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Buscar la verdad, con la visión de múltiples voces y pensamientos, investigar, denunciar la corrupción y entregar esas interpretaciones libres, fue la contribución de HOY a la democracia durante  32 años interrumpidos hace una década

22 Agosto de 2024 09.10

El periodismo siempre demandó transparencia, humildad e independencia para cumplir eficientemente la gestión de intermediario entre los hechos, sus efectos y la ciudadanía. Para ello los periodistas enfrentan a los distintos poderes que tienden a ocultar información que podría molestar en sus proyectos de dominio.  

Hace 10 años, el 25 de agosto del 2014, un gobierno autoritario y corrupto, que había manifestado su aversión a la información e investigación independientes, decidió eliminar la gestión periodística que Diario HOY venía practicando y defendiendo durante más de 32 años.  Tiempo en el que cientos de columnistas y periodistas de distintas tendencias democráticas pasaron por sus páginas impresas y virtuales, y en forma libre investigaron, analizaron y comentaron los hechos sociales.

Los que fuimos parte de esa idea de periodismo en libertad, que se sustentó en la ética, la independencia, el pluralismo, construimos parte de nuestras vidas durante las tres décadas que HOY subsistió. En 2022, cuando el Diario habría cumplido 40 años, edité el libro “HOY, un diario que enfrentó al poder” en el que resumí la dura tarea de sostener un periodismo libre y honesto, la única herramienta para combatir la falsedad que el poder, la ambición y la política buscan imponer.   HOY fue un medio de  comunicación, investigación y análisis, en defensa de la transparencia y la democracia. En ese libro, disponible en Amazon y en varias librerías, se narran los 32 años de vida del matutino a lo largo de once gobiernos. 

La prensa en general y HOY en particular, siempre incomodaron al poder; los gobiernos que se sucedieron desde el inicio de la democracia, respetaron en gran parte la libre circulación de las ideas. Algunos trataron de acallar la crítica; pocos defendieron la libertad que el juego democrático exige. La llamada Revolución Ciudadana, vendida como revolucionaria, buscó durante la década de su mandato, atropellar la democracia.

HOY fue uno de los precursores del desarrollo tecnológico. El primero al revolucionar la redacción, impresión a color, comunicación por satélite. Fue el primer diario en América con edición en la red. Instauró la producción remota de sus ediciones y lo más importante, creó el primer archivo digital de toda la información recopilada en los años de vida democrática: fotografías, gráficos, textos, caricaturas, se almacenaban en Explored, su base de datos.  Por su agilidad, HOY estaba en capacidad de adaptarse al mundo digital, uno de los mayores retos de subsistencia que los medios  enfrentan en el país y el mundo.

En el nuevo siglo, estallaron las redes sociales con la difusión general del internet. Un nuevo sistema de comunicación e información que abría el espacio a millones de personas que buscaban directa o indirectamente competir con ese intermediario tradicional, el periodista profesional. Todos pudieron expresar sus anhelos, sentimientos y obviamente odios y frustraciones. Sin controles de ningún tipo arreciaron las medias verdades, la mentira, la manipulación de las voluntades. 

Ante la proliferación de audaces buscadores del poder sin mayor conocimiento ni propuestas ideológicas, la ausencia de las elites, antiguas formadoras de opinión y propuestas democráticas, la proliferación de sistemas de comunicación generalmente falsos pero impactantes, resulta urgente y necesaria la acción de los medios profesionales independientes, que analicen y propongan caminos para sustentar los valores democráticos y luchar contra la corrupción enquistada en todas las esferas. 

Este es posiblemente, el único antídoto para salvar la democracia, proponiendo soluciones concretas que puedan ser comprendidas y acogidas por la ciudadanía.  La simple denuncia, la exposición de las diferencias sociales, el impacto de la crónica roja buscando audiencias, lastiman los valores periodísticos y contribuyen a lo que algún experto decía: “el ascenso de la insignificancia” que abre lugar a caudillos mediocres.

Buscar la verdad, con la visión de múltiples voces y pensamientos, investigar, denunciar la corrupción y entregar esas interpretaciones libres, fue la contribución de HOY a la democracia durante  32 años interrumpidos hace una década. (O)

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