A pocos meses de que el TLC con China cumpla su primer año, la expectativa está en que el gigante asiático apruebe los permisos fitosanitarios para que la quinua, aguacate, arándanos, piña y derivados de lácteos ecuatorianos puedan ingresar a ese mercado. En mayo próximo arrancará el segundo año de la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio (TLC) con el gigante asiático, y Ecuador ha venido gestionando los certificados para esos cinco productos de exportación.
Gustavo Cáceres, presidente de la Cámara de Comercio Ecuatoriana China (CCECH), explica que existe un comité de priorización donde se establecieron los productos con potenciales compradores en China. Esa coordinación se realiza a través de Agrocalidad, la entidad estatal que se encarga de trabajar directamente con la aduana china producto por producto, en el marco del acuerdo comercial.
Cáceres destaca que la visita a China del presidente de la República, Daniel Noboa, anunciada para los próximos meses, puede impulsar la aprobación de los permisos fitosanitarios. Eso permitirá el despegue de las ventas de productos no tradicionales y que se beneficiarán con la aplicación de arancel cero.
En 2024, China fue el segundo destino de las exportaciones ecuatorianas no petroleras, con US$ 5.085 millones. Ese monto significó una reducción del 10,3 %, aunque ese país se mantiene como el principal origen de las importaciones. El año pasado, las compras sumaron US$ 6.038 millones, 0,6 % más que en 2023.
Actualmente, se estima que más de 11.000 empresas ecuatorianas tienen relaciones comerciales con China, de ellas, más de 600 están vinculadas al sector exportador.
Cáceres conversó con Forbes para realizar un balance y perspectivas del acuerdo comercial con China. El 13 de marzo de 2025, este joven ejecutivo guayaquileño terminará su gestión liderando el gremio binacional, luego de cinco años. Entre los hitos están el impulso que se le dio al proceso del acuerdo comercial, amplificar el trabajo de la Cámara a otras ciudades y el incremento en el número de empresas afiliadas de 100 a 260, entre ellas de origen asiático.
El TLC con China entra en su segundo año, ¿cuáles son las lecciones?
Las relaciones con China no se las puede analizar con inmediatez sobre todo un acuerdo comercial porque es un proceso, si nos comparamos con países que ya tenían vigentes los acuerdos. En América Latina somos cinco países con TLC: Chile, Perú, Costa Rica, Ecuador y Nicaragua, este último se sumó en 2024. Si lo vemos por el lado de las importaciones, Ecuador ha sido un país que ya sabe cómo comprar desde China, tiene contactos, proveedores, visita ferias, mercados, fabricantes.
¿Qué pasó por el lado de las exportaciones?
Esperamos que se diversifique la oferta exportable para que no solamente sean productos tradicionales los que lleguen a China, como camarón, banano, cacao, flores. Por ahora, existe un proceso muy avanzado, de acuerdo con la información de Agrocalidad, para la obtención de los permisos fitosanitarios de la quinua, aguacate, arándanos, piña y productos derivados de lácteos. Es un proceso, ya que por el hecho de que un producto tenga arancel cero no implica que lo podemos vender de forma inmediata. Debemos cumplir con estándares que nos solicita la aduana china, permisos sanitarios, fitosanitarios, certificaciones que piden según el producto, incluso hay requisitos en tema de etiquetado, que muchas veces puede ser un dolor de cabeza.
¿Cómo debe ser el etiquetado?
En chino, resaltando los valores nutricionales, los exportadores deben tener claro que el producto debe ser adaptado al consumidor chino. Tenemos que olvidarnos de la fórmula que utilizamos para atender al mercado norteamericano o europeo. En el caso del atún ecuatoriano, que hace unas semanas se dio la noticia de la primera exportación con éxito, tuvo dificultades en un proceso anterior con el etiquetado.
¿Ecuador ya exporta productos tradicionales a China, pero faltan los no tradicionales?
Efectivamente, tenemos los productos tradicionales que ya se venden a China, que en su mayoría han entrado en un proceso de desgravación escalonada, como el banano o del camarón, que en 10 años llegaremos a tener arancel cero. Pero tenemos estos nuevos productos como la quinua, pitahaya, aguacate, piña que bajaron de inmediato a un arancel cero. El acuerdo comercial estableció mecanismos que agilitan los procesos sanitarios y fitosanitarios. Es importante mencionarlo porque con la pitahaya nos tomó casi 10 años obtener los permisos fitosanitarios.
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¿Ya tiene permiso la pitahaya?
La pitahaya cuenta con fitosanitarios para exportación a China desde antes del acuerdo comercial, pero pagaba un arancel de 20 %. Ahora paga 0 % y ya se exporta con los permisos fitosanitarios requeridos por la aduana. Antes los permisos podían convertirse en un problema para el exportador, sin embargo, por estos mecanismos que se han establecido en el acuerdo otorgan plazos para tener respuestas técnicas en no más de 30 días. Y si hay nuevas notificaciones que emita la aduana China, estas deben de ser compartidas a los entes reguladores en el país en no más de 60 días y en un texto en inglés.
¿Por qué dice que los permisos están por salir?
Están en proceso. Existe un comité de priorización en el cual Agrocalidad establece qué productos se van a empezar a gestionar su permiso fitosanitario con la aduana de China, se negocia uno a uno. En este caso se estableció que el grano de quinua tiene gran potencial de consumo y que la industria local está preparada. Es muy importante también mencionar el gran valor que tiene la asociatividad entre los productores, como se dio con la pitahaya que es un caso de éxito, muchos medianos y pequeños productores se unieron para atender la gran demanda.
Entonces, ¿lo mismo se puede reflejar para otros productos?
El siguiente producto que está en esta mesa de priorización es el aguacate, es un producto con muchísimo potencial de consumo en China, conocido como la fruta mantequilla. China es uno de los dos principales compradores de aguacate del mundo y sus proveedores son Chile y Perú, que cuentan con acuerdos comerciales, y México, que no tiene. Por lo tanto, Ecuador tiene una gran oportunidad de subirse también a ese bus. Después está el arándano y luego la piña. Y también hay gran interés de la industria ecuatoriana de llevar hojas de tabaco.
¿Qué pasa con el tema de los derivados de lácteos?
En agosto o septiembre de 2024, tuvimos la visita de una de las principales autoridades de la Aduana China, y se dio la firma de un memorando de entendimiento. Primero, se van a seguir respetando estos mecanismos y plazos establecidos en el acuerdo comercial, porque no podemos tener arancel cero, pero si los fitosanitarios nos toman 10 años en obtenerlos es como que no tuviésemos acuerdo comercial. Durante la visita se inspeccionaron fábricas de productos lácteos. La leche y la leche en polvo no son productos que tienen mucho potencial en China, sin embargo, hay un gran interés para derivados leche como queso maduro, bebidas lácteas como yogur, bebidas funcionales, bebidas con suero. Hacia ese nicho es que hay que tratar que atender.
¿De qué depende que se gestionen a mayor velocidad los permisos?
Con China es importante la voluntad política. El acuerdo comercial entre Ecuador y China se dio justamente por una muestra de voluntad por parte del gobierno chino en trabajar con Ecuador. Y el presidente Xi Jinping ha dicho de que Ecuador es un socio estratégico integral de China. Entonces, creo que va a ser muy importante si se concreta la visita anunciada por parte del presidente Daniel Noboa para agilizar la firma.
¿Qué otro impulso podría dar?
El sector privado debe servir como una especie de detonante. El primer producto que se exporta a China en el marco del acuerdo comercial es el atún, que se dio por una iniciativa privada de la empresa Tecopesca, de Manta, con apoyo de CNEC, empresa afiliada a la Cámara. El atún es uno de los productos particulares de este acuerdo, si un vendedor chino quiere ingresar a Ecuador debe pagar 35 % de arancel, a pesar de eso, China aceptó que el atún ecuatoriano sea desgravado totalmente a cero.
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¿La exportación de cuánto fue?
Era una cantidad simbólica para cumplir los requisitos, sobre todo en etiquetado de la aduana China, previamente ya se había dado un primer envío, sin embargo, no superó los filtros. Es un hito importante para nosotros y para la aduana en China, al punto que organizaron allá una ceremonia para dar la bienvenida como la primera importación de atún ecuatoriano. Un nicho específico es la población de clase media que lo consume tipo de snack. Por ahora, no es un mercado donde se vaya a vender muchísimo, pero ya se empieza a introducir, así como lo hicieron en su momento el camarón y el banano. A mí me gusta siempre decir que hay que aprovechar que los productos ecuatorianos, banano, camarón, flores, cacao, ya se han ganado una reputación de ser productos premium en China.
¿Cómo calificaría al 2024?
Las relaciones con China deben ser evaluadas en un mediano a largo plazo. También considero que para tener éxito con los negocios en China debe prevalecer el pragmatismo. De ahí esa frase tan famosa de Deng Xiaoping que dice no importa que el gato sea blanco o negro con tal de que cace ratones. Entonces, no importa que el presidente de un país o el presidente del otro me diga que no haga negocios con quien yo quiera. Tenemos que ver qué es lo que le conviene a Ecuador, por eso el pragmatismo. Resalto lo positivo en estos primeros meses el acuerdo comercial, se logró la primera exportación de un producto que antes no se podía vender en China, en el caso del atún. Y algo muy importante es que la comunidad empresarial del país se ha interesado más en conocer cómo vender o cómo comprar desde China.
¿Cómo se traduce eso en la práctica?
En la Cámara, de forma regular, organizamos misiones comerciales con empresarios que visitan ferias. Todos los años siempre hemos organizado dos ferias, en abril y en octubre. Este año tenemos planificado hacer cuatro eventos, que no solo son de empresarios que van a visitar ferias sectoriales para importar, participarán también en ferias especializadas en consumo de frutas. Una de ellas será en Shanghái. También retomaremos la misión deportiva para la Maratón de la Gran Muralla China. Si a eso le sumamos la nueva ruta de Guayaquil-Chancay-Shanghái, o Qingdao, que son dos de los puertos donde más llegan los productos ecuatorianos, estamos hablando de que el escenario para este 2025 va a mejorar mucho. Vemos con optimismo esta relación. Creemos que si no hemos visto todavía un incremento en las exportaciones como se esperaba, 2025 será, en cambio, cuando se dará ese empuje para que el acuerdo comercial coja fuerza.
¿Cómo son los aranceles para este segundo año?
Al momento de la firma del acuerdo comercial más del 90 % de productos fueron desgravados de forma inmediata, es decir, bajaron a cero. Los productos que ingresaron en esta desgravación principalmente fueron los tradicionales y que tienen mayor participación en esta balanza comercial como son el banano que este año ya baja de 10 % a 9 %. En el caso del camarón, en cambio, se irá desgravando en medio punto. Tiene de forma oficial el arancel es 5 %, sin embargo, en este momento por un beneficio que da la aduana china el arancel que se paga solo es 2 %, pero es temporal. En 10 años se van a liberar ambos productos. En cambio, uno de los productos que más se importa que son los vehículos serán desgravados a 15 años, en la actualidad en promedio pagan 30 %, se irán desgravando dos puntos por año.
¿La reducción del consumo chino también afectó las exportaciones?
Es un punto que ha afectado el índice de consumo en China, sin embargo, de acuerdo con información publicada por el Ministerio de Comercio Chino, este año se estima que nuevamente la tasa de crecimiento del PIB supere el 5 %, con la que cerró en 2024. Como país, lo que nos toca es estar preparados para que, si la situación en China se empieza a acelerar nuevamente a nivel de consumo, estemos listos para atender la demanda.
¿Una mejora de la economía en China impactaría en el crecimiento de ventas?
Definitivamente la mejora en el nivel de consumo en China va a influir directamente en el nivel de consumo de los productos ecuatorianos. Porque de acuerdo con los estudios, los productos ecuatorianos son consumidos principalmente por la clase media alta en China. Son más de 600 millones de personas con un PIB per cápita de más de US$13.000 al año, que les permite darse esos gustos de acceder a alimentos importados y entre esos sus favoritos los de origen ecuatoriano.
¿La guerra comercial entre China y Estados Unidos puede afectar?
Nuestro país debe regirse por el pragmatismo. China y Ecuador tienen economías que se complementan. Entonces, si yo tengo un gran cliente como China no debo de dejar de vender lo que ya estoy trabajando. Si es que los Estados Unidos me empieza a ofrecer productos que estoy comprando en China con mejor precio, obviamente como país tengo que comprar a los Estados Unidos. Pero mientras mejores condiciones, ya sea para comprar o para vender nuestros productos, porque mayor clientela, preferencias arancelarias, tenemos que trabajar con China. Sería un poco ilógico teniendo al cliente que todos los países quieren tener, que es China, con un acuerdo comercial vigente, dejar de venderles o poner trabas o dificultades para llegar con nuestros productos. (I)