Marzo de 2020 es un mes que todos recordaremos. Fue el momento en que la pandemia llegó y sacudió al mundo entero, afectando profundamente nuestras vidas y negocios. En mi caso, esa crisis fue una oportunidad para replantear la estrategia de mi empresa y, sin saberlo en aquel entonces, para dar los primeros pasos en la construcción de mi marca personal.
La pandemia me llevó a migrar nuestro modelo de negocio hacia la educación en línea, pero también me empujó a compartir lo que sabía en redes sociales. Al no tener mucho que hacer en casa, decidí prender la cámara y empezar a hablar. La verdad, no sabía ni de qué lo haría, pero estaba seguro de que mis 20 años de experiencia en las aulas de algo me servirían. Así, durante casi cuatro meses, hice transmisiones en vivo todos los días al mediodía. La meta era enseñar, compartir lo que había aprendido sobre emprendimiento y brindar consejos a aquellos que, como yo, estaban navegando en aguas desconocidas. En esos días difíciles, mi intención era ayudar a otros; sin embargo, sin preverlo, empecé a construir mi propia marca personal.
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Han pasado más de cuatro años desde entonces, y hoy puedo decir sin dudas que esa fue una de las decisiones más importantes de mi vida profesional. La marca personal no era un concepto nuevo para mí; había escuchado hablar de ella en clases y seminarios. En una ocasión, recuerdo una diapositiva que mostraba el vínculo entre Steve Jobs y Apple, o Elon Musk y Tesla. En aquel momento, no capté completamente la relevancia de esta relación, pero ahora entiendo cómo la marca personal es capaz de elevar y transformar una empresa.
Recientemente, leí un artículo que resaltaba cómo la marca personal de los líderes se ha convertido en un factor clave en el éxito corporativo actual. Hoy, las empresas ya no dependen únicamente de su nombre o trayectoria, sino también de la autenticidad, visibilidad e influencia de sus líderes. Este enfoque responde a la demanda de relaciones más humanas y auténticas en el mercado, posicionando a los ejecutivos como figuras estratégicas que pueden fortalecer la reputación de la empresa, atraer talento y consolidar la confianza de clientes e inversionistas.
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Las nuevas generaciones, especialmente los millennials y la generación Z, están redefiniendo lo que esperan de su lugar de trabajo. No se conforman solo con realizar sus labores; buscan líderes que admiren, que reflejen sus valores y que les ofrezcan un espacio para marcar una diferencia. La estabilidad laboral ya no es suficiente: quieren reconocimiento, influencia y oportunidades reales para contribuir a la organización. En este contexto, la marca personal cobra una relevancia innegable. Los líderes que muestran autenticidad y coherencia, que son visibles y que buscan conectar de manera genuina, refuerzan la reputación de sus organizaciones y las hacen más atractivas tanto para el talento como para los clientes.
Este proceso también eleva la visibilidad de la empresa en su industria, destacándola frente a la competencia. Cuando un líder se convierte en referente, la empresa entera se beneficia, posicionándose como una organización innovadora y humana. Más allá de la visibilidad, es fundamental que la marca personal de un líder esté alineada con los valores de la empresa.
Cuando existe coherencia entre los valores del líder y los de la organización, esta sinergia refuerza la cultura y solidez internas.
¿Estamos realmente conscientes de la importancia de construir nuestra marca personal? En un entorno en el que la visibilidad y la influencia son cada vez más relevantes, gestionar nuestra reputación de manera estratégica es clave para alinearla con las demandas del mercado y destacar en nuestra industria. Construir una marca personal auténtica no solo impulsa nuestro crecimiento profesional, sino que también refuerza los cimientos de la empresa que representamos. Si aún no has empezado, recuerda que no se trata solo de estar presente en redes, sino de hacerlo con propósito, aportando valor y siendo fiel a quien eres. En tiempos de cambio, nuestra marca personal puede ser el mejor aliado para impulsar el éxito de nuestra empresa. (O)