La serie "Black Mirror" ha abordado el tema de la copia de la consciencia en varios episodios, como "San Junipero" y "Be Right Back". La premisa a la que se enfrentan los personajes es la posibilidad de tener sus conciencias duplicadas en un formato digital, lo que les permite vivir una vida virtual después de la muerte o comunicarse con versiones digitales de sus seres queridos fallecidos. Muchos expertos en tecnología han discutido la posibilidad de llegar a este objetivo en un futuro no muy lejano, pero todavía hay muchas preguntas sin respuesta sobre cómo podría funcionar en la práctica y qué impacto tendría en la sociedad.
Uno de los principales desafíos en el campo se enfoca en cómo capturar y almacenar la información del cerebro. Los investigadores han experimentado con diferentes técnicas, como la resonancia magnética funcional (fMRI) y la electroencefalografía (EEG), para mapear el cerebro y entender cómo funciona. Una vez capturada la información del cerebro, el siguiente paso es almacenarla. Se ha tratado de usar dispositivos como discos duros y chips de silicio, para encontrar una forma adecuada de guardar la información de manera segura y accesible. Pero el problema más complicado es: ¿Cómo recrear la consciencia humana a partir de la información almacenada?. Los expertos están trabajando en el desarrollo de sistemas de Inteligencia Artificial (IA) avanzados que puedan simular la actividad cerebral y darnos una mirada más profunda.
No obstante, ¿qué pasaría si ese tipo de tecnología estuviera al alcance de nuestras manos? En primer lugar, esta herramienta podría tener implicaciones increíblemente positivas. Por ejemplo, podríamos tener una segunda oportunidad en la vida, experimentar cosas que nunca hemos hecho antes, y tomar decisiones sin tener que preocuparnos por las consecuencias. Además, podríamos "vivir" eternamente, sin el riesgo de una enfermedad.
En la medicina, esta tecnología podría utilizarse para ayudar a personas con discapacidades o enfermedades incurables a tener una vida plena y activa en un mundo virtual. En la educación, podría aplicarse para proporcionar a los estudiantes la oportunidad de experimentar con diferentes carreras y situaciones de vida antes de tomar decisiones finales sobre su futuro. En la psicología, podría emplearse para ayudar a las personas a superar traumas o problemas de salud mental, mediante la exposición controlada a situaciones estresantes en un mundo virtual.
Sin embargo, este campo no está exento a posibles consecuencias negativas. ¿Qué sucedería si nos perdiéramos en ese mundo virtual y nos olvidáramos de nuestra vida real? ¿Qué pasaría con nuestra privacidad y seguridad? ¿Quién tendría control sobre nuestras copias virtuales y qué usos podrían darle?
En el Estado, esta tecnología podría utilizarse para controlar y vigilar a las personas. O emplearse en el campo del entretenimiento para crear experiencias virtuales sumamente realistas que podrían ser demasiado adictivas y dañinas. Las propias religiones se verían afectadas, la vida después de la muerte es algo que provoca autocontrol (simbolizado en los pecados) y recompensa (a través del paraíso) para aquellas personas puras que tengan una vida “ejemplar”.
En mi caso, creo que no lo haría, suficientemente traumado he quedado después de ver uno de esos episodios. Pero es importante hablar sobre estos casos hipotéticos, ya que la tecnología podría estar más cerca de lo que pensamos. Además, esto levanta preguntas existenciales profundas como: ¿Qué significaría "morir" si nuestra copia virtual seguiría existiendo? ¿Cómo afectaría esto nuestra relación con nuestra propia existencia? En última instancia, creo que este escenario plantea dudas que deben ser consideradas cuidadosamente y reguladas rigurosamente.
Pero quisiera saber tu opinión, ¿Lo harías? (O)
