En estas fechas normalmente ya vemos la llegada de las colecciones de primavera-verano en todas las tiendas de ropa. Regresan las rayas marineras, los estampados floreados y las faldas y vestidos se dejan de usar con mallas. Ganan espacio materiales como el lino o el algodón. De hecho, los abrigos, los sacos y las capas están en la sección de descuentos. Sin embargo, en nuestro Quito el clima no nos demuestra que la primavera peor el verano están por llegar.
Hemos pasado desde diciembre del año anterior con fríos extremos y para estas fechas seguimos con las botas de lluvia, los abrigos, las bufandas y hasta los gorros. Creo que en mis 33 años esta ha sido la época en la que más he usado ropa de invierno. Incluso muchas de ellas eran parte de mis outfits en Canadá y hoy siento que no son suficientes.
Recién entiendo esas fotos de mi abuelito con abrigos y gorros en el centro histórico. Me parecían de una película europea. Sin embargo, el clima nos ha hecho reorganizar nuestro closet.
El cambio climático nos ha hecho regresar a esos fríos intensos que tenía esta ciudad. Muchos han tenido que comprar cosas para completar sus outfits. Otros han empezado a usar aquellos regalos de los abuelitos que los tenían empolvándose. Lo que seguramente si hemos comprado algunos por la facilidad con la que se pierden son los paraguas.
Y como no hay esperanza de que mejore pronto el clima, los Quiteños nos hemos reorganizado hasta en los planes que hacemos. Como en cualquier invierno europeo, la gente prefiere últimamente planes en casa. Obviamente tenemos la inseguridad que nos lleva a pensar dos veces ante cualquier invitación, pero creo que el clima tampoco nos favorece. El tráfico que con la lluvia se pone peor también es otro factor que nos desmotiva a salir.
Preferimos ahora planes en casa donde sentimos menos frío y más seguridad. Optamos por programas familiares de Netflix and chill que nos permiten estar cómodos y por último preferimos los chocolates calientes y el vino hervido. Las parrilladas y los piscinazos tendrán aún que esperar.
Mientras eso pase no dejemos de idearnos outfits para este ansiado verano ya que las minifaldas son ya una tendencia y los croptops se siguen manteniendo solo que con diseños más simples para que sean los accesorios los que brillen en nuestro look.
Lo bueno de todo esto es que tenemos un poco más de tiempo para el tan deseado cuerpo de verano y para disfrutar de esos looks más veraniegos en los rooftops que han abierto en la capital. (O)