hay empresas gubernamentales con mucha experiencia, como Saudi Aramco, con las que se pueden hacer cosas muy interesantes y se puede firmar de gobierno a gobierno. Hay campos que se pueden licitar con el sector privado. Queremos desencadenar rondas grandes de inversión para el sector petrolero.
¿Y que hace falta para llegar a eso?
Ya se están dando las primeras señales, hay anuncios ya conocidos sobre Sacha y bajo esa dinámica en 2025 se pueden venir buenas noticias y grandes inversiones en el sector petrolero.
¿Se puede adelantar algo?
Son negociaciones confidenciales, pero le puedo decir que se vienen buenas noticias en términos de nuevas inversiones en el sector petrolero en recuperación de la producción y generación de más ingresos para el gobierno.
¿Cómo mira usted la transición hacia energías renovables, teniendo en cuenta todo el contexto geopolítico global?
Ecuador tiene grandes cantidades de recursos sin explotar. Un tema importante, sobre el cual ya hay un acuerdo con Japón, es en lo geotérmico. Tenemos volcanes, estamos explorando la capacidad de generación y se habla de que en los próximos diez años entre el 40 % y el 50 % de la matriz energética podría venir de geotermia. Ecuador tiene potencial gigante de inversiones privadas en temas de energía y debería convertirse en un gran exportador de energía.
¿Hay algún tema económico que le quite el sueño?
No hay nada que me quite el sueño porque todo el sueño lo gasté en el 2024. Hemos salido de una crisis muy complicada a pesar de que algunos decían que la dolarización no estaba en crisis. Pero solo basta entender que la dolarización se alimenta de exportaciones, de financiamiento externo y de remesas. El financiamiento externo estaba cerrado para el país y con un déficit proyectado de US$ 10.000 millones la dolarización estaba en riesgo. Las buenas noticas estuvieron en las exportaciones que han crecido casi 9 %, los depósitos de la banca privada crecieron un 15 % entre noviembre de 2023 y noviembre de 2024, la inflación está super controlada.
¿Entonces la crisis está superada?
No, hay muchos retos y el principal es tener inversiones y tener crecimiento del sector real, y por primera vez tener crecimiento basado en inversión privada. Allí las oportunidades en minería, con inversiones de 6 o 7 puntos del PIB, pueden traer crecimiento. En los últimos 30 años, cuando hemos crecido ha sido por inversión pública y a petróleo, que no son inversiones sostenibles en el largo plazo. Pero si vienen mineras internacionales lo hacen para invertir por 50 o más años. (I)