Sólida Cuenta Corriente, pero por las Razones Equivocadas
Las exportaciones mineras totales alcanzaron los $ 3.3 mil millones en 2023 y $ 1.14 mil millones en el año hasta mayo de 2024, en comparación con $ 326 millones en 2019.

Las cifras oficiales de la balanza de pagos para el primer trimestre de 2024 muestran un superávit de cuenta corriente de $1.49 mil millones, el mayor registrado. Una expansión relativamente baja en las exportaciones y una moderada contracción en las importaciones resultaron en un superávit comercial de $1.17 mil millones en los primeros tres meses del año, frente a solo $55 millones un año antes. Al mismo tiempo, los envíos de remesas familiares continúan creciendo en el 2024, alcanzando los $1.39 mil millones (aumento anual de 16.9%). Las remesas familiares son una piedra angular del régimen de dolarización en Ecuador y podrían superar los $6 mil millones en 2024.

La fortaleza en las cuentas externas responde a esas dos condiciones: 1) una caída en las importaciones como resultado de la menor actividad económica; y 2) mayores remesas familiares enviadas al país por un creciente número de ecuatorianos que salen del Ecuador ante la falta de oportunidades. Ambas condiciones son muy negativas y hablan de un país sumido en una trampa de bajo crecimiento, con aumentos importantes en el número de personas que caen en el subempleo y la limitada creación de nuevas empresas.

Esta solidez actual en la cuenta corriente podría verse afectada en los próximos trimestres. Los apagones y el racionamiento de energía durante el segundo trimestre del año requirieron mayores importaciones de energía desde Colombia a precios más altos y mayores importaciones de derivados del petróleo para alimentar las plantas térmicas. Simultáneamente, los riesgos de derrames de crudo obligaron a parar el transporte de petróleo y al cierre de varios campos petroleros en junio, afectando las exportaciones de crudo. De todas formas, se espera que el superávit en cuenta corriente aumente este año para alcanzar los $2.6 mil millones, equivalentes al 2.2% del PIB (frente al 1.9% del PIB en 2023), pero se proyecta que disminuya progresivamente en los próximos años hasta alcanzar el 0.8% del PIB para 2026.

Una señal de esperanza viene del sector minero. El 5 de junio de 2024, el Ministerio de Energía y Minas y la empresa SolGold firmaron un contrato para la explotación del proyecto minero a gran escala Cascabel, ubicado en la provincia de Imbabura. Según la presentación de la empresa, Cascabel asegurará una inversión de $4.2 mil millones durante la vida útil de la mina de 28 años y generará más de 3,700 empleos durante las fases de construcción y producción. El proyecto minero metálico generará más de $6.7 mil millones en ingresos para el estado a través de impuestos locales y generales, así como regalías por aproximadamente $1.6 mil millones.

Cascabel se convertirá en el tercer proyecto minero a gran escala en Ecuador, junto con Fruta del Norte de Lundin Gold y el Proyecto Mirador de Ecuacorriente, de origen chino. Aunque la transición de un país productor de petróleo a uno minero ha sido lenta, el avance de SolGold hacia la etapa de construcción consolidará la posición de Ecuador como destino de inversión minera. El impacto en términos de crecimiento económico será moderado por el tamaño del sector respecto al PIB, pero muy importante en la generación de divisas. Por ejemplo, las exportaciones mineras totales alcanzaron los $3.3 mil millones en 2023 y $1.14 mil millones en el año hasta mayo de 2024, en comparación con $326 millones en 2019. (O)