El mundo empresarial tiene grandes retos comunicacionales este 2022 tras dos años de pandemia de Covid-19, que trastocó todo y cambió hábitos y costumbres en la población de todo el planeta.
El trabajo, las reuniones de negocios, las juntas, las capacitaciones, se volvieron remotas. Las compras y el consumo también evolucionaron y se volvieron más online que nunca, fortaleciendo poderosamente el comercio electrónico o e-Commerce.
Con ello, apareció un nuevo tipo de consumidor, que ahora es más exigente, más intolerante, más atento a las experiencias de compras, más preocupado por la salud y por el medio ambiente, al que las marcas deben llegar con sus productos, con sus servicios y con sus contenidos comunicacionales.
Saber interpretar todas esas realidades será vital para 'conquistar' a esas nuevas audiencias y para 'reconectar' con las que ya tenían las empresas antes de que emergiera la crisis sanitaria mundial.
Y una manera de hacerlo será fortaleciendo, promoviendo y comunicando de forma estratégica y eficaz sus modelos de negocios, los cuales deben de ser cada vez más responsables con el medio ambiente y que impacten positivamente en la sociedad.
Esa comunicación debe ser meticulosamente planificada y sustentada en data, totalmente analítica, descartando las improvisaciones y suposiciones. Todo ese preámbulo será vital para crear acciones y campañas comunicacionales o de relaciones públicas que tengan los resultados deseados.
Ahora más que nunca, los directores o responsables de comunicación y marketing deben entender que tienen la necesidad de potenciar sus habilidades comunicacionales y, además, adentrarse en el fascinante universo de las métricas, porque son indispensables para desarrollar una comunicación potente y de alto impacto, que mejore la relación de las marcas con los consumidores y con la comunidad.
Estudios indican que no solo la experiencia y el liderazgo son necesarios para tomar decisiones empresariales acertadas, sino también los datos, más que nada consistentes, precisos y auditables. En América existe una marcada predisposición de los altos ejecutivos para usar métricas y analítica en sus negocios. Pero, también hay casos en que los datos no se utilizan y se hace todo al azar.
Esa misma data nos permitirá a los comunicadores poder demostrar, con indicadores y resultados, la valiosa contribución de la comunicación en el desarrollo, la continuidad y el éxito de la gestión empresarial.
En este año 2022, el aprovechamiento de las herramientas y tácticas será determinante para potenciar la comunicación y lograr una mejor interacción en las redes sociales y con los consumidores.
También será vital poder retomar la relación con los medios de comunicación tradicionales a través de actividades presenciales como las ruedas de prensa, las entrevistas a los voceros, los recorridos de medios, etc., porque brindan una sensación de calidez, cercanía y humanismo, contrario a los contactos por plataformas online que son fríos y distantes.
La relación de las marcas con los medios de comunicación tradicionales debe ser fortalecida porque, quiéranlo o no, continuará aún por mucho más tiempo, puesto que son esenciales para la construcción de la imagen y la reputación corporativa.
Además, como vivimos en la era del propósito, es necesario que las acciones y estrategias comunicacionales transmitan a la sociedad el valor que aportan las marcas que están comprometidas con la transformación de su entorno social.
En fin, los retos de la post pandemia servirán para afianzar a la comunicación como una herramienta transcendental para el desarrollo de las actividades empresariales y la consecución de los objetivos comerciales, de imagen y reputacionales. (O)