Vivimos la previa de la segunda vuelta. Para unos, dada la polarización de la primera, se trata solo de una continuidad. Para otros, se trata de un nuevo partido. Uno en que se parte casi de cero, porque las fidelidades no son inflexibles, excepto en pequeños segmentos. Esto significa que todo depende de lo que hagan o dejen de hacer los candidatos estas semanas. Todo suma o resta.
Para cualquier reflexión, vale la pena tener como referente, los resultados obtenidos. Noboa alcanza el 44.16% con fuerte presencia en la sierra y parte del oriente. Luisa el 43.98% con preferencias en la costa. Los separan cerca de 15 mil votos. Muy apretado.
Las primeras noticias hablaron de normalidad, eficiencia y transparencia. Sin embargo, una densa sombra lo invadió todo. Nada menos que la acción de bandas ligadas al narco; situación denunciada por el propio Presidente. Habló de amenazas a los votantes de ciertas zonas calientes y de la captura de un líder de los Lobos con relaciones con el correísmo. Se suma el asesinato del Teniente Coronel Cedeño, calificado como amedrentamiento. Todo indica que las narcopandillas están activas, aunque se ha pretendido minimizar el hecho.
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Se añaden correlaciones -levantadas por periodistas- entre los territorios con alta violencia y presencia de bandas, con los resultados electorales del correato. Se advierte que de los 15 cantones con mayor número de muertes violentas, 13 dan el triunfo a Luisa: Ponce Enríquez, Naranjal, Durán, Shushufindi, Pasaje...
Noboa coloca esta pelota envenenada en la cancha. Por respeto a todos no debe quedarse en denuncia. Es imperativo que se exhiban evidencias. Es necesario también que el CNE y los observadores, en lugar de bajarle el perfil al tema, lo investiguen y refuercen el control en estos territorios.
Los aspirantes llegan con líneas-fuerza precisas para destacarse y desinflar al contrario. Para Noboa, la promoción de ejecutorias resulta clave; le da presencia en territorio y refuerza sentido de eficiencia y limpieza. También le favorece -quien creyera- la intromisión avasalladora de Correa que ignora a su candidata (respaldo a Maduro, disputas con Iza...) Podrían aumentarse los temas de corrupción e impunidad que manchan hasta ahora al correísmo; los fantasmas de Correa y Glas; las adhesiones a Venezuela y Nicaragua. Y no tan lejanos: el estatismo, el pensamiento único y el peligro a la dolarización.
En el caso Luisa, sus líneas-fuerza se repiten. Ante todo ataca el aumento de la violencia y la incapacidad de Noboa para combatirla. Insiste también en el tema del desempleo y la pobreza. Critica los acuerdos con el FMI y el endeudamiento. Pincha en dos temas sensibles: los apagones y el asesinato de los 4 niños. Denuncia la separación forzada de la Vice Abad. Demanda independencia de las líneas que Trump está marcando.
Sobre las alianzas, no hay mucho para hilar. Es preciso recordar que en este país, no se endosan los votos como paquete. Aún así, los correístas ya han lanzado sus redes para cooptar a Iza (5.25% de votos), que pelea al interno con posturas diferentes. En el caso de Andrea (2.69%), es probable que apoye a Noboa. El resto (los 12 del menos 1) no tienen trascendencia. Los votos a conquistar y movilizar son entonces limitados: un sector de ausentes, uno de nulos, uno de blancos.
La segunda campaña ya está en ebullición. Tendrá su hito estelar en el segundo debate presidencial (23 de marzo). El cara a cara tiene trascendencia, consolida o vira preferencias. Los contendientes llegarán con sus armas afiladas a jugarse la vida. Noboa por un nuevo período. Luisa para ponernos a Correa encima; tal vez es su última oportunidad.
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Es tiempo de los estrategas y las campañas de comunicación. Normalmente están a cargo de personajes que actúan en las sombras y sin escrúpulos. Para ellos todo vale: engaños en las redes y memes, visitas a territorio y shows con bailarinas, entrevistas y troles, reportajes trucados y distorsiones con IA, caravanas y regalos. Y por lo visto, amenazas también.
Es tiempo de conquistar las emociones; la mayoría de votos no se mueve por ideologías, memoria histórica o análisis lógicos. La personalidad y la empatía del actor pesan más. Los comunicadores van a dirigir hacia allá sus dardos. Las medidas de efecto y las sorpresas serán parte de esta nueva agitación. Todo menos quietud.
Estamos inmersos en estos escenarios de verdades y de humo, de miedo y esperanza, con la amenaza de las mafias en la esquina. Si esta ingerencia se consolida, no solo la Presidencia será tomada. Llegarán hasta nuestras puertas para cercenarnos la democracia, la libertad y la dignidad. Todo entonces será mentira. No habrá ganadores. (O)