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Hay mucha especulación acerca de los montos, pero generalmente se requiere al menos $1,000 millones en una nueva emisión para que los costos fijos de la transacción se diluyan y exista suficiente interés de parte de los potenciales inversionistas.

13 Septiembre de 2024 12.27

El gobierno del Ecuador está aparentemente trabajando en un nuevo canje de deuda por naturaleza en los mercados internacionales. Esta estrategia tiene dos partes. En la primera, se realiza una emisión de bonos soberanos en mercados internacionales que incluyan ciertas garantías sobre el repago de su capital y/o intereses por parte de organismos multilaterales y agencias de países amigos, las mismas que permiten que el costo financiero de la colocación sea inferior a la tasa de rentabilidad a la que se negocian en mercado bonos ecuatorianos comparables. 

En la segunda parte de la estrategia el gobierno utiliza los recursos provenientes de la emisión de este nuevo bono para recomprar con descuento deuda actualmente en circulación, a precios idealmente bajos. Con los recursos que se ahorran al emitir deuda con garantías a tasas más bajas y recomprar deuda costosa se constituye un fideicomiso (patrimonio autónomo) idealmente en el exterior, desde donde se financiarán proyectos de protección ambiental. 

El Ecuador ya hizo una transacción en mayo del 2023. Con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Corporación de Financiamiento del Desarrollo de los Estados Unidos (U.S. Development Financial Corporation, DFC) el país completó una operación de conversión de deuda que generó recursos para financiar proyectos de conservación marina en las Islas Galápagos. El BID ofreció una garantía de $85 millones y la DFC ofreció $656 millones en seguro contra riesgos políticos para una emisión nueva que generó recursos para recomprar $1,629 millones en deuda ($202m en bonos 2030, $1,006 millones en bonos 2035 y $421 millones en bonos 2040). El BID estimó que esta operación generó ahorros por $323 millones, que fueron depositados en un fideicomiso llamado Galápagos Life Fund, para financiar proyectos de conservación en los próximos 18 años. Esta transacción fue estructurada por Credit Suisse (ahora parte de UBS), Oceans Finance Company y Pew Bertarelli Ocean Legacy.

Los jugadores para esta nueva propuesta serían distintos. Mientras Credit Suisse era en la práctica el único jugador financiero hasta el año pasado, ahora hay al menos siete instituciones financieras globales que compiten por un pedazo del pastel (Bank of America, Goldman Sachs, HSBC, BNP Paribas, Barclays, Standard Charter y Citi). En esta ocasión, el brazo ambiental estaría a cargo de Nature Conservancy y no Pew. Hay mucha especulación acerca de los montos, pero generalmente se requiere al menos $1,000 millones en una nueva emisión para que los costos fijos de la transacción se diluyan y exista suficiente interés de parte de los potenciales inversionistas. Estas transacciones de manejos de pasivos son muy interesantes, no solo por la innovación financiera sino por la mejora en el perfil de vencimientos de la deuda ecuatoriana. (O)

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