Aquella frase de 'tienes una vida de perros' ya no se puede usar despectivamente, como se solía hacer años atrás. La vida de perros era llevar una mala vida, sufrida, y atormentada; ahora ocurre lo contrario.
Tener una 'vida de perros' en el inicio de 2024 es casi vivir entre los lujos, atenciones en exceso, alimentación de primera, snacks o golosinas, vitaminas para el pelaje, paseos, guarderías y hoteles de mascotas. Y si fuera poco, hasta consultas con el psicólogo de perros.
Que alce la mano quien tuvo que hacer malabares o gastarse parte de sus ingresos de Fin de Año para dejar a su 'perrihijo' en un sitio adecuado si quería viajar fuera de la ciudad. También ocurrió con los gatos, pero de ellos conozco poco.
La vida de perros que tienen ciertas mascotas es envidiable. Conversaba con un amigo sobre los gastos de estadía en un hotel de mascotas. Primero hay que decir que para días feriados es necesario hacer la reserva con, al menos, una semana de anticipación y un depósito. Después de pasar malas experiencias en algunos lugares, encontré un sitio donde el día cuesta US$ 25 para las mascotas de tamaño grande.
Si la mascota se quedó cinco días sumaron US$ 100, a eso se añadió el costo del transporte de ida y vuelta de US$ 35. Es decir, por cinco días de estadía el pago fue de US$ 135 para dejar en un lugar seguro al peludo, donde cuidaron y alimentaron a mi mascota. La comida la lleva el dueño, además debe tener todas las vacunas al día y estar sano. Y si sumamos los días por trabajo y por temas familiares que tuve que salir de la ciudad en diciembre, ni les cuento: US$ 210 más. Un lujo.
Según los datos del último Censo de Población y Vivienda 2022, en Ecuador había 4,1 millones de perros y gatos en los hogares. Fue la primera vez en la historia que se le preguntó a los ecuatorianos sobre las mascotas.
Y desde junio de 2023, entró en vigencia la reforma tributaria que incluyó el gasto en mascotas de los gastos deducibles de los contribuyentes. Lo que haya destinado a la salud, alimentación, adiestramiento, gastos veterinarios, vestimenta, peluquería, accesorios y servicios exequiales se pueden deducir del pago del impuesto a la renta.
Otra reforma favor de las mascotas fue al reglamento a la Ley de Régimen Tributario Interno. Desde el 1 de enero de 2024, los servicios y honorarios veterinarios tienen tarifa 0 % del impuesto al valor agregado (IVA). Hagan cuentas para saber cómo es la nueva vida de perro. (O)