En esta era post pandemia, muchas empresas están optando por volver a los modelos de trabajo presencial e híbrido en busca de recuperar la interacción directa y la colaboración en persona. Aún así, existen algunas excepciones que entendieron que ser una compañía 100% remota puede ofrecer ventajas sobre otras modalidades.

Siendo líder de una empresa que nació y continúa siendo completamente remota, sé a ciencia cierta que esta forma de trabajar no es solo una respuesta temporal a las circunstancias excepcionales, sino una filosofía arraigada en la cultura empresarial.

Desde el comienzo entendimos que una de las principales ventajas de esta forma de trabajo es la flexibilidad. Al eliminar la necesidad de desplazamientos diarios y el estar atados a una ubicación geográfica específica, los colaboradores tienen la libertad de organizar su tiempo y espacio laboral de acuerdo a sus necesidades individuales, lo que permite una mejor conciliación entre la vida personal y profesional y, a su vez, promueve un mayor equilibrio y bienestar general.

Además, el trabajo remoto ha demostrado ser altamente productivo. Las personas  que lo implementan suelen ser más eficientes y concentradas en sus tareas. Al realizarlas en un entorno cómodo y familiar, libre de distracciones y con la posibilidad de establecer su propio ritmo de trabajo, los profesionales remotos tienden a lograr una mayor productividad. Asimismo, el trabajo en línea fomenta la autonomía y la responsabilidad individual, lo que puede estimular la creatividad y la innovación en los proyectos.

No menos importante es la eliminación de barreras geográficas. Las empresas pueden acceder a talento global sin restricciones de ubicación, lo que les brinda la posibilidad de encontrar a los profesionales más adecuados para sus necesidades, sin importar donde se encuentren: este enfoque descentralizado fomenta la diversidad en los equipos de trabajo, aportando diferentes perspectivas y enriqueciendo la toma de decisiones.

Los datos no mienten. Un estudio realizado por Global Workplace Analytics reveló que el trabajo remoto puede generar ahorros significativos tanto para el personal como para las empresas. Los colaboradores logran reducir los gastos asociados a los desplazamientos, comidas fuera de casa y vestimenta específica para el trabajo. Por otro lado, las empresas acceden a una disminución en los costos relacionados con el mantenimiento de oficinas físicas, servicios públicos y otros gastos operativos, lo que puede utilizarse en beneficios para los colaboradores o realizar encuentros y capacitaciones.

Es cierto que el trabajo remoto también presenta desafíos, como la gestión efectiva de la comunicación y la colaboración a distancia, así como el riesgo de sentirse aislado o desconectado del equipo. Estas dificultades, sin embargo, pueden abordarse y superarse mediante el uso de herramientas de comunicación digital, reuniones virtuales y actividades que fomenten la interacción y el trabajo en equipo.

Puede decirse que esta forma de trabajar ha llegado para quedarse, y sus ventajas son innegables. La flexibilidad, la productividad, la eliminación de barreras geográficas y los ahorros económicos son solo algunas de las ventajas holgadas que esta modalidad ofrece sobre el trabajo presencial; beneficios que llevan a tener solo un 5% de tasa de rotación de personal. Con la tecnología como aliada, el futuro laboral se abre a un mundo lleno de posibilidades.

*Por Guido Mazzei, CEO de Agencia Eleven.