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inflacion y economia
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Una inflación muy baja podría ser la señal de una reducida actividad económica. Podría inclusive sostenerse que es más saludable "algo más de inflación" pero con mayor crecimiento económico.

2 Octubre de 2024 15.24

Esta expresión cuando se la aplica para entender la problemática económica puede permitir ilustrar que un valor positivo de algún indicador no necesariamente es favorable o puede ser que algo que luzca lógico realmente no lo sea en la realidad. Uno de los ejemplos que se puede citar es el caso del saldo de la balanza comercial del Ecuador, balance que mide la diferencia, normalmente en términos de valor en dólares, entre las exportaciones y las importaciones. En los 6 primeros meses del 2024, el saldo de este indicador es superior a los USD 3 mil millones, mostrando con ello que ha sido mayor la cantidad de dólares que han entrado al país por ese concepto que aquellos que han salido de la economía por concepto de importaciones. La dolarización se nutre de dólares por lo que un balance positivo de la balanza comercial sin duda desde esa sola perspectiva la fortalece. Sin embargo, cuando se analiza el bosque y no solo unos cuantos árboles, o dicho de otra manera, cuando se visualiza la situación general de la economía y no solo de un sector, las señales que se pueden encontrar no necesariamente son beneficiosas para la política económica y para el país.

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En el ejemplo anotado, desglosando la estructura de las exportaciones se puede evidenciar que éstas obedecen a un precio del petróleo superior a los USD 70 el barril, nivel que responde a la realidad del mercado internacional y no necesariamente a un atributo de la política económica. En este mismo aspecto, si se descomponen las exportaciones petroleras se podrá destacar que las mismas son un claro resultado de un aumento del precio del crudo antes que del incremento en el volumen de exportaciones petroleras, pues la producción de petróleo está estancada e inclusive menor a la de años anteriores. En el caso de las exportaciones no petroleras tradicionales, también existe un beneficio mayoritariamente a aumentos de precios antes que a incrementos del volumen exportado. Incorporando el otro extremo del comercio exterior que son las importaciones, se puede comprobar que las mismas se reducen de forma significativa para todos sus principales componentes: materias primas, bienes de capital, bienes de consumo e importaciones de aceites y lubricantes. Esto significa que la balanza comercial positiva es el resultado mayoritariamente del comportamiento expansivo de las exportaciones por razones favorables del mercado externo sin que la política económica interna tenga algún rol preponderante, así como a una sensible baja de las importaciones, situación que puede ser el espejo de una baja actividad económica en el país. Dicho en otros términos, en la actualidad se podría colegir que el resultado favorable del comercio exterior responde más a factores externos y evidencia de forma clara un problema de estancamiento económico, lo que a su vez tiene sus obvias secuelas en el empleo, la pobreza y hasta en la propia seguridad interna. Esto es compatible con las expectativas de crecimiento económico para el 2024 que en el escenario más optimista apunta a un crecimiento del 0.9%, porcentaje muy inferior al crecimiento poblacional del 1.5% anual y totalmente insuficiente para reducir el subempleo, desempleo y pobreza.

Lo analizado permite indicar que podría ser más saludable un cierto equilibrio externo, vale decir, saldos equilibrados entre exportaciones e importaciones pero acompañados de un mayor dinamismo económico, lo que podría venir acompañado de mayor inversión extranjera que también fortalece la dolarización así como los beneficios para mejorar los índices de empleo, pobreza y seguridad.

 

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Otro indicador que debe analizarse desde una perspectiva más amplia y con una visión más completa de la política económica es el comportamiento de la inflación. El crecimiento de los precios en el Ecuador el cierre de septiembre 2024 es del 1.2% anual, porcentaje de los más bajos de la región, lo cual si bien es un ritmo saludable por evidenciar una estabilidad del poder adquisitivo de los salarios, también podría reflejar otro tipo de problemas internos. Por una parte, en un esquema de ausencia de la política monetaria y cambiaria por ser una economía dolarizada, la evolución de los precios responde mayormente a factores externos antes que a internos. Un incremento de la inflación en Estados Unidos o en la esfera internacional, podría derivar en mayor inflación importada, lo que podría presionar el nivel de precios internos. Esto ocurre por ser la economía ecuatoriana abierta al mundo sin que ello quiera decir que todos los bienes y servicios de la canasta básica sean necesariamente transables con el mercado internacional. El otro factor que debe anotarse es que la dolarización impide financiar problemas de déficit fiscales con impresión de moneda o a través de una depreciación cambiaria. Lo explicado significa que una baja inflación interna no es principalmente un éxito de la política económica interna del gobierno sino mayormente es la respuesta al régimen cambiario vigente.

Es también importante mencionar que la inflación es un fenómeno eminentemente monetario, lo que significa que es necesaria la presencia de una demanda creciente que presione los precios, pues su inexistencia hace más improbable un aumento de la inflación. Por esa razón, cambios en lo que se conoce como precios relativos o aumentos en precios relevantes como los impuestos o los atinentes a los derivados del petróleo como gasolina, gas o diesel, provocan a corto plazo algún salto en el nivel general de precios, lo que no significa inflación, situación que no podrá seguir presionando los precios sino existe un factor monetario que empuje como es un incremento permanente de la demanda. Inclusive, los aumentos en algunos precios pueden regresar a niveles previos por falta de demanda. Sin liquidez es muy difícil provocar aumentos de la inflación. De esto se puede también señalar que una inflación muy baja podría ser la señal de una reducida actividad económica. Podría inclusive sostenerse que es más saludable "algo más de inflación" pero con mayor crecimiento económico.

En economía debe analizarse el bosque y no pocos árboles para evitar conclusiones equivocadas, o lo que sería peor, un diagnóstico equivocado que genere decisiones de política económica poco acertadas. (O)

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