“Aprende a gestionar redes sociales y vuélvete un emprendedor exitoso”. Esta es una promesa que se puede ver con mucha frecuencia y que gira alrededor de los medios publicitarios. Lamentablemente, en su desesperación por salir adelante, los emprendedores caen fácilmente ante esta astuta forma de comunicar y, justamente, lo hacen a través de las redes sociales. Pero ¿cuántos de estos emprendimientos que giraron alrededor de esta promesa de valor aún existen? Estoy seguro de que son muy pocos.
Por otro lado, cuando una promesa de valor de este tipo se ha basado en el uso de las redes como un nuevo medio para alcanzar a las audiencias deseadas, es posible que esa actividad perdure en el tiempo. En este caso, también dependerá de lo que haga este emprendedor para gestionar su emprendimiento. Entonces, el chiste se cuenta solo: la utilización del medio como tal no te hace un gran emprendedor o te garantiza el triunfo. En realidad, es la forma en la que gestionas el emprendimiento lo que hará posible que alcances el éxito anhelado.
Con esto no estoy diciendo que debemos dejar de aprender del mundo de la comunicación digital, ¡ni mucho menos! Simplemente señalo que no podemos respaldar la escalabilidad, sostenibilidad y rentabilidad de nuestro proyecto en un grupo de acciones de comunicación digital. En cambio, la estrategia, el modelo de gestión y las herramientas adecuadas sí serán las claves que nos conducirán hacia nuestros objetivos.
Analicemos algunos puntos en los que, seguramente, las redes sociales no serán la solución y, por tanto, tendrás que aplicar otras estrategias para gestionar el emprendimiento. Cuando un producto o servicio no genera el impulso de compra por parte del segmento puede ser porque este no satisface una necesidad de las audiencias. Aquí, estamos hablando de innovación, diferenciación, propuesta de valor y desarrollo de producto, no de redes sociales.
Si la liquidez de la empresa no alcanza para cumplir, por ejemplo, con los requerimientos de crédito del mercado, nos referimos al apalancamiento, flujo de caja y rotación de cuentas por cobrar, no a las redes sociales. Tratándose de decisiones financieras debemos recurrir a los estados financieros, al análisis de ratios y a la toma de decisiones sobre la organización contable, no a las redes sociales.
En este análisis es muy importante tener en cuenta el contexto en el que hay que colocar a las redes sociales. Así, un emprendimiento que adolece de un sistema que le ayude a funcionar de una manera más dinámica necesitará procesos en todas y cada una de las áreas, del manejo de la cadena de suministros, de la estructura de recursos humanos (por pequeña que sea), y no de redes sociales. Más aún, al mencionar la escalabilidad, rentabilidad y sostenibilidad, lo esencial es contar con un propósito, metas, acciones, diseño de planes, planeación de corto, mediano y corto plazo…, no con las redes sociales.
¿Seguimos? Pues bien, en el contexto de la estructura organizacional es imprescindible el liderazgo, el gobierno corporativo, el trabajo en equipo, pero no las redes sociales. Ya en el campo del cumplimento de la norma hay que centrarse en lo social, lo laboral, lo tributario y la regulación, no en las redes sociales. Por mencionar otro aspecto, en el modelo de gestión comercial se requiere habilidad para negociar, capacidad de venta, de estructurar un plan de mercadeo, no solamente redes sociales. Y así, podría citar muchos más ejemplos.
Ojo, no estoy hablando de grandes negocios o compañías, me refiero a cualquier tipo de negocio, independientemente de su tamaño, ya sea unipersonal, micro, mediana, gran empresa o corporación. La gestión de tu emprendimiento debe tener una visión mucho más amplia que la de “agarrarse” a las redes sociales como si fueran la única herramienta que existe para alcanzar el éxito. Hace falta una visión más amplia que nace desde nosotros mismos, en la figura de gestores, y de la propia empresa en la que se ejecutan las estrategias a través de las distintas herramientas digitales que nos van a procurar las fórmulas precisas para lograr los resultados que deseamos. (O)