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"Vivimos en una sociedad de que nos incita a bloquear y anular las emociones. Esto se debe a que parece que sentir o emocionarse es un signo de debilidad o de falta de fortaleza. Si uno guarda lo que siente por miedo a lo que piensen los demás, por temor a quedar en ridículo o por incapacidad para expresarlo, eso termina causando un daño". Marian Rojas Estapé.

8 Agosto de 2024 14.57

Es importante aclarar que no soy psicóloga, pero sí soy una persona apasionada por fomentar la preocupación por la salud mental. A lo largo de mi vida, he enfrentado adversidades y he aprendido valiosas lecciones que me han llevado a buscar ayuda cuando lo necesitaba. 

Mi experiencia personal me inspiró a crear un programa digital llamado "Una Plática Ligera con María Isabel", en el que entrevisto a personas que comparten sus historias de vida y platico con especialistas de la salud mental. Este proyecto me ha brindado un profundo aprendizaje y me ha reafirmado en mi objetivo de motivar a las personas a cuidar seriamente de su salud mental y física.

Con esta aclaración hecha, me complace presentarte el siguiente artículo sobre la salud mental y su importancia.

En el acelerado mundo empresarial, el estrés y la ansiedad pueden ser una constante para todos, desde los CEOs hasta los colaboradores. El exceso de trabajo, la presión por cumplir plazos y la necesidad de alcanzar objetivos ambiciosos pueden llevar al agotamiento y afectar la salud mental. Este artículo explora por qué es vital priorizar la salud mental en el trabajo y ofrece estrategias para lograr un equilibrio que beneficie a toda la empresa.

Los CEOs enfrentan un nivel de presión inmenso. Deben tomar decisiones cruciales, dirigir la empresa hacia sus metas y resolver problemas complejos. Esta presión constante puede llevar al estrés crónico, lo que afecta su capacidad para liderar de manera efectiva. Un CEO estresado puede tomar decisiones apresuradas, comunicarse de manera ineficaz y deteriorar el ambiente laboral.

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Un ejemplo, imagina a Ana, una CEO que está constantemente preocupada por los resultados financieros. Esta preocupación la lleva a trabajar hasta altas horas de la noche y a cancelar reuniones importantes. Su equipo comienza a notar su falta de enfoque y el ambiente se vuelve tenso, afectando la moral y la productividad.

Por otro lado, los colaboradores también están bajo presión, especialmente cuando tienen que cumplir con plazos ajustados o manejar una carga de trabajo excesiva. El estrés puede causar agotamiento, pérdida de motivación y problemas de salud, lo que lleva a una menor productividad y mayor rotación de personal.

Otro ejemplo, Pedro, un diseñador gráfico, tiene que entregar un proyecto en una semana, pero su carga de trabajo ya es alta. Empieza a trabajar horas extras, pero no puede mantener el ritmo. Su rendimiento se resiente y comienza a sentir ansiedad constante, lo que afecta su calidad de vida y su desempeño en el trabajo.

Muchos colaboradores sienten la presión de trabajar más allá de sus horas laborales normales, sacrificando su tiempo personal y familiar. Este desequilibrio puede llevar a una vida personal insatisfactoria y a problemas de salud mental.

Un caso, Laura, una gerente de proyectos, suele quedarse en la oficina hasta tarde para cumplir con sus responsabilidades. Esto le impide pasar tiempo con su familia y participar en actividades que disfruta. A medida que su vida personal se resiente, también lo hace su bienestar general.

Es fundamental aprender a distinguir entre lo urgente y lo importante. No todas las tareas requieren atención inmediata, y un enfoque equilibrado puede ayudar a manejar el estrés y prevenir el agotamiento.

Un ejemplo adicional, Luis, un analista de datos, recibe numerosos correos electrónicos y solicitudes urgentes cada día. En lugar de responder a cada una inmediatamente, decide priorizar y organizar su trabajo, lo que le permite enfocarse en las tareas más importantes sin sentirse abrumado.

Estrategias para promover la salud mental:

  1. Separar lo urgente de lo importante.- Aprender a priorizar es clave. No todas las tareas deben ser resueltas de inmediato. Utiliza herramientas de gestión de tareas y calendarios para organizar tu trabajo y delegar cuando sea necesario.
  2. Establecer límites claros.- Respetar los horarios laborales y promover el tiempo personal es esencial para mantener un equilibrio saludable. Fomenta una cultura donde se valore el tiempo libre y se evite la sobrecarga laboral. Ejemplo: En una empresa, se implementa una política de "no correos electrónicos después de las 7 p.m.", lo que permite a los empleados desconectar y disfrutar de su tiempo personal sin la presión constante de responder a correos.
  3. Promover el autocuidado.- Incorporar actividades de autocuidado en la rutina laboral puede ser muy beneficioso. Las pausas breves para estiramientos, meditación o ejercicios ligeros ayudan a reducir el estrés y mejorar el bienestar general. Ejemplo: Una empresa introduce sesiones de meditación guiada de 10 minutos cada mañana. Los empleados se sienten más relajados y concentrados, lo que mejora la productividad y reduce el estrés.
  4. Fomentar una cultura de apoyo.- Los líderes deben crear un ambiente de trabajo que valore la salud mental y abra canales de comunicación. Ofrecer recursos como asesoramiento psicológico y programas de bienestar puede marcar una gran diferencia. Ejemplo: Implementar un programa de asistencia al colaborador que proporcione acceso a consejeros y terapeutas puede ayudar a los trabajadores a manejar problemas personales y laborales de manera efectiva.
  5. Comunicación abierta y apoyo del jefe inmediato.- Es crucial que los colaboradores se sientan cómodos al expresar sus preocupaciones y dificultades con su jefe inmediato. La apertura del jefe para escuchar y llegar a acuerdos puede prevenir que el estrés se acumule y afecte el bienestar del empleado.

Por ejemplo, Marta, una analista financiera, se siente abrumada por su carga de trabajo. Decide hablar con su jefe, Carlos, sobre su situación. Carlos, que tiene una actitud receptiva, escucha atentamente y juntos encuentran soluciones, como redistribuir algunas tareas y ajustar los plazos. Este tipo de comunicación abierta no solo ayuda a Marta a sentirse respaldada, sino que también mejora su desempeño y reduce su estrés.

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Los líderes deben fomentar una cultura donde los trabajadores se sientan cómodos planteando sus problemas. Esto incluye tener reuniones regulares uno a uno, ofrecer espacios seguros para hablar y estar dispuestos a negociar soluciones que beneficien a ambas partes.

La salud mental es esencial para el éxito y la sostenibilidad de cualquier empresa. CEOs y colaboradores deben reconocer la importancia de un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida personal. Al implementar estrategias para gestionar el estrés y fomentar un entorno de apoyo, las empresas no solo contribuyen al bienestar individual, sino que también optimizan la eficacia y promueven los resultados globales.

Fomentar una cultura de equilibrio y cuidado es un paso crucial hacia un ambiente laboral más saludable y productivo. Invertir en la salud mental es en última instancia, una inversión en el futuro de la empresa. (O)

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