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España continúa promoviendo procesos de integración de grupos sociales de antigua ascendencia ibérica como los sefardíes y otros. Este riquísimo proceso de integración, que va más allá de la ya enriquecedora migración de las primeras décadas de este siglo, acentúa la conexión entre el Reino y sus antiguas colonias.

31 Marzo de 2023 13.14

Cómo estás querido Jaime. Ciertamente esperando que te encuentres bien. Muy contento de haberte visto hace unos días en Madrid, en un marzo fresco. Se lo conté a la tropa. Te quieren amigo. 

Para los fisgones. Jaime, o Rodríguez-Arana, en el mundo académico, es catedrático de derechos administrativo y personaje muy conocido y respetado en toda Iberoamérica por su vocación por el derecho, la democracia y el fortalecimiento institucional de nuestros estados. Otra sería nuestra America Latina si tuviésemos unos pocos como él. 

Aquella parla de amigos ha sido una de muchas (nos vimos en la Parisiena, gran establecimiento gallego regentado por don Pablo). Todas valiosas. Generosas. Escucharte es siempre poner un cable a tierra. Volver a lo esencial. Asirse a lo fundamental. Es axiológico. Gracias. 

Y claro, lo pasamos bien. Una de esas tertulias con una caña Mahou fue preludio de un día dramático. Nos vimos en una cafetería cerca del barrio de Salamanca para ver un clásico de la Champions. Jugaban nuestros merengues contra el Bayer en Madrid. No recuerdo el resultado, mas sí lo que sucedió al día siguiente. 

Me encontraba en mi hotel de siempre. Piso bajo. Eran cerca de las 08:30. Sol a mis espaldas. Remezón en el edificio, seguido de un sonido seco. Raro. ¿Temblor? Pasan unos minutos. Se repite el proceso. Remezón. Sonido. Otros minutos. Suenan ambulancias. Bajo a la calle. Gritos. Gente corriendo por doquier. Más sirenas. Colapsan los teléfonos. ¿Sabe qué ha pasado? No lo sabemos. Quédese mejor dentro del hotel señor. Minutos interminables. Trato de llamar a Chiqui. Imposible. 

Los eventos evolucionan de manera vertiginosa. Se conoce pronto lo sucedido. Atentado en Atocha. Cientos de inocentes. 

11 de marzo de 2004 -o simplemente el 11-M-. Estuve allí. A pocas cuadras. El día anterior tomé un tren a Toledo desde la misma estación. 

Salgo. La ciudad huele diferente. ¿Se puede oler el estupor? Madrid suena diferente. ¿Se puede oír la tristeza? Es una mezcla. Por un lado, silencios, duelos, murmullos, y por otro, ambulancias, desgarros, llantos. Impactante. El terror cobarde es brutal. 

Aznar culpa a ETA. Error costosísimo. Manifestaciones. Elecciones. Cambio imprevisto -Zapatero vencedor-. Cambio causado por un evento tremendo y dramático para España y el mundo.  

Desde el 11-M España cambió. 

He dejado de seguir la política española, la que antes me resultaba tan entretenida. Primordialmente por que su bipartidismo era una señal de madurez democrática, pero además, de alternabilidad, de puntos medios, de espacios comunes de diálogo -de ideas-, aunque parezca pleonasmo, hoy hay que enfatizar si un diálogo tiene o no ideas de por medio. En fin, la política española es -o era- algo que en estas tierras resulta inimaginable.

Nos inspirábamos en los Pactos de La Moncloa y de Toledo. Grandes acuerdos de diversos sectores sociales, soportados en la conciliación, y dirigidos a una visión de crecimiento y desarrollo democrático luego de décadas de franquismo.

Desde aquellas épocas hasta la actualidad, América Latina se ha mantenido muy cerca de España. Sus conexiones empresarial y migratoria se han enriquecido. Tú mismo eres un ejemplo de ese dinamismo iberoamericano que integra la Península con las hermanas repúblicas de nuestra región. La inversión extranjera fluye cada vez más en ambas direcciones. Hace pocos días asistí a un foro en Madrid y pude observar cómo países como México se consolidan como los principales exportadores de capital a España. Igualmente, España continúa promoviendo procesos de integración de grupos sociales de antigua ascendencia ibérica como los sefardíes y otros. Este riquísimo proceso de integración, que vas más allá de la ya enriquecedora migración de las primeras décadas de este siglos, acentúan la conexión entre el Reino y sus antiguas colonias. Pero ciertamente, hoy existen otras formas de influencia, probablemente menos virtuosas. 

Han pasado casi 20 años de aquella mañana trágica del 11-M. Madrid se levantó una vez más. Maravillosa como siempre. ¿Y España? ¿Fue el 11-M un punto de inflexión en la vida democrática española? ¿O fueron estos y otros eventos los que han definido el devenir de tu país? ¿Cómo ves a tu España frente a nuestra América Latina? ¿A dónde vamos como tierras hermanas en la historia? (O)

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