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'Nos quieren muertos', la historia de Venezuela contada por Javier Moro

Fernando Larenas

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Moro, autor de obras tan importantes como 'El imperio eres tú' o 'El pie de Jaipur' no acostumbra a escribir solamente con lo que investiga o logra documentar, va y vive en el país donde ocurren los hechos.

3 Enero de 2024 12.17

—¿Por qué Maduro está en el poder?

—Es la pregunta que me hace todo el mundo, presidente… y hay muchas maneras de responder, pero, desde mi punto de vista sigue en el poder por el apoyo que recibe de Rusia, de China, de Irán, de Cuba y de Turquía… es parte de un engranaje mundial mucho más grande que el propio Maduro.

Estas palabras forman parte del diálogo que mantuvieron en España el presidente Pedro Sánchez y el mayor opositor de Venezuela Leopoldo López en la sede del PSOE en Madrid; quien lo registra es el escritor Javier Moro (Madrid, 1955) en su libro 'Nos quieren muertos, Espasa, editorial Planeta 2023.

Mucho más que una novela histórica que registra datos escalofriantes vividos por el líder político venezolano es una investigación que desentraña las arbitrariedades del poder político y la manipulación de la justicia.

Moro, autor de obras tan importantes como 'El imperio eres tú' o 'El pie de Jaipur' no acostumbra a escribir solamente con lo que investiga o logra documentar, va y vive en el país donde ocurren los hechos, tal como hizo en Brasil con uno de los títulos anotados sobre el emperador Don Pedro I o en Vientos de Libertad y todo lo acontecido con el líder ecologista Chico Mendes.

Un poco de contexto para entender el porqué de este libro que lo publica varios años después de los terribles sucesos de Venezuela, con decenas de muertos y el surgimiento de un personaje como López que estuvo muy cerca de derribar el experimento chavista.

El hecho político fue significativo, lo terrible fueron las peripecias que sufrió el líder opositor condenado a 13 años, nueve meses, siete días y 12 horas de cárcel durante un juicio manipulado, con documentos y testigos falsos, tal como se narra en el libro.

Pero lo más trágico que ofrece el texto son las torturas físicas y psicológicas en la cárcel de Ramo Verde, un lugar sórdido y terrorífico.

Tampoco es un libro más de denuncias acerca del abuso de poder, es un documento que debe ser analizado por los organismos de Derechos Humanos, así no sirva para mucho ni para cambiar la realidad.

El relato comienza en 2014, cuando López convocó a las mayores protestas que paralizaron al país, después de eso sería acusado sin pruebas como responsable de la violencia y de la muerte de opositores al régimen.

López pasó a la clandestinidad, se convirtió en el político más buscado por la policía y los militares. Era alentado por los dirigentes de su organización política Voluntad Popular a abandonar el país, pero en un giro repentino decide entregarse para defenderse de los cargos en su contra.

Fue el peor error de su vida porque nunca imaginó que sería torturado, encerrado sin luz en una celda pequeña e inmunda, sin visitas de sus familiares durante varios períodos.

Incluso rechazó el ofrecimiento de Diosdado Cabello, el hombre que controla la fuerza policial y militar, de facilitarle un avión para que él y toda su familia abandonen Venezuela, que era la única manera de enfriar las protestas en contra del gobierno.

“Si mi encarcelamiento sirve para el despertar de un pueblo, habrá valido la pena entregarse”, se justificaba el líder opositor.

En aislamiento la mayor parte del tiempo, sin siquiera participar en las actividades a las que tenían derecho otros presos, Leopoldo López sobrevivió gracias a una disciplina de ejercicios físicos, de oración y lectura, que sin embargo no le duraría mucho porque los libros eran considerados “peligrosos”.

Protagonizó dentro de la cárcel lo que es considerado como el más cruel de los actos de rebeldía: una huelga de hambre que le dejaría severas secuelas físicas. Pero López decía que esa decisión la asumió como un “desafío espiritual”.

En el plano internacional su principal sustento fue su esposa Lilian Tintori, que se reunió con dirigentes políticos importantes, incluso con el papa, pero se dio cuenta que el sumo pontífice estaba más dedicado a la diplomacia que a la labor humanitaria.

Las peores humillaciones las aguantó Tintori cuando acudía a las visitas familiares con sus hijos y con la madre de Leopoldo López; no siempre la dejaban ingresar y cuando lo lograba las visitas conyugales eran registradas por cámaras ocultas y con fines morbosos.

Habían transcurrido casi cuatro años de cárcel cuando la historia de López registra otro giro inesperado. Fruto de las presiones internacionales se le concede la posibilidad de que cumpla la pena de prisión en su domicilio, empero el acoso y hostigamiento no cesaron.

Otro hito que marcó la historia de Tintori y López fue su asilo en la embajada de España, un hecho que irritó al gobierno y puso en jaque las relaciones diplomáticas y comerciales con Venezuela.

La huida de Lilian Tintori de la embajada para reunirse con sus hijos tiene características trepidantes, lo mismo la salida de López tras saltar los muros de la sede diplomática. (O)

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