En junio de 2022, los principales navieros de Grecia se reunieron en una conferencia en el hotel Four Seasons de Vouliagmeni, un rico suburbio al sur de Atenas. Apenas tres meses después de la invasión rusa en Ucrania, los empresarios tenían una visión poco ortodoxa de la guerra que sacude la economía mundial.
"Es una tragedia para la humanidad, pero al mismo tiempo crea oportunidades", dijo George Prokopiou, uno de los mayores propietarios de petroleros del mundo. "Tenemos que ser capaces de aprovechar estas oportunidades", sumó Evangelos Marinakis, el magnate detrás de la empresa naviera Capital Maritime and Trading.
Durante ese mismo panel, titulado "El transporte marítimo griego a la vanguardia del comercio mundial", Prokopiou hizo una audaz predicción: "A fin de año veremos mercados muy, muy buenos en todos los segmentos. Soy muy optimista. Los barcos tendrán precios mucho más altos".
Esa predicción se hizo realidad, ayudando a propulsar tanto a Prokopiou, de 77 años, como a Marinakis, de 56, a las filas de los grandes multimillonarios globales, al dispararse el valor de sus barcos y ampliarse el tamaño de sus imperios.
Prokopiou y Marinakis, que valen 2.600 y 3.600 millones de dólares, respectivamente, encargaron 123 nuevos barcos por valor de casi 13.000 millones de dólares desde 2022, según VesselsValue. Las cuatro empresas navieras de Prokopiou poseen 173 petroleros, incluidos los que están en construcción, 54 más que en 2021.
Estos magnates marítimos forman parte de una nueva generación de multimillonarios griegos que hacen olas tanto en el mar como en la tierra. En total, Forbes estima que actualmente hay al menos 12 multimillonarios del transporte marítimo en Grecia, más que en cualquier otro momento de la historia. Siete de ellos son nuevos en la lista multimillonarios de Forbes.
En total, suman 32.000 millones de dólares, el equivalente a aproximadamente el 12% del producto interior bruto del país.
Se trata de una nueva línea de pioneros que se suman a figuras icónicas como Aristóteles Onassis y Stavros Niarchos, que lanzaron el comercio mundial de petroleros tras la Segunda Guerra Mundial y se hicieron famosos por sus glamurosos matrimonios y estilos de vida. Este grupo más reciente lleva décadas en el transporte marítimo, pero hasta ahora mantuvo un perfil más bajo. A pesar del éxito, ninguno quiso dar declaraciones Forbes para esta nota.
La novedad es que el valor de sus participaciones -en particular de los petroleros- se disparó en miles de millones de dólares en los últimos dos años, a medida que la guerra de Ucrania sacudía los mercados mundiales de materias primas y desataba una pugna por los grandes barcos necesarios para transportar petróleo por todo el mundo.
En total, las empresas propiedad de magnates navieros griegos encargaron nuevos buques por valor de casi 200.000 millones de dólares y vendieron 68 buques más antiguos por casi 3.000 millones de dólares entre enero de 2022 y marzo de 2024, según VesselsValue.
"Los armadores son los mayores capitalistas de este país", afirmó Gelina Harlaftis, profesora de historia marítima y directora del Instituto de Estudios Mediterráneos de la Fundación de Investigación y Tecnología-Hellas de Creta.
Flotas y fortunas
Actualmente, Forbes contabilizó la cifra récord de 12 multimillonarios navieros griegos. Siete de ellos se estrenan en el club de las siete cifras y otro, George Economou, regresa tras 16 años de ausencia.
Después de que las tropas rusas invadieran Ucrania en febrero de 2022, Estados Unidos y Europa se movilizaron para prohibir las importaciones marítimas de petróleo ruso y más tarde impusieron un tope de precios al petróleo ruso, diseñado para limitar los beneficios de Putin al tiempo que se garantizaba que el petróleo seguiría fluyendo. Muchas empresas occidentales decidieron abandonar por completo el comercio, por considerarlo demasiado arriesgado. No los griegos, que tienen un historial de operar al margen de la economía mundial.
Aunque no hay pruebas de que ninguno de estos multimillonarios violara las sanciones, definitivamente se aprovecharon de la situación. "Si existe la posibilidad de hacer negocios legalmente, explotarán la oportunidad", afirmó Ioannis Theotokas, profesor de gestión de empresas navieras de la Universidad del Pireo en Grecia.
Antes de la guerra, la mayor parte del petróleo ruso iba a Europa. Tras la prohibición europea, gran parte se redirigió a India y China, lo que supuso viajes mucho más largos para los petroleros y tasas más altas para los navieros que hacían esos viajes. Un viaje típico desde los puertos rusos del mar Báltico hasta la costa occidental de la India, la ruta más popular para el petróleo ruso, puede generar unos ingresos estimados de 8 millones de dólares, un 60% más que las tasas vigentes en octubre de 2023 y cinco veces más que las tasas de 2021.
Los griegos se beneficiaron directamente de esos precios más altos. Entre abril de 2022 y febrero de 2024, las empresas griegas enviaron el 28% de todas las exportaciones de petróleo ruso, según un análisis del Instituto KSE de la Escuela de Economía de Kiev, basado en datos de la empresa de inteligencia de materias primas Kpler.
Las empresas propiedad de magnates griegos: TMS Tankers, de George Economou; Minerva Marine, de Andreas Martinos; y Dynacom Tankers, de Prokopiou; subieron a tres de los cinco mayores cargadores de petróleo ruso durante ese periodo, mientras las empresas ficticias con sede en Dubai creadas por la empresa estatal rusa Sovcomflot ocuparon los otros dos puestos.
Mientras que las dos empresas de Sovcomflot fueron sancionadas por el Tesoro estadounidense en diciembre de 2023 y febrero de este año, ninguna de las empresas griegas fue multada y no hay indicios de que hayan violado ninguna de las sanciones a Rusia. Un portavoz de Minerva Marine desestimó hacer comentarios, mientras que los representantes de TMS y Dynacom no respondieron a las preguntas.
"Los griegos se están quedando sólo con el 30% de los flujos de crudo ruso, pero les basta para financiar básicamente una nueva ola de construcción naval", sostuvo Viktor Katona, analista jefe de crudo de Kpler.
Los petroleros realizan ahora viajes más largos, lo que sube el ritmo de la demanda global. Esto despertó un aumento en los precios de los petroleros nuevos de más de un 40% desde 2021, según el corredor de buques Xclusiv, con sede en Atenas. Los buques envejecidos que en otro tiempo habrían sido desguazados se venden ahora a precios superiores en el mercado de segunda mano. La mayoría se vendieron a la llamada "flota en la sombra", hecha de compañías registradas en jurisdicciones oscuras, con barcos que navegan sin seguro occidental y ocultan su ubicación o realizan transferencias de barco a barco para comerciar con petróleo ruso violando las sanciones occidentales. Incluso los petroleros de quince años de antigüedad se venden ahora por más del doble del precio vigente a principios de 2021.
Las navieras desempeñaron durante mucho tiempo un papel preponderante en la economía griega. Las empresas griegas poseen el 17% de toda la flota naviera mundial -más que ningún otro país-, incluido el 31% de los petroleros del mundo. Con casi 150.000 millones de dólares, es la flota más valiosa del mundo, según la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, junto a Clarksons Research.
En 2022, las empresas navieras estaban hechas el 7% del PIB griego y contribuyeron con 22.000 millones de dólares a la economía del país, según laUnión de Armadores Griegos.
También es un buen lugar para hacer negocios. En virtud de un artículo consagrado en la constitución griega de 1953, los armadores locales están exentos del impuesto sobre la renta de las personas físicas o de sociedades por los beneficios de sus buques. En su lugar, pagan un "impuesto sobre el tonelaje" basado en la capacidad de carga de cada barco, que se aplica tanto a los barcos registrados en Grecia como en el extranjero, siempre que la empresa mantenga una oficina de gestión en Grecia. Y en 2022, Atenas aprobó una ley que reduce el impuesto voluntario sobre los dividendos y las plusvalías de las compañías navieras al 5%, desde el 10% anterior.
¿Adónde van a parar esos beneficios prácticamente libres de impuestos? Además de pagar nuevos petroleros, los multimillonarios del transporte marítimo griego invirtieron su dinero en equipos de fútbol, canales de televisión, periódicos, propiedades inmobiliarias y la compra multimillonaria por excelencia: yates. La mayoría de sus empresas operan en los mismos suburbios del sur de Atenas, en la costa del Egeo, y poseen casas palaciegas en los mismos barrios de lujo.
El nuevo multimillonario Diamantis Diamantides posee varias villas junto al complejo turístico Four Seasons de Vouliagmeni, muy cerca de las Residencias Armonia, una colección de apartamentos de lujo propiedad de George Economou, que vuelve a las filas de los multimillonarios este año tras 16 años sin alcanzar el mínimo.
Compiten tanto en el mar como en el campo de fútbol. Los dos equipos de fútbol profesional más laureados de Grecia, el Olympiacos y el Panathinaikos, son propiedad mayoritaria de los magnates Evangelos Marinakis y Giannis Alafouzos, respectivamente. Los dos hombres también poseen conglomerados de medios de comunicación y canales de televisión rivales, mientras que el hermano de Alafouzos, Themistocles, dirige los periódicos más importantes del país. Aunque los hermanos Alafouzos no son multimillonarios individualmente, Forbes estima que tienen un valor colectivo de 1.200 millones de dólares.
No es sorprendente que algunos de estos magnates también incursionen en la política. Marinakis forma parte del ayuntamiento de El Pireo, una ciudad portuaria al sur de Atenas, mientras que Athanasios Martinos finalizó recientemente su mandato como administrador civil del Monte Athos, una región autónoma que alberga a unos 1.780 monjes ortodoxos. Su hija, Georgia, ocupó un escaño en el parlamento griego de 2012 a 2023.
A medida que el valor de sus flotas se disparó, también invirtieron fuera de Grecia. Marinakis, que compró el 80% del equipo de la Premier League inglesa Nottingham Forest en 2017, desembolsó casi 350 millones de dólares en nuevos jugadores durante las dos últimas temporadas y también anunció una inversión de 22 millones de dólares en el equipo de fútbol portugués Rio Ave el pasado noviembre.
Economou y Prokopiou, por su parte, subieron sus carteras inmobiliarias. Se calcula que Prokopiou posee propiedades por valor de 90 millones de dólares, incluidas casas en Portofino (Italia) y en el elegante barrio londinense de Mayfair, así como el megayate Dream, de 42 millones de dólares y 349 pies de eslora, dotado de dos piscinas exteriores y un helipuerto. Economou posee un imperio estimado en 150 millones de dólares de casas en Londres, Manhattan, Saint-Tropez y St. Barts, además de una colección de arte de 250 millones de dólares con obras de Pablo Picasso y Kazuo Shiraga. Parte de ella está expuesta en su museo privado de Atenas.
La navegación en Grecia tiende a ser un asunto familiar. Varios de los actuales barones del transporte marítimo de Grecia, como Marinakis y los hermanos Andreas, Athanasios y Constantinos Martinos (todos ellos multimillonarios individuales), siguieron los pasos de sus padres pero ampliaron sus negocios de transporte marítimo a nuevos niveles. Otros, como Prokopiou, construyeron dinastías desde cero pero ya empezaron a pasar el negocio a sus hijos: la hija de Prokopiou, Ioanna, dirige una de sus cuatro empresas, Sea Traders, mientras que el hijo de Diamantis Diamantides dirige su propia firma de petroleros.
Los cargadores griegos nunca tuvieron miedo de hacer dinero en momentos controvertidos. En los años sesenta, la familia Vardinoyannis -actualmente dirigida por el multimillonario Vardis, de 91 años- intentó romper un embargo de la ONU y enviar petróleo al régimen de la minoría blanca de Rodesia (actual Zimbabue) a través de un oleoducto en Mozambique. Tras un enfrentamiento con la marina británica, el barco zarpó sin descargar su cargamento.
Los documentos filtrados a los que accedió Forbes también muestran hasta qué punto llegó al menos un cargador griego para conseguir contratos con dirigentes rusos. En diciembre de 2016, Prokopiou firmó una carta dirigida a Igor Sechin, CEO de la petrolera estatal rusa Rosneft y una de las manos derechas de Putin. Quería ampliar sus negocios con Moscú e hizo entregar la carta en mano a Sechin, proponiéndole un acuerdo "mutuamente beneficioso" para comerciar con el petróleo y el gas de Rosneft en su flota de petroleros.
La carta incluía un borrador de acuerdo en el que se esbozaba cómo la flota de Prokopiou comerciaría con combustibles fósiles rusos directamente a India y China, eludiendo a los mayores comerciantes de petróleo del mundo. El documento formaba parte de las filtraciones Babakov, un conjunto de documentos procedentes de la cuenta de correo electrónico del diputado ruso Alexander Babakov, compartidos por el colectivo de hackers ucraniano Cyber Resistance con el Organized Crime and Corruption Reporting Project (OCCRP) y sus socios, entre ellos Forbes. Los representantes de Prokopiou y Rosneft no respondieron a las solicitudes de comentarios.
Más recientemente, en junio de 2020, Estados Unidos impuso sanciones a dos barcos propiedad de Dynacom, de Prokopiou, y de Thenamaris, del nuevo multimillonario Constantinos Martinos, por transportar petróleo venezolano. Fueron retirados de la lista de multas menos de un mes después, luego de que ambas firmas se comprometieran a dejar de comerciar con Venezuela.
"Los griegos controlan la flota comercial", afirmó Katona de Kpler. “Y también son muy emprendedores. Cuando Venezuela se abrió al comercio tras el levantamiento de las sanciones en 2023, los cargadores griegos fueron los primeros en entrar”.
Cuando las tropas rusas invadieron Ucrania en febrero de 2022, algunos navieros-como Maria Angelicoussis, la persona más rica de Grecia- se comprometieron a no transportar petróleo ruso. Pero para otros, cualquier precaución que tuvieran en las semanas posteriores a la invasión pronto se disipó.
"Cuando empezó la guerra, tomamos la decisión de no ir a Rusia porque, como todo el mundo, estábamos sensibilizados y nos sentíamos muy angustiados por lo que estaba pasando", dijo el director financiero de Okeanis Eco Tankers, de Alafouzos, en una presentación de resultados en agosto de 2022. "Pero a medida que pasaba el tiempo, nos dimos cuenta de que, en primer lugar, muchos de nuestros competidores y todas las grandes petroleras estaban sacando petróleo de Rusia".
El pasado noviembre, Reuters informó de que varias empresas griegas (entre ellas TMS Tankers, de Economou, Minerva Marine, de Andreas Martinos, y Thenamaris, de Constantinos Martinos) dejaron de transportar petróleo ruso. Pero según los datos de seguimiento de buques de MarineTraffic analizados por Forbes, hay al menos 37 petroleros propiedad de TMS, Minerva y Thenamaris que partieron de puertos rusos desde febrero o están actualmente en ruta hacia Rusia.
El comercio de petróleo y productos petrolíferos rusos sigue siendo legal, siempre que las empresas respeten el tope de precios de 60 dólares por barril de petróleo y los topes de precios separados para productos como el gasóleo y el fuelóleo. Los portavoces de Thenamaris y Minerva Marine desestimaron hacer comentarios sobre cuestiones comerciales, mientras que los representantes de TMS no respondieron a las preguntas.
"Dos años después del inicio de la invasión a gran escala de Ucrania, Rusia generó más de 650.000 millones de dólares en ingresos por su exportación de combustibles fósiles, de los cuales 193.000 millones proceden de la venta de crudo", dijo Andrii Pozniak, portavoz de la agencia anticorrupción ucraniana NACP. "Los armadores griegos que transportaban petróleo ruso desempeñaron un papel importante en este proceso".
Al contrario que con el petróleo, Europa no tomó medidas para limitar las importaciones de gas natural licuado (GNL) ruso. Aunque es una parte relativamente menor de su negocio en comparación con el petróleo, creó aún más oportunidades. El medio Político y el periódico belga Le Soir informaron recientemente que Prokopiou presionó a la Comisión Europea en el verano de 2022 para evitar una posible prohibición del GNL ruso.
La hija de Prokopiou, Ioanna, dijo a Politico que simplemente pidió ayuda a un lobista de la Unión Europea para que le explique "las normas de importación de la UE". Los representantes de Prokopiou no respondieron a la solicitud de comentarios de Forbes. Cuando la UE anunció un nuevo paquete de sanciones en diciembre de 2022, incluyó excepciones para el GNL.
Eso significaba que Prokopiou, quien posee el 42% de la empresa de transporte de GNL Dynagas LNG Partners, que cotiza en bolsa -una participación valorada en unos 60 millones de dólares-, podría seguir enviando gas ruso a Europa. Dos de sus seis buques están fletados al proyecto Yamal LNG, en el norte de Rusia, lo que hará que en 2023 representen el 43% de los ingresos de la empresa, frente al 39% que representaban antes de la guerra. Gran parte de ese gas se exporta a Europa.
Los precios mundiales del GNL alcanzaron máximos históricos en 2022 antes de estabilizarse en 2023. Eso fue una bendición para los cargadores griegos: Marinakis posee el 56% de Capital Product Partners, que cotiza en bolsa -una participación valorada en 500 millones de dólares- y que anunció en noviembre un acuerdo de 3.100 millones de dólares para encargar 11 nuevos buques de transporte de GNL y deshacerse de su flota de portacontenedores. Un mes después, vendió una participación del 18% en la empresa a una sociedad de inversión controlada por el multimillonario griego del sector inmobiliario y naviero Ioannis Papalekas por 160 millones de dólares.
Los buenos tiempos no durarán para siempre. Con el tiempo, el volátil mercado de los petroleros se asentará, poniendo fin al auge que impulsó a tantos cargadores griegos a las filas de los multimillonarios. Aún así, la cantidad de dinero que invirtieron en la compra de buques nuevos y más modernos (y los beneficios que obtuvieron de la venta de buques chatarra a buen precio y del transporte de petróleo ruso con sobreprecio) significa que estarán en una posición más fuerte en los próximos años.
Mientras haya dinero para ganar (y los riesgos no sean demasiado elevados) las empresas griegas probablemente seguirán vendiendo sus viejos petroleros a compañías ficticias vinculadas a Rusia, mientras hacen una buena suma comerciando con petróleo ruso. Y cuando termine el boom, estarán listas para aprovechar la próxima oportunidad, armadas con flotas de petroleros flamantes valorados en miles de millones de dólares.
"Los navieros griegos son muy mercenarios", dijo Adi Imsirovic, antiguo comerciante de petróleo y asociado principal del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales. "Cuando hay mucho dinero de por medio, la gente encuentra la manera".