En un amplio salón de reuniones, con cuadros de sus antecesores a sus espaldas, Martha González conversó con Forbes Ecuador sobre su nueva posición: es la primera mujer como gerente general de esta institución.
Ella empezó a trazar su camino profesional apenas se graduó del colegio, cuando empezó a trabajar en publicidad a sus 18 años. Pasó por los sectores públicos y privados, incursionó como periodista, trabajó en relaciones institucionales, el sector aeronáutico, la industria cervecera, el mundo farmacéutico, fue CEO de varias empresas, es experta en manejo de crisis y docente. Su más reciente posición fue como subsecretaria de Mipymes y Artesanías en el Ministerio de Producción, Comercio Exterior, Inversiones y Pesca del Ecuador.
González tiene una licenciatura en Comunicación Social y cuenta con certificaciones nacionales e internacionales en Product & Brand Management, negocios internacionales, coaching en liderazgo, gestión de personas y mediación de conflictos.
También destaca en la representación gremial. En 2003 fue directora de Relaciones Institucionales y Comunicacionales de la Cámara de Comercio de Guayaquil. Además, es parte de los directorios de la Cámara Industrial de Guayaquil, Cámara de Comercio de Quito y de la Cámara Ecuatoriano Americana de Comercio.
Y ahora es una pieza clave de la Bolsa de Valores de Guayaquil. Con 56 años de existencia, es la primera vez que una mujer lidera esta entidad. González habló sobre su camino, retos, expectativas y cómo su labor traza el camino para más mujeres que buscan seguir sus pasos.
Usted cuenta con una trayectoria de más de 30 años en distintos sectores. ¿Cuáles han sido las experiencias clave que han moldeado su estilo de liderazgo y visión profesional?
Soy una persona muy creyente en Dios y pienso que me ha puesto en los lugares y momentos donde he tenido que estar. Toda esta experiencia, a través de los años y el tiempo, me llevó a este desafío.
El proceso de búsqueda de un nuevo gerente para la Bolsa de Valores de Guayaquil se inició hace cerca de dos meses. Un proceso largo en el cual participé siempre siendo como soy, transparente y brindando todo lo que tenía. Fui parte del directorio de la Bolsa de Valores de Guayaquil hace cuatro años y eso lógicamente ya me generó un vínculo con el mercado de valores en el país. Me involucré muchísimo, como siempre hago en todo lo que emprendo. Yo amo lo que hago y donde sea que esté, lo doy todo al 100 %. Lo he venido demostrando a través del tiempo. Siempre me pongo en lugares adecuados con la gente adecuada.
Yo creo que la experiencia es lo que más nos nutre, pero eso no puede estar divorciado de la formación. He tenido muchos diplomados, cursos a través del tiempo, aprovechando cada una de las oportunidades. Y esa es la lección que doy. Que entiendan la importancia de aprender de cada oportunidad que tienen. El que no se adapta, se muere.
Yo me fui adaptando en cada una de las posiciones que asumí en la empresa privada así como en el ámbito público y todo me ha llevado a ser quien soy hoy. Teniendo esta mezcla de experiencias y de aprendizajes. En todo lo que he hecho, sobre todo en equipos con los que he trabajado, siempre aprendo. El liderazgo no es disponer, sino más bien formar personas. Y uno se rodea de gente que sabe más que uno. De eso se trata, de generar vínculos para que el éxito del equipo o en este caso de la lideresa, nos lleve a conseguir los objetivos. Eso es lo que yo he hecho a través del tiempo.
Hoy estoy frente a un desafío enorme que tiene que ver con el mercado bursátil. Tanto por aprender, tanto por demostrar y tanto por atraer, porque se trata de dar a conocer a todos lo que está pasando en el Ecuador en tema de valores.
Usted acaba de lograr un hito histórico al convertirse en la primera mujer en ocupar la Gerencia General de la Bolsa de Valores de Guayaquil. ¿Qué desafíos enfrentó en un sector tradicionalmente dominado por hombres?
Siempre se habla de romper el techo de cristal, de establecer nuevos objetivos, de romper las reglas. Yo debo decir que se ha ganado mucho. Hoy es más natural y normal ver la presencia de mujeres en directorios. Yo creo que los espacios hay que ganarlos. En mi experiencia debo decir que así fue.
Yo ingresé en cada una de las posiciones demostrando mis capacidades, creo que la base de todo es tener curiosidad, ganas, compromiso y la seguridad de que voy a hacer un buen trabajo y si por alguna razón no conozco algo, me informo, me preparo y demuestro.
A veces tenemos que ser un poco como magos para poder manejar y balancear la vida personal de la profesional. Yo me siento realizada porque para mis hijos yo soy su heroína y ellos son excelentes profesionales y grandes seres humanos.
Sin embargo, yo invito a todas las mujeres a que se presionen hasta el límite, porque el mundo es nuestro y podemos hacer lo que queramos con nuestras vidas. Tengo la certeza de que con lo que yo hago, estoy abriendo caminos para otras mujeres. Y lo he venido haciendo desde antes, no con una cuota de mujeres, sino con esfuerzo, trabajo, demostrando y ganando cada paso.
Y hoy lo hago nuevamente como una mujer que está vinculada al sistema financiero, rompiendo de nuevo esos estándares o moldes, siendo la primera mujer al frente de la Bolsa Valores, que para mí es un privilegio absoluto.
¿Cuáles son los principales objetivos que espera alcanzar en su gestión?
Tengo varias metas en realidad y objetivos compartidos con el directorio. De hecho, estamos preparando ya una nueva junta general de accionistas al empezar este nuevo ciclo. No solamente por el hecho de que sea mujer. Es simplemente una visión distinta, pero más que nada, adaptándonos, con resiliencia y transformándonos. Quiero llevar a la Bolsa de Valores de Guayaquil a un nivel internacional inclusive.
Primero, yo creo que la tecnología es prioridad en cuanto a inversiones y desarrollos de instrumentos financieros. Si nosotros no innovamos, nos vamos quedando.
Segundo, entender que también existen normativas que hay que revisar desde la perspectiva de un nuevo proyecto de ley que nos permita crecer. El mercado de valores del Ecuador tiene que avanzar y para eso es importante el accionar de las autoridades y tenemos muy buena relación con ellas. Todo el mercado de valores y todo el mercado bursátil del Ecuador tenemos que trabajar en conjunto precisamente para resolver esas normativas que no nos permiten crecer. De lo contrario tenemos ciertas limitantes.
Como tercer punto, dar a conocer a la ciudadanía y también en el ámbito internacional, que Ecuador es un país para invertir, que la Bolsa de Valores de Guayaquil está lista para generar y velar porque todas las transacciones se mantengan de la mejor manera.
A la bolsa de valores la veo como una casa grande que va a recibir a todos y cada uno de los actores del mercado de valores del país. El mercado bursátil tiene que gestionar de alguna manera y tratar de que todo, inclusive la base de los inversionistas crezca para que el mercado de valores se fortalezca y hablar de muchas más transacciones a nivel nacional e internacional.
¿Cuáles son los principales principales retos que planea abordar durante su gestión?
Bueno, hay muchos temas. Mi primer desafío es incrementar la participación de las mujeres en cuentas bancarias porque solo 43 % de las mujeres tienen acceso a una cuenta bancaria, versus un 60 % de hombres. Que las mujeres sepan que el sistema financiero está aquí para servirlas y catapultar para que incursionen en el sistema financiero y entiendan que hay diferentes maneras de invertir.
También están varios desafíos tecnológicos en temas de regulación que vamos a abordar para poder generar un alto crecimiento. Las personas que trabajan aquí conocen el mercado a profundidad, pero el reto es seguir formando al equipo en tecnología.
Asimismo, para lograr una nueva normativa que apoye el crecimiento de los mercados de valores a nivel nacional en general hay que encontrar ese puente con la autoridad. El ministro de Finanzas, Luis Jaramillo, tiene la apertura, así como el Presidente, pues también tienen como objetivo fortalecer el mercado de valores porque entienden perfectamente que las transacciones generan movimiento y dinamizan el sistema financiero.
El compromiso en absoluto para traer nuevos proyectos para que la Bolsa de Valores pueda seguir creciendo, se proyecte y se generen fuentes de empleo, y que todo este círculo virtuoso sea productivo.
Romper barreras de género en posiciones de liderazgo no es tarea fácil. ¿Cómo percibe la evolución del sector financiero en términos de equidad de género? ¿Cree que las oportunidades para las mujeres en este ámbito han mejorado?
Sí, sin duda. Nosotros creemos mucho en el liderazgo femenino, yo particularmente y en la Bolsa de Valores de Guayaquil no es distinto. La demostración es que el directorio, tanto como su accionista, han creído en una mujer para llevar el destino de esta entidad.
Hay muchos objetivos planteados en ese aspecto. Hace cuatro años suscribimos un convenio que dice que debemos llegar a un mínimo de 30 % de presencia de mujeres como directivas. La Bolsa de Valores de Guayaquil lo superó y orgullosamente más del 67 % son mujeres.
Hay muchos tabúes que tienen que ver con el mito de que la mujer no tiene mucho que ver en el tema financiero. Este es otro aporte a demostrar que las mujeres podemos hacer todo y que podemos hacer el cambio.
Al hablar de las emisiones y todo lo que se genera en una bolsa sobre las transacciones, nosotros hicimos hace poco emisiones por cerca de US$ 20 millones a una cooperativa que trabaja con asociaciones de mujeres.
¿Qué legado le gustaría dejar en la bolsa de valores de Guayaquil y en el sector financiero del país?
Me encantaría que al final de este proceso, sea que me tome dos, tres, cuatro años o toda la vida, dejar un mensaje claro y entregarlo a todo en términos de corazón, de tiempo, de espacio, de conocimiento y obtener los resultados planteados. No solamente siendo pragmática, porque suelo hacerlo, sino también efectiva, porque también es mi forma de trabajar, generando vínculos de larga duración.
Que lo que piensen de mí, cuando salga de la Bolsa de valores, sea 'esta mujer impuso un cambio, le dio dinamismo, le puso cara, corazón y voz a un sistema financiero' que a mí juicio hoy lo necesita y todos juntos, como uno solo, lograr inclusive abrir los mercados internacionales, me refiero el mercado bursátil. Así que, creo que el desafío es grande, no le tengo miedo y al contrario, tengo todas las ganas de hacerlo y además estoy convencida de que es el cambio que se estaba esperando. (I)