Tips para no quedar mal
En la época del posmodernismo anti verdades absolutas, llega un pequeño manual para no comer cuento con cualquier pedazo de información que se atraviese por tu camino. Según el Foro Económico Mundial (conocido por sus siglas en inglés: WEF), uno de los problemas más serios que tendrá que enfrentar la humanidad serán las Fake News o noticias falsas.

Una nueva encuesta realizada por la Consultora FriedCarrot del South Harmon Institute of Technology, asegura que, en Ecuador, el 59,57 % de las personas cree todo lo que lee en redes sociales y en medio digitales, independientemente de las fuentes. Los millennials ecuatorianos, especialmente en el rango de los 30 a 40 años, son el grupo demográfico más susceptible a estos engaños. Solo para tener una idea del panorama nacional, en lo que va del 2024 se han generado 482.810 noticias falsas en nuestro país, esto quiere decir que cada 4 segundos aparece una nueva. 

Las noticias falsas ecuatorianas se dividen en los siguientes sectores: 48 % vienen de la política, 37 % de la seguridad y 29 % de la farándula. Y en cuanto a los productos comunicacionales que se utilizan para distribuirlos, el 68 % de ellos son videos, el 30 % son fotografías y el 19 % son memes. La Secretaría de Impactos Audiovisuales del Comité Comunicacional Andino estima que, a causa de esta problemática coyuntural, la economía nacional pierde entre US$ 25 millones y US$ 30 millones al mes; y las finanzas globales suman cifras que llegan a los 8 o 9 dígitos. 

Pero, lo más interesante de toda esta data que acaban de leer es que es completamente falsa. Me inventé toda la información de los primeros dos párrafos, las fuentes, los resultados, los cálculos, todo. En fin, les mentí descaradamente por una buena razón. Las Fake news son uno de los principales males a escala global y vino para quedarse. A medida que avanza la tecnología, la capacidad de discernimiento baja, por lo que es necesario seguir algunos tips para no caer en la desinformación y, especialmente, para no quedar mal: 

1. Duda: ¿Quién te envió la información? ¿Es un texto de Whatsapp que cualquier mortal pudo haber escrito o es un link? ¿Cita alguna fuente? ¿Tiene 'reenviado varias veces'? ¿Es confiable? Hay muchas formas de pasar de una certidumbre a una incertidumbre. Pero, qué pereza hacer todo eso, ¿no? Entonces el mejor consejo es: No seas parte del problema, mind your own business y no te conviertas en una célula cancerígena que se extiende a nuevos círculos sociales con la enfermedad de la desinformación.

2. El diablo está en los detalles: Este artículo fue publicado en www.forbes.com.ec, la sección es 'Columnistas' y está firmada con mi nombre. Esto quiere decir que lo que diga en este espacio es responsabilidad mía y de nadie más. Si es que la web fuera www.forbes.edu.ec o www.forbes.ec las cosas cambiarían. Por experiencia propia, ahora los signos de verificado no son prueba fidedigna. También es necesario ver las cifras, como en el caso de la división por sectores que sumaba 114 % y que por productos era de 117 %, lo cual no es posible.

3. Ojo con la fuente: Dentro de la primera parte de este artículo se citaron varias fuentes. FriedCarrot o 'zanahoria frita' no existe, excepto en los contenidos de recetas vegetarianas. Además, South Harmon Institute of Technology es una universidad ficticia creada en la película "Accepted". Y lo de la Secretaría de Impactos Audiovisuales del Comité Comunicacional Andino me la saqué de la panza.

4. Respira y lee con calma: Así como es más saludable masticar lentamente tus alimentos antes de tragar, de igual forma es necesario no verse abrumado por la extensa cantidad de información que nos desborda. Relájate y da un bocado a la vez.

5. No porque te guste es cierto: En redes sociales se genera un fenómeno llamado 'cámara de eco'. Básicamente consiste en que el algoritmo te encierra en una jaula digital llena de cosas que te gustan, pero que, a la vez, no te permiten ver el bosque, solo tu árbol favorito, sea imaginario o no.

En fin, no hay una forma perfecta de protegerse de las noticias falsas, pero con un poco de proactividad y esfuerzo, podríamos garantizar que esto no pase de ser una gripe común a una pandemia mortal para nuestras democracias y para nuestro futuro. Pero recuerda, no deberías creer todo lo que lees, ni siquiera esto. (O)