Enero siendo el primer mes del año es un mes de mucha ilusión. Es el mes de planificar nuestro año, de establecer metas y objetivos y como todo nuevo comienzo viene cargado de motivación y buena energía para decidirnos a luchar por las cosas que queremos. 

Mientras avanza el año, vamos ganando o perdiendo esa fuerza, pero mientras dure este mes aprovechemos para poder diseñar un plan para todo lo que queremos conquistar. Como país también nos coincide con el arranque de un nuevo gobierno al que por el bien de todos le deseamos muchos éxitos. 

No hay años completamente buenos ni completamente malos, todos son una mezcla de emociones, lo que todos deseamos es que las cosas buenas sean las que más pesen en cada uno de ellos. 

Para mí los números pares son más llevaderos y aunque nací un día 3, el 4 ha sido siempre uno de mis números favoritos. Por ello, estoy bastante ilusionada en que este será un gran año para todos.  De hecho, para la cultura china es el año del dragón; un animal que ha sido el símbolo del emperador. Esto se traduce en ser un año de mucha vitalidad y fortuna; es decir éxitos de manera general. Además, que el dragón se caracteriza por ser sensible al amor y por su gran pasión; sin embargo, hay que tener cuidado porque son mal genio y no pueden controlar su fuego. Tomando en cuenta estas características, debemos arriesgarnos a nuevas aventuras, pero teniendo un plan y meditando bien las decisiones. 

A más de ser un nuevo comienzo Enero es mi mes y por eso siempre será un mes de mucha buena energía. Les recomiendo planificarlo bien, pero aprender también a saber adaptarse a los cambios. Cada año es una oportunidad para conocernos mejor y así poder sacar nuestra mejor versión. Esto es algo tan dinámico como lo es el pasar de los años. Si bien en esencia no cambiamos, aspectos como prioridades, sueños, perspectivas, intenciones y valoraciones. Debemos aprender a abrazar cada uno de nuestros cambios y llevarnos a una mejor versión. (o)