Recuerdo cada encuentro que hemos tenido, tanto juntos, como con mi padre. Aquí en Buenos Aires, en Quito o en cualquier otra capital o ciudad de América Latina. Y celebro que podamos encontrarnos este año en Salamanca, España, por el mes de noviembre, donde nos reuniremos con muchos amigos de toda Latinoamérica para pensar modelos de Estado y modelos de regulación económica. ¡Ojo con el jamón ibérico de bellota!
He recibido tu carta, y te confieso que me ha llamado a la reflexión. Te preguntas allí sobre el destino de mi país, Argentina, y el escenario futuro post Qatar. Preguntas que ciertamente también rodean mi cabeza.
Argentina es un gran país, con un enorme potencial tanto desde los recursos naturales como humanos. Y somos Latinoamericanos. Ni hijos de los barcos, como solían llamarnos, ni hijos de españoles, franceses o italianos. Somos latinoamericanos, y muy orgullosos de serlo. Por esa misma condición nuestro horizonte está unido al destino de nuestro continente, precisamente al desarrollo de cada uno de nuestros países, como está sucediendo en este siglo en Asia, por ejemplo, y como ha sucedido el siglo anterior con América del norte, y en otros siglos con Europa.
Es en ese escenario en el cual tenemos mucho que aportar. En tu carta recuerdas nuestra cultura, nuestra economía de antaño, nuestras universidades, y algunos de nuestros grandes representantes ante el mundo, como Quino, Borges o Les Luthiers. Y podría darte tantos nombres más, como Cortázar, Maradona, Gardel, Gustavo Cerati, Messi, Fangio, etc.… ¡Y qué decir de nuestros premios nobel, de nuestros científicos y emprendedores! Tu conoces bien nuestra cultura y nuestro potencial.
¡Lo de Messi y la Scaloneta ha despertado nuevamente la pasión! Ha encendido los motores. Fíjate que increíblemente siempre nos ha ido bien en los deportes grupales, a pesar de ser solo un país 50 millones de habitantes. Sin embargo, nuestros equipos de fútbol, de rugby, de basketball y de voleyball son siempre los mejores de América, y en algunos casos del mundo: ¡ni hablar del equipo de polo que por su nivel ha generado que se haya eliminado como deporte en las olimpiadas pues sería medalla de oro garantizada en todos los torneos! Si uno piensa en Tenis (Vilas, Sabatini, Nalbandian, Coria, Gaudio, Del Potro. etc), ocurre lo mismo. Y así en muchos otros deportes, incluso los de antes, el boxeo (Monzón y Ringo Bonavena, entro otros) o el automovilismo (Fangio y Reutemann, también entre otros). Creeme que no es fácil destacarse desde la periferia geográfica mundial. ¡Estamos lejos de todo el Mundo! Y si no me creés, te invito a que conozcas Ushuaia, la ciudad más austral del planeta (llevá abrigo).
Lamentablemente uno de los males de nuestros queridos países desde ya varias décadas es su dirigencia política. No hemos tenido gobernantes a la altura de nuestras necesidades y potencialidades. Pero ciertamente, nuestros gobernantes "no nacen de un repollo", sino de nuestra sociedad, al igual que nuestros empresarios y nuestros trabajadores. Son nuestras sociedades las que necesitan madurar. Y sólo entre todos saldremos adelante. Nadie se salva sólo ni puede conducir esto sin la integración del conjunto, ni siquiera Messi, quien no hubiera logrado la copa del mundo sin el Dibu, sin MacAllister y sin el Enzo, entre todos los que aportaron su esfuerzo.
Lo que han logrado Messi y sus muchachos no es casual. Es el fruto del trabajo y de la responsabilidad. Es el resultado de plantearse desafíos y desarrollar una estrategia para conseguirlos. Las nuevas generaciones no están forjadas por cuestiones maniqueas, de reducir la realidad a una oposición radical entre lo bueno y lo malo: civilización-barbarie; unitarios-federales, izquierda-derecha; radicales-peronistas, etc. Hoy la inmensa mayoría de nuestros ciudadanos han nacido en democracia, y no están enredados en traumas pasados. Su interés es el bienestar de sus familias, y de su comunidad. Hoy se impone el diálogo, los encuentros. Por eso estoy muy esperanzado con nuestros países. Vienen momentos difíciles, falta mucho todavía. Seguimos peleándonos entre distintas facciones. Chile, Ecuador, México, Perú, Bolivia, Brasil, Colombia, etc. La situación es similar y fatalmente pendular en todos los países. Es impensable que un nacimiento no vaya a producir dolor.
Por eso los festejos generaron la explosión que se ha registrado públicamente. Había que nacer de nuevo. Y por suerte el partero está vez no fue alemán, de lo contrario ¡de vuelta al vientre materno!.
Tengo la confianza y la esperanza, querido Javier, en que nos va a llegar un período de estabilidad, de cierre de grietas, donde el énfasis se ponga en la buena administración, por encima de las ideologías. ¡Dónde todos hinchemos para el mismo lado! Momento en el cual el ¡vamos Lionel!, ¡vamos Dibu!, se convierta en un constante ¡Vamos Argentina!
Tenemos con qué. ¿Proteínas? Algo tenemos, dirían los gauchos de la pampa húmeda (Los chinos podrán seguir consumiendo soja en la cantidad que quieran, que aquí estaremos para venderles. Y para resto de mundo, tenemos todo tipo de granos de sobra). ¿Recursos naturales? Uffffff, ¿por dónde empezar? Tenemos gas, petróleo, agua dulce, energía solar, eólica, cobre, plata, litoral marítimo, y el nuevo oro blanco: el litio. Y como dicen en Mendoza, "¡al que no le gusta el vino para que corno vino!".
También estamos creciendo mucho en el campo de la tecnología del conocimiento. Están de moda los unicornios, y parece que por estas tierras suelen nacer varios de ellos cada tanto. Pero debo decirte que, francamente, también nos falta mucha industrialización, aunque contamos con varias industrias competitivas. La tan ansiada estabilidad nos servirá para desarrollar las industrias, para que puedan ser a su vez competitivas.
Así y todo seguimos hundidos en una gran inflación, de las más altas del mundo. Estamos en el orden del cien por ciento anual, sólo superados por Venezuela. Evidentemente gastamos más de lo que nos ingresa. Y le damos a la maquinita de impresión de billetes … ¿Scaloni no quisieras tomar la conducción económica de Argentina? Nos falta disciplina y un plan. Jugadores y cultura no nos faltan.
Y seguimos discutiendo si es necesario más Estado o menos Estado. Como verás, aquí en Argentina no descansa el profeta Mani. Y menos en un año electoral donde ya estamos presenciando una verdadera riña entre estatistas y liberales, que se acusan mutuamente de populistas en un caso, o neoliberales o fachos recalcitrantes en otro. Un Boca - Riber sin solución (¡siempre pongo a Boca primero porque soy bostero, y escribo riber con "b" porque se fueron a la b!). Salvo para muchos de nosotros, que no somos pocos, y que abogamos por el encuentro, por un programa político y económico, que sea fruto de un consenso de verdaderas políticas de Estado de largo plazo (o al menos mediano, que ya sería un gran logro). ¿Prescindir del Estado o agrandar el Estado? Gracias, no llevo ninguna de las dos, me confundí de tienda. ¿dónde me presentan la opción de un Estado inteligente o eficiente?
Al momento de escribir esta respuesta observo que se ha desatado un gran escandalo diplomático entre nuestros países, Ecuador y Argentina. Hemos removido recíprocamente a nuestros embajadores, y hemos jugado a la política donde no nos corresponde. ¡Cuánta estupidez! Me duele. Por eso digo que falta mucho, ¿se entiende?
Recibe un fuerte abrazo, con el cariño y admiración de siempre.
Buenos Aires, abril de 2023. (O)