Forbes Ecuador
young-man-isolation-home
Columnistas
Share

La desigualdad de género empieza en nuestra propia casa y a veces somos las culpables. Las mujeres dedicamos a las tareas domésticas y de cuidado 24:06 horas semanales frente a las seis horas que dedican los hombres, según la Encuesta Específica de Uso del Tiempo (EUT). A nivel nacional, el tiempo total de trabajo (remunerado y no remunerado) utilizado por las mujeres es superior al de los hombres. ¿Por qué nosotras hacemos más y ganamos menos?

28 Febrero de 2024 12.40

Ahora nuestra vida la vemos pasar a través de una pantalla. Es fácil sentirse identificado con tik toks o reels. Muchos abordan temáticas sociales con "gracia", para hacernos reír y scrollear por horas. No puedo negar que es un buen lugar para distraernos, pero ahora tengo "alterado" mi algoritmo y solo me aparecen cosas relacionadas con hijos, pareja y familia. Además, me llegan videos del día a día de otras mujeres. Algunas lo hacen desde el humor, pero cada vez me cuestiono más y más. Lo que nos pasa es un problema cultural que está tan arraigado que pensamos que es "chiste" o que es "normal". 

Es fácil ver cómo una mujer, cargada en brazos a su hijo, cocina, limpia, lava la ropa… y su pareja está jugando videojuegos. También, es muy común ver a un papá persiguiendo a su pareja porque su hijo no quiere separarse de ella (o él no puede hacerse cargo por un tiempo). No puedo generalizar, seguramente no todos son así, pero considero que la mayoría sí y las cifras lo avalan. Abro mi Tik tok y veo mi realidad, contada por otras mujeres que están pasando por lo mismo. Fuimos mamás y nuestra pareja se convirtió en un hijo más. ¿Yo lo volví "inútil"? Ahora lo estoy trabajando en terapia, pero fueron meses de frustración y de sentirme exhausta porque asumí un rol que no me compete. Me puse en mis hombros el cuidado de mi hijo, de la casa y de mi pareja. Nunca nos dividimos nada y permití que se construyan malos hábitos.

No quiero decir que soy una súpermujer, lo que digo es que nos pasa a muchas y debemos hablarlo, no solo reírnos. Ayudar con las cosas del hogar no es un favor, es una obligación. Dividirse el cuidado y la atención de los niños no es un favor hacia la mamá, es una obligación. Esa es la verdadera vida en pareja, que los roles masculino y femenino se rompan y todos trabajemos y pongamos la misma energía y tiempo. 

Les invito a reflexionar que —con todas las cosas que hacemos en la casa— también tenemos una carrera profesional. Tenemos dos o tres jornadas laborales. Llegamos a casa a seguir trabajando y a veces no tenemos tiempo ni de tomar un café caliente. Más de una debe hacer lo mismo que yo, ver Tik tok en el baño o en las noches. 

Así pasan los días y me cuestiono por qué existe tanta diferencia. A veces veo a mi pareja y pienso que su vida, con la llegada del bebé, no se alteró en nada. En cambio, veo la mía y no la reconozco. En México se realizó un estudio sobre el uso del tiempo libre y las mujeres experimentan una pérdida significativa de este tiempo cuando se casan (o se juntan), mientras que los hombres se benefician con horas de ocio. ¡Cómo lo leen! Nosotras perdemos 7,3 horas diarias de tiempo libre al dar este paso. En contraste, los hombres obtienen en promedio 2,9 horas diarias adicionales para su recreación.

No estamos locas, no somos exageradas y no estamos hormonales. Es un fenómeno que pasa en nuestra cultura. Los estereotipos están bien arraigados y nosotras, las nuevas generaciones, debemos criar a nuestros hijos interiorizando lo que nos sucede para romper patrones. Es normal enseñarles a tender su cama, colgar la toalla o botar la basura. Al final, todo está en nuestras manos. La Cepal también realizó un estudio sobre la proporción del tiempo dedicado al trabajo doméstico y de cuidado no remunerado, en nuestro país, las mujeres ocupamos el 19,75 % de nuestro tiempo, en comparación con el 4,72 % de los hombres. En cualquier encuesta, las cifras son negativas para nosotras. Esta distribución nos está afectando, tanto en nuestro desarrollo personal, como profesional. Es un reflejo de lo injusta que es la organización social y por eso más mujeres deciden no ser madres y tampoco casarse. 

América Latina (16 países): Proporción de tiempo dedicado a quehaceres domésticos y cuidados no remunerados, según sexo y país.
América Latina (16 países): Proporción de tiempo dedicado a quehaceres domésticos y cuidados no remunerados, según sexo y país.

Estas brechas nos sobrecargan y no es un problema solo de Ecuador, en la región cada día las mujeres dedican el triple del tiempo al trabajo doméstico que los hombres. En ciertos aspectos, nosotras los acostumbramos a no hacer nada y estas son las consecuencias. Así que el cambio comienza desde nosotras. Obviamente, ustedes (los hombres) también deben entender que nada de esto es normal. La igualdad es una lucha constante, que no termina. Talvez es momento de hacer más tit toks sobre cómo podemos cambiar esto y nivelar la balanza. Es una tarea pendiente. (O)

10