Pabel Muñoz: Quito tiene un potencial de US$ 4.000 millones en inversiones
Quito celebra 490 años de fundación y Forbes Ecuador invitó al alcalde de la ciudad, Pabel Muñoz, para hablar sobre las obras y los proyectos que se desarrollan en la capital de los ecuatorianos. La primera autoridad de Quito analiza los retos de administrar la ciudad, el funcionamiento del Metro, los compromisos de inversión de la empresa privada y las prioridades que tiene el Municipio.

Los 490 años de fundación de Quito llegan en un momento especial para la ciudad, con retos y desafíos. El alcalde Pabel Muñoz está consciente de eso y durante su visita a las oficinas de Forbes Ecuador habló sobre temas como la gestión de la ciudad, la cultura de la gente, el Metro, las inversiones privadas y las alianzas público privadas.

Al hablar del Metro, el alcalde cuenta que en el primer trimestre del próximo año iniciaremos el proceso de contratación de los estudios definitivos de la ampliación del Metro. Detalla que existen estudios preliminares que establecen un costo aproximado de entre US$ 500 millones y US$ 540 millones para la ampliación desde El Labrador hacia la Ofelia. Añade que 2025 sería el año de los estudios definitivos y de la estructuración financiera del proyecto y confía en que 2026 sea el año para el proceso de licitación y contratación de la extensión.

También destaca los compromisos de inversión de la empresa privada. "Hemos canalizado al momento más de US$ 500 millones en contratos de inversión, está por firmarse otro y llegaríamos a US$ 573 millones". El alcalde dice que un tema clave es despojarse de prejuicios; además cree en las alianzas público privadas como herramientas que pueden favorecer el desarrollo de Quito.

Quito celebra un año más de su fundación. ¿Cómo está la ciudad hoy en día, siendo muy objetivo?

Hace poco decía que nos puede faltar energía eléctrica, pero no luz, porque Quito brilla con luz propia. Y si en su momento fuimos luz de América en términos de libertad hoy somos luz del Ecuador en términos de esperanza. Siento a la ciudad con un buen estado anímico a pesar del año complicado que hemos tenido. El diciembre de 2023 fue espectacular con la inauguración del Metro, fiestas, un sentido de esperanza, habíamos pasado las elecciones y estábamos recuperando el ánimo. Luego, con los sucesos de enero, el ánimo se fue al piso, y luego me parece que todo ha ido mal teniendo como colofón la crisis energética. Ahora con lo que estamos haciendo me da la sensación de que estamos de nuevo con expectativa positiva en la ciudad.

¿La celebración de este año está en otro nivel, comparando con 2023?

No vamos a tener un diciembre como el de 2023, pero de todas maneras siento el ánimo de la gente. Cuando llegué a la alcaldía la iniciativa Quito cómo vamos había hecho una encuesta sobre el sentido de pertenencia y de orgullo de ser quiteño y el 73 % contestó que se sentía muy orgulloso y ahora esa misma encuesta dice que el nivel subió al 83 %. Justamente en mi administración he planteado recuperar el sentido de pertenencia, la alegría de ser parte de Quito. Otro tema es que hemos activado las fiestas en una perspectiva económica, no hacer las fiestas era una puñalada al sector económico y productivo de la ciudad, desde la economía más pequeña, hasta los productores artísticos y otros. Además, creo que hay que analizar con pinzas una suerte de liberación de olla de presión.

¿Cómo ha sido la evolución suya como alcalde y las ganas de servir a la ciudad? ¿Qué tan complicada puede ser la administración de la ciudad?

La vida me ha permitido pasar por fases de responsabilidad en la esfera pública y eso me da una experiencia y una suerte de madurez que me es útil para este momento. Si se la compara con una Presidencia, la Alcaldía es menos complicada porque los problemas son locales y no nacionales. Pero en ocasiones es complicada por estar con los problemas reales de la gente. Me siento con experiencia y conocimiento en lo público, aunque nunca será suficiente. Pero estoy motivado y con ganas de transformar la ciudad.

¿Cuáles son los puntos de dolor en su día a día? 

La mala política es una, hay mucha mediocridad, hay una política basada solo en qué no se ha hecho bien en lugar de plantearse qué se podría hacer mejor. Los últimos años en el país se vive el deshacer y el anti algo. Eso para mi es muy complicado y se expresa en la política y, a veces, en el periodismo. Otro elemento es la burocracia que es difícil mover, los aparatos estatales son una cosa complicada. Y finalmente está el reto de tener un cambio de la cultura ciudadana, de la gente. Estos días hemos entregado obras y ya se vandalizó alguna. Siento que cuando se comunica bien la gente se apropia de las obras. Cambiamos de lugar el desfile de la confraternidad por recelo de que dañen las nuevas obras en la Shyris, eso es un reto para la alcaldía y la ciudad. Es un tema de respetar la norma y el espacio público.

¿Qué le piden cada vez que va a los barrios y qué se puede hacer siendo realista?

Los problemas que le quitan el sueño a los quiteños son la inseguridad, el desempleo y la pobreza. Sentimos que hay pequeñas obras que transforman la vida de los ciudadanos, un ejemplo maravillo es el programa 60 y piquito, un punto de encuentro para adultos mayores. A veces nos da la sensación de que la gente solo busca obras, pero en ese programa se ve la capacidad trasformadora de la política pública, así como en los centros de desarrollo infantil. Mi prioridad, sin ser una competencia exclusiva nuestra, es el desarrollo infantil integral. Ya en obras como mejora de calles estamos haciendo mucho. Hoy tenemos 173 kilómetros de recuperación vial al año, antes era 90 kilómetros. Antes de nuestra administración se invirtieron US$ 450 millones, nosotros en nuestro primer año invertimos US$ 730 millones todos los frentes.

Hablemos del Metro, una obra que está cambiando a la ciudad. ¿Qué se ha logrado y qué se viene?

Hemos movido 53 millones de viajes en el primer año de funcionamiento. No se puede cuantificar por personas porque una persona pudo haber hecho muchos viajes y otra pocos. Son cerca de 200.000 viajes diarios, esto es un 25 % arriba de las estimaciones cuando se planificó el Metro. Esto marca la ruta de la ampliación y en el primer trimestre del próximo año iniciaremos el proceso de contratación de los estudios definitivos de la ampliación del Metro; hay unos estudios preliminares que hablan de un costo aproximado de entre US$ 500 millones y US$ 540 millones para la ampliación desde El Labrador hacia la Ofelia, con una extensión de 5,4 kilómetros y cuatro estaciones más, y con el objetivo de proyectarse hacia Calderón. También es importante decir que en la encuesta de evaluación del servicio tenemos una calificación de 9,3/10. Por eso queremos tomar la viada del Metro para transformar la movilidad en superficie, la integración. Expertos nos han dicho que en trasportación pública hay muchos intereses y que no es fácil consolidar un proceso; ahora ya contratamos una firma que deberá permitir que tengamos los mismos mecanismos de pago que en otros sistemas de transporte de la ciudad. Hablamos de poder acceder con una tarjeta o con la cédula, con aplicaciones. Hoy el Metro se paga con QR, apps, la página web, la tarjeta ciudad y la cédula. Hemos mejorado el tema de la tarjeta y cédula para que con uno de esos documentos puedan ingresar hasta cuatro pasadas adicionales. El Metro es un espacio para la banca privada y eso permite a la banca plantearse otros retos como bancarización o pagos digitales. Y no descartamos que sea una ventana de oportunidad para que el Municipio desarrolle algo bajo la lógica de las fintech. Nos planteamos que la tarjeta del Metro habilite más conexiones, como pago de peajes, de parqueaderos, ingreso a teatros. Es un embrión que podría estar canalizado por una fintech.

¿Cuándo podría empezar la ampliación y cuándo estaría funcionando la nueva etapa?

Sin los estudios tenemos estimaciones muy gruesas que dicen que 2025 sería el año de los estudios definitivos y de la estructuración financiera del proyecto, con el objetivo de que en 2026 se de el proceso de licitación y contratación de la extensión. Me reservo el año de inauguración, los estudios deberán afinar eso.

¿Entonces podría ser que su primer período termine con el inicio de esta obra?

Podría ser, esperemos que sí. Al menos ver avanzado el proceso.

Hablemos ahora de los compromisos de inversión de la empresa privada. Hace unos días publicamos una noticia de la inversión que hará Corporación Favorita, por ejemplo.

En Quito, para los próximos cinco o seis años, existe un potencial de inversiones de por lo menos US$ 4.000 millones. De esa cifra tomamos US$ 2.000 millones e hicimos mesas de inversiones y hemos motivado la inversión. Un dato importante es que hasta el 30 de noviembre hemos cerrado con una ejecución del 70 % del presupuesto municipal; menciono esto porque con las obras que hacemos movemos la maquinaria del sector privado y hemos inyectado US$ 1.600 millones a la economía desde enero hasta el 30 de noviembre. Otro paquete de inversión es solo el de empresas privadas; hemos firmado acuerdos de inversión porque allí buscamos ser un facilitador y darles un tratamiento de fast track. Si una empresa planea invertir yo hago una mesa donde todos los que deban opinar o autorizar reaccionen rápidamente. Hemos canalizado al momento más de US$ 500 millones en contratos de inversión, está por firmarse otro y llegaríamos a US$ 573 millones.

¿Cómo hace clic el Municipio con las empresas privadas? ¿Cómo se logra el win win?

Ha sido bastante fácil. Hay que despojarse de prejuicios y la mejor muestra son los hechos, reunirnos con estos grupos económicos conocer sus proyectos y que se animen a firmar memorandos de entendimiento significa que hemos levantado confianza. El win win es crear riqueza y crear empleo. Hemos dicho que mientras el sector privado genere riqueza nosotros estamos tranquilos porque se genera empleo de calidad. Con cada US$ 28.000 de inversión se genera una plaza de empleo. El objetivo de fondo es que nos afiancemos como la locomotora de desarrollo nacional creando riqueza y empleo de calidad.

En el plan del Municipio se habla de inversiones en movilidad, ambiente, sector productivo... ¿Alguno de estos sectores tiene prioridad?

Los elementos centrales son lo ambiental, la movilidad y lo social. En lo ambiental Quito elaboró una ordenanza para aplicar alianzas públicas privadas, además Quito es la primera ciudad que solicitó abrir una ventana de inversiones y hasta el 30 de noviembre, día en el que se cerró la ventana, recibimos 11 iniciativas de alianzas público privadas en movilidad y tema ambiental. Es complicado generar expectativa positiva en medio de la crisis de seguridad y de energía, invertir en Quito puede sonar avezado, pero no olvidemos que Quito aporta con el 27 % del PIB nacional. El tema ambiental es fundamental y el proyecto más importante de la ciudad en los próximos años será el Complejo ambiental de residuos sólidos y la expectativa es que se desarrolle con una alianza pública privada. Otro tema clave es la movilidad, en el primer trimestre del próximo año llegarán 60 nuevos trolebuses eléctricos chinos. Nos faltarían unas 20 unidades para tener toda la flota eléctrica.

¿Y por qué la prioridad en el sector social?

Porque cada vez se siente más fuerte la ausencia del Estado y ante esto crecen nuestros servicios que todavía son pocos frente a las necesidades de la ciudad, pero son importantes. Ya hablamos del programa 60 y piquito. Hoy tenemos 90 centros de desarrollo infantil y vienen tres más con manejo directo del Municipio. En términos de violencia contra mujeres tenemos tres casas de acogida. Los servicios sociales son una prioridad.

¿En temas de movilidad qué mas se puede hacer?

Nuestra inversión está en los nuevos trolebuses, en la recuperación vial, en el Metro, en las rutas troncales, en las rutas alimentadoras y vamos a inaugurar nueve rutas de oriente a occidente. Estas son importantes para la sostenibilidad del Metro. Desde la cultura ciudadana hay que invertir en valores urbanos apostando por transporte público y convencidos que los autos no son la solución lo que obliga a que la ciudad trabaje mucho en transporte público.

Empezamos hablando sobre el Quito de hoy, ¿se anima a pensar en el Quito de diciembre de 2025?

Será una ciudad con mucha potencia, vamos a afianzar el orgullo de ser quiteños, una ciudad consolidada, con más ejecución de obras, con alianzas público privadas. También puedo advertir al Metro como dinamizador de la ciudad.

¿Piensa ya en un segundo mandato como alcalde?

Todavía no. Es lo único que haría en términos políticos si la ciudad necesitaría empujar cosas que hayan quedado iniciadas. (I)