Respuesta al artículo de Diego Almeida Guzmán
Un análisis que diluye la diferencia entre terroristas monstruosos que veneran la muerte y personas libres que buscan la paz y el progreso.

El artículo presenta una visión sesgada de la realidad mediante medias verdades e interpretaciones selectivas.
Con el permiso de los lectores, abordaré algunas de las distorsiones más destacadas para demostrar la manipulación.

Respeto al derecho internacional y a la ley en general

Comparar a fundamentalistas asesinos con un Estado democrático que busca la paz es una desconexión total de la realidad y un enfoque engañoso. Israel no es un país perfecto, pero es una democracia con un sistema judicial independiente, una prensa libre que critica al gobierno y valores de libertad, respeto y paz. En Israel conviven con dignidad personas de diferentes nacionalidades y religiones. Es líder en el desarrollo de tecnologías que benefician a la humanidad en múltiples campos. Por supuesto, Israel respeta el derecho internacional.

Por otro lado, Hamás es una organización terrorista asesina. En su documento fundacional declara abiertamente su objetivo de matar judíos. Los terroristas de Hamás y otros grupos terroristas palestinos tienen como meta asesinar al mayor número posible de israelíes, incluidos mujeres, ancianos, niños y bebés. Hamás utiliza a su propia población como escudo humano y dedica la mayor parte de sus recursos al terrorismo en lugar de al bienestar de los ciudadanos.

Que no quede duda: Hamás Fue elegido democráticamente en las únicas elecciones que hubo en Gaza tras la retirada total de Israel en 2005, y desde entonces ha impuesto un régimen brutal sobre su propia población. La organización terrorista cuenta con un amplio apoyo entre los palestinos, tanto en la Franja de Gaza como en Judea y Samaria. ¿Y qué pasa con la Autoridad Nacional Palestina mencionada en el artículo? Es un organismo corrupto con un apoyo mínimo entre los propios palestinos.

Otra tergiversación de los hechos

El autor menciona la división de Judea y Samaria en áreas A, B y C, y luego afirma que "Lo expuesto torna a Gaza en una región prácticamente invivible". Se trata de una manipulación evidente:

  1. No hay relación entre la división territorial en Judea y Samaria y la situación en Gaza.
  2. Israel se retiró completamente de Gaza en 2005, y desde entonces los palestinos tienen el control total sobre la Franja.

Desde la salida de Israel, Gaza se ha convertido en un bastión de pobreza, terrorismo y fundamentalismo. Desde 2005, miles de millones de dólares y otros recursos han ingresado en Gaza, pero la gran mayoría se ha destinado al terrorismo en lugar de mejorar la vida de la población. Con ese dinero financiaron el peor ataque terrorista en la historia de Israel. 1,200 israelíes, en su mayoría civiles, fueron asesinados; mujeres fueron violadas, niños quemados vivos, y todo esto fue documentado por los propios terroristas, quienes celebraron sus crímenes en transmisiones en vivo. Estos mismos terroristas utilizaron a su propia población como escudo humano, disparando cohetes desde hospitales, escuelas y mezquitas.

"El problema de los refugiados"

El artículo menciona los 700,000 palestinos desplazados en 1948, pero omite el hecho de que la dirigencia árabe lanzó una guerra total contra Israel en lugar de aceptar el Plan de Partición de la ONU. También ignora que al mismo tiempo aproximadamente un millón de judíos fueron expulsados de los países árabes. Alguien hablo aquí de justicia pero olvido a una de los partes?

Realidad distorsionada

El artículo llama a Israel y a Hamás a hacer la paz y a buscar justicia. ¿De verdad se puede exigir a una democracia que respete la "dignidad" de asesinos que buscan su destrucción, que retienen los cuerpos de bebés y ancianos que ellos mismos asesinaron y trafican con ellos? La dirigencia palestina ha rechazado cada oferta de paz a lo largo de los años. 
Todo aquel que ha firmado la paz con Israel, hoy vive en paz con Israel.

En general la realidad es compleja, pero hay situaciones en las que la diferencia es clara: por un lado, terroristas que promueven el odio y la muerte; por otro, una democracia libre que busca la paz y el desarrollo. 

Quien justifica masacres, violaciones, secuestros y torturas, apoya al demonio de manera directa.