'La dolarización es la institución más respetada en el país'
José Hidalgo, director general de Cordes, analiza la propuesta de enmienda constitucional que propone reconocer al dólar como la moneda oficial del Ecuador. Habla sobre lo que ocurrió con la emisión de los 'ecuadólares' hace una década y proyecta escenarios respecto a una posible convivencia entre un dólar con respaldo y otro sin.

El dólar vuelve al centro del debate en Ecuador, luego de que el Consejo de Administración Legislativa aprobara el pasado 25 de febrero, una resolución presentada por la presidenta de la Asamblea, Viviana Veloz, para tratar un proyecto de enmienda constitucional que reconocería al dólar como la moneda oficial del Ecuador. La propuesta de la titular del Poder Legislativo genera conversaciones en distintos niveles.

Para hablar sobre este tema, Forbes Ecuador conversó con José Hidalgo, director general de Cordes. Este analista económico considera a la moneda como la institución más respetada del país y teme que con una reforma legal se emitan dólares sin respaldo. Piensa que la gente siempre querrá tener el billete para hacer pagos y no tener un saldo en la cuenta sin saber sin son dólares de verdad o dólares creados por el BCE.

¿Qué representa la dolarización para Ecuador hoy?

Es la institución más respetada y popular en el país. Es un sistema monetario que, con sus falencias, ha permitido que los ecuatorianos tengamos una estabilidad en precios y eso nos permite cierta previsibilidad al futuro respecto al costo de las cosas, en cuánto se debe pagar de interés por un crédito, en cuánto va a rendir una inversión. Entonces es una institución básica para que la economía ecuatoriana no se haya desbarrancado en momentos de gran responsabilidad fiscal.

¿Cómo mira las propuestas de enmienda constitucional que reconocería al dólar como la moneda oficial del Ecuador?

Suena muy sospechoso que desempolven un proyecto de enmienda constitucional cuatro años después. Y sobre todo al partido político al que se asocia con una posibilidad de una eventual desdolarización. Creo que es una movida política a través de la cual este partido quiere despegarse de ese miedo que genera en una parte de la ciudadanía y decir 'nosotros estamos defendiendo la dolarización'. Desde mi punto de vista, poner al dólar como moneda oficial en la Constitución no es suficiente para garantizar un buen funcionamiento del sistema.

Usted recalca una frase del plan de gobierno de Luisa González en donde se dice 'recuperar el mecanismo de gestión de liquidez'. ¿Cómo interpretar esa frase?

En castizo eso significa volver a permitir los créditos del Banco Central al gobierno, que a diferencia de lo que muchas veces se cree que implicaría que el gobierno use una parte de las reservas internacionales, lo que en realidad significa es que el BCE empezaría a emitir dólares no respaldados en dólares genuinos de la Reserva Federal de Estados Unidos, sino una moneda contable y que a cambio de eso se reciban papeles del Estado. 

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¿Qué efectos se pueden esperar?

El correísmo ya utilizó este mecanismo cuando se quedó sin fuentes de financiamiento a partir de 2014. Entró en circulación en la economía ecuatoriana una moneda que todos creímos que eran dólares, pero que eran 'ecuadólares' emitidos por el BCE. Con eso se mantuvo la ilusión de que la economía seguía sin mayores cambios pese a la contracción y la caída de divisas. Con esa ilusión de normalidad la demanda se mantenía estable y una parte de esa demanda se iba a importaciones, pero para hacer giros al exterior por pago de duda o giros por viajes solo se puede usar dólares respaldados o genuinos. Las reservas internacionales se mueven en función de los movimientos de Ecuador con el resto del mundo y aumentan por exportaciones, por desembolsos de duda o por remesas, por ejemplo y caen cuando pagamos importaciones o pagamos deuda externa o cuando hacemos giros al exterior. Como las importaciones se mantenían artificialmente altas por esta 'inyección de liquidez' a la economía por parte del BCE las reservas empezaron a caer poque hubo importaciones que iban más allá de la capacidad natural que hubiera tenido la economía en un contexto como el que se vivía. La situación llegó al punto en el que las reservas internacionales fueron insuficientes incluso para cubrir lo que los bancos privados tienen por ley en el Banco Central, es decir un porcentaje de los depósitos de los ciudadanos, conocido como encaje bancario.

¿Qué ocurrió con esa emisión que menciona?

Hubo una expansión del balance y el Banco Central digitaba en la cuenta del tesoro una cantidad y recibía a cambio obligaciones del Estado; entonces aumentaban el activo (las cuentas por cobrar) y el pasivo (la emisión monetaria) del Banco Central. Una vez que esto se prohibió se generó un cronograma de pagos y se fueron absorbiendo esos 'ecuadólares' porque el Estado pagaba sus obligaciones y el balance del Central se iba achicando. El riesgo es que el correísmo quiere reintroducir esta herramienta que está ventajosamente prohibida por el Código Monetario y Financiero; conociendo el manejo fiscal que tuvo el correísmo históricamente, con mucha seguridad esto implicaría un desborde en la utilización de esta herramienta y una emisión masiva de 'ecuadólares'.

Si el Estado necesita una cantidad determinada para pagar salarios, por ejemplo, usaría los ecuadólares...

Sí, pero inventándose esa cantidad, sin respaldo.

¿Y qué pasa con esa operación? ¿El dinero sin respaldo ingresa a las cuentas del Ministerio de Economía y se hace el pago? ¿Es como inyectar a las venas de un cuerpo sano algún tipo de veneno?

Exactamente. Y no te das cuenta hasta que ese veneno ya es suficientemente representativo como para que ese cuerpo se sienta mal. Como decía, ventajosamente esa herramienta fue prohibida porque podía darse el caso de que esto se siga utilizando de forma importante y que no sepamos cuánto del total de circulante eran dólares de verdad y cuántos eran 'ecuadólares'.

¿Y esa deuda que asumió el Estado con el BCE cuánto se tiene que pagar?

Se estableció un cronograma de pagos con plazos relativamente largos. Se empezó a pagar, aún hay un remanente, pero ya se está reabsorbiendo esa emisión.

¿Se sigue acumulando esa deuda? ¿El Estado puede caer en default con el propio BCE?

Podría darse y estaríamos en un estado en el que la dolarización como la que conocemos ya no sería la misma. No habría una desdolarización de facto en la que un gobierno diga hasta aquí llegó, sino que nos iríamos dando cuenta poco a poco que estamos conviviendo con el dólar de EE.UU. y el ecuadólar. Entonces eso puede impactar en el sistema financiero si es que se genera nerviosismo en los depositantes.

¿La gente querría ver el billete, la moneda?

Ese es el mayor riesgo. La gente querrá tener el billete para hacer pagos y no tener un saldo en la cuenta sin saber sin son dólares de verdad o dólares creados por el BCE.

¿Qué pasaría si el 'ecuadólar' llegara a ser mayoría?

Llegaríamos a un punto en el que las reservas internacionales estarían en niveles absolutamente insuficientes para cubrir lo que los bancos tienen en el BCE, generando algún tipo de nerviosismo financiero.

¿Y no podríamos importar?

Se podría importar en la medida en la que seguiría ingresando dólares por exportaciones o desembolsos de deuda, pero sería uno a uno: por cada dólar que exporto podría girar uno al exterior para importaciones. Es un escenario que queremos evitar.

¿Y como quedaríamos ante el mundo, ante los multilaterales?

En el acuerdo con el FMI está claro: esta prohibido los créditos del BCE al gobierno porque el mismo FMI lo entiende como un riesgo para la dolarización. Si el correísmo tuviera la intención de mantener el acuerdo con el Fondo, pero permiten los créditos con el BCE, el acuerdo se viene abajo.

¿Podría existir inflación del 'ecuadólar'?

Claro, en la medida en que la gente ya no acepte al 'ecuadólar' en el valor uno a uno. 'Si te presto 200 dólares me tienes que pagar 300, 400' y eso implica devaluación y un incremento de los precios expresados en esa moneda. Otro tema importante que me hace dudar de la propuesta de enmienda es que el correísmo no siempre respeta la Constitución; a lo que voy es que el papel aguanta todo y finalmente el dólar no dejaría de ser una moneda de circulación en el país y el riesgo es que esa moneda oficial conviva con otra moneda.

¿Los pagos se harían normalmente en una tienda, en un minimercado?

En montos pequeños nadie se daría cuenta. Se mezclan las dos monedas y mientras la mayoría sea sangre buena no nos damos cuenta.

¿Y no se puede tener trazabilidad con blockchain?

Podría haber de parte del sistema financiero algún tipo de pedido para establecer que los pagos que nacen de una cuenta estén de algún modo identificados, pero igual no dejarías de introducir nerviosismo. En Economía hay un dicho: la moneda mala desplaza a la moneda buena. La gente querría deshacerse rápido de la moneda mala y el nerviosismo no queda solucionado. El problema de fondo es asegurar que en Ecuador solo circule el dólar de EE.UU.

Si llega a ocurrir la emisión de 'ecuadólar', ¿cuánto tiempo pasaría para darnos cuenta de esta 'mala sangre'?

Depende de la profundidad o del monto en el que se quiera utilizar estas herramientas. En su momento fue bastante fuerte y los analistas no entendíamos bien lo que estaba sucediendo y no se generó el nerviosismo que hoy podría darse. El excandidato Arauz ya lo dijo: para pagos internos ecuadólar y para los pagos externos dólares de verdad. Con esa propuesta, yo como ecuatoriano quiero dólares de verdad, en billetes. Pero el tiempo de contaminación dependerá de la velocidad con la que ellos usen ese mecanismo.

¿Hay techo de deuda interna para que el Estado, hasta cierto punto, pueda generar 'ecuadólares'?

Hay un techo para la deuda consolidada y un cronograma para volver, si no me equivoco, al 40 % de deuda como porcentaje del PIB. Habría que modificar el techo de la deuda para seguir emitiendo esos papeles. Todo esto es un tema legal y si el próximo gobierno tiene mayoría en la Asamblea que no vea esto con malos ojos, podría darse ese cambio legal.

¿Sería una política irreversible?

No, porque ya se dio, se prohibió y se controló el problema. El tema es volver a aplicarlo sobre todo cuando ya se entiende cómo funciona el sistema, causaría una reacción que no causó en un primer momento cuando creíamos que efectivamente se estaban tomando las reservas del Central.

¿Existen antecedentes en otros países dolarizados?

No. Si un país entró a un sistema sumamente rígido es porque manejó tan mal la moneda que tuvo devaluaciones, inflaciones altas y demás. Entonces la lógica es: el dólar es la moneda oficial, pero nos atamos a la cantidad de dólares disponibles en la economía. Esa cantidad aumenta si el país exporta mucho o caerá si importa mucho, pero se irá ajustando. Y nadie pensaba llegar al extremo de inventarse una nueva moneda y eso solo lo pudo concebir un gobierno que históricamente ha visto a la dolarización como una camisa de fuerza.

¿Cuál sería el peor escenario?

Un pánico financiero, esto sería catastrófico para cualquier economía. Ventajosamente el sistema financiero ha sido un sostén de la economía, incluso en la pandemia no hubo un retiro masivo, la gente siguió confiando en el sistema financiero por la calidad de los bancos. Pero si llegaramos al punto en el que no sabemos si el dólar en el banco lo puedo retirar y cambiarlo por un billete verde se puede generar nerviosismo. (I)