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El verdadero y principal problema de Estados Unidos es China con su híper avance tecnológico, comercial y de domino de las líneas de comunicación marítima a nivel global con megaproyectos como de la Ruta de la seda.

21 Marzo de 2025 14.41

Hacer de América grande otra vez, MAGA, es el leitmotiv de una aparente "Pax americana militarizada" como alternativa a la dificultad de imponer un orden global debido al fin de la unipolaridad de post Guerra Fría. En este sentido el secretario de Estado Marco Rubio manifestó que se promoverá la política de "paz a través de la fuerza" como parte de la política exterior de Trump "América First".

 Pero Henry Kissinger, advirtió tempranamente que la dominación militar de una región aun con aparente orden logrado, puede generar una crisis en otras partes del mundo. Por lo tanto, el rechazo a un orden global basado en la multipolaridad y el fingido repliegue de Trump de la OTAN y aun de la ONU, significa que con su política exterior trata de implementar una estrategia de soberanía limitada regional, con claros mecanismos sancionatorios para encauzar sus intereses de ser el caso, respaldados por un poder militar extraordinario y disuasorio, que le permita prevenir conflictos y preservar la paz. 

No se descarta el expansionismo de las potencias como la invasión de Rusia a Ucrania, desde el 204 en Georgia, 2014 en Ucrania y actualmente en el Donbas ucraniano; ni de Estados unidos con sus propuestas sobre el Canal de Panamá, Canadá y Groenlandia; así como la ambición de China sobre Taiwán y el afán hegemónico en el mar de China meridional utilizando las islas artificiales Spratly construidas, para lo cual estableció la delimitación denominada como Nine Dash Line. 

Sin embargo, el verdadero y principal problema de Estados Unidos es China con su híper avance tecnológico, comercial y de domino de las líneas de comunicación marítima a nivel global con megaproyectos como de la Ruta de la seda. 

En lo que respecta a Europa es imprescindible incrementar su presupuesto defensa, que aun con la presión norteamericana no puede llegar ni al 3% del PIB, con discordancia entre los países de la Unión Europea; pero que en definitiva la crisis de la OTAN, ha develado que la seguridad colectiva ya ha cumplido con satisfacción durante todo el periodo de la Guerra Fría y corresponde ahora robustecer la seguridad cooperativa regional para la gestión de crisis y prevención de conflictos y mantener la paz como ya lo estableciera la OSCE; solo que ahora hay que enfatizar en la cohesión y confianza ante el desmoronamiento de la virtual Unión Europea. El primer ministro británico Keir Stramer en la cumbre de Londres de marzo del presente año, fue pragmático; propuso mantener la ayuda militar a Ucrania para reforzar su capacidad de defensa, acompañar con una coalición de países para negociación de paz y luego desplegar una fuerza europea, como mecanismo de protección, como fue pedido por Zelenski para garantizar el cese de los combates y regresar a la paz. (O)

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