En el ecosistema digital actual la capacidad de conectarse y comunicarse a la “velocidad del rayo” constituye un elemento clave del funcionamiento de nuestra sociedad. ¿Te puedes imaginar el caos que hubiésemos tenido si en época de confinamiento no habríamos podido trabajar, estudiar y comunicarnos a través del internet? Las telecomunicaciones se han convertido en la base para que las empresas, los gobiernos, las comunidades y las familias se conecten y compartan información a todo nivel. Cada vez son más los países que consideran al servicio de Internet como un derecho fundamental de sus ciudadanos.

Prácticamente todas las industrias a nivel mundial requieren transmitir datos, señales o mensajes a través de canales de comunicación confiables. Según la empresa Statista la velocidad de innovación y desarrollo en un país o región a menudo está ligado a la salud del sistema de telecomunicaciones, por lo tanto, el acceso a un ecosistema de telecomunicaciones estable es vital para el desarrollo económico de un país.

El campo educativo ha sido uno de los sectores más beneficiados por el desarrollo de las telecomunicaciones. Gracias a los avances tecnológicos que facilitan la comunicación digital, los estudiantes han tenido la oportunidad de migrar de la escolarización tradicional a modelos de educación cien por ciento en línea o híbridos. Esto, desde el punto de vista económico, es extremadamente rentable para los estudiantes, ya que les permite ahorrar dinero que, de lo contrario, se gastaría en alojamiento y movilización.  Por otro lado, desde el punto de vista académico, las instituciones educativas cada día realizan ingentes esfuerzos para que sus modelos pedagógicos se adapten a las necesidades del mundo digital.

A nivel organizacional las empresas dependen de las telecomunicaciones para fomentar la eficiencia operativa y estimular su crecimiento constante. Sobre la base de los canales o autopistas de comunicación, sean estos inalámbricos o por cable, las empresas pueden disponer de plataformas digitales utilizadas para optimizar el flujo de trabajo y la productividad. Cuando los canales de comunicación no cumplen con las condiciones tecnológicas adecuadas, los procesos internos de las organizaciones empiezan a sufrir retardos y en muchos casos generan pérdidas de productividad.

Las tecnologías de conectividad ya sean por cable, inalámbricas o satelitales forman parte de las tendencias en la industria de las telecomunicaciones y están en constante desarrollo. Todo esto para responder a los requerimientos de las tecnologías de frontera como lo son el Internet de las Cosas (IoT), Inteligencia artificial (IA), realidad virtual (RV) y realidad aumentada (RA) y Big Data.

La tecnología 5G (quinta generación de comunicación inalámbrica) se convierte en la principal tendencia en el ámbito de las telecomunicaciones, en comparación con las redes de banda ancha, el 5G ofrece una velocidad significativamente más rápida (hasta 70 Gbps) y lo que es más importante, una latencia significativamente más corta en el rango de un milisegundo (ms). 

Actualmente, el 5G es el enfoque principal sobre el que se encuentra trabajando la industria de las telecomunicaciones. En muchos países, las asignaciones de espectro aún están en marcha y en otros ya ha finalizado, los dispositivos digitales habilitados para el uso del 5G están ampliamente disponibles y se abren camino hacia las manos de los consumidores.

Según datos del Consejo de Habilidades del Sector de las Telecomunicaciones (TSSC), hasta el 2025 se requieren 22 millones de profesionales capacitados en 5G. Junto con socios de la industrial, TSSC ha logrado desarrollar planes de capacitación para incrementar el número de expertos previo al lanzamiento de 5G en India. En el país la Universidad de Las Américas oferta a nivel de pregrado la carrera de ingeniería en Telecomunicaciones y a nivel de postgrado la maestría en Gestión de las Telecomunicaciones, en estos dos programas se ofrece la certificación HCIA 5G de Huawei dictada por docentes certificados y con amplia experiencia en este estándar. (O)