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Los genios: El KO a García Márquez fue real, la causa aún es ficticia

Fernando Larenas

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El episodio permaneció escondido o silenciado durante varias décadas, con más especulaciones que datos certeros; admiradores de los dos premios Nobel de Literatura prefirieron hacer creer que nunca ocurrió y no era más que un episodio de la leyenda de estos dos genios de las letras latinoamericanas.

6 Septiembre de 2023 12.20

En asuntos de box o de los puños recios el knockout -en español nocaut- o KO es el preciso instante cuando uno de los contendientes recibe un golpe fulminante que lo deja inconsciente por algunos segundos, que fue lo que ocurrió cuando Vargas Llosa golpeó con un derechazo a García Márquez.

El episodio permaneció escondido o silenciado durante varias décadas, con más especulaciones que datos certeros; admiradores de los dos premios Nobel de Literatura prefirieron hacer creer que nunca ocurrió y no era más que un episodio de la leyenda de estos dos genios de las letras latinoamericanas.

Pero el escritor-periodista peruano Jaime Bayly (Lima, 1965) publica la historia en su más reciente libro 'Los genios', Editorial Galaxia Gutenberg 2023 y aclara muchas cosas, pero también siembra dudas sobre el incidente ocurrido en México durante el estreno de la película La odisea en Los Andes, cuyo guion lo escribió Vargas Llosa.

Como se trata de un hecho que fue público y la mayoría conoció, escuchó hablar o leyó en la prensa, en las primeras páginas Bayly suelta los detalles acerca de la trompada que aconteció en febrero de 1976.

El incidente ocurrió y existen fotos en las que se aprecia el rostro amoratado del premio Nobel colombiano; pero en el libro hay una advertencia que reproducimos textualmente:

"Este libro no es un texto histórico ni una investigación periodística. Es una novela, una obra de ficción, que entremezcla unos hechos reales, históricos, con unos hechos ficticios que provienen de la inventiva del autor".

Definida así, la novela entra en las profundidades de la enorme y solidaria amistad que existió entre los dos escritores, que fueron vecinos en Barcelona y además compadres.

La agresión se narra así: -¡Esto es por lo que le hiciste a Patricia!- gritó el peruano tras la fulminante trompada con el puño férreamente apretado.

Si bien Vargas Llosa exorcizó sus demonios, en medio del escándalo jamás gritó qué fue lo que el escritor colombiano le hizo a Patricia Llosa, la prima, que para esa época era la segunda esposa del peruano.

La escena en la puerta de entrada al teatro mexicano mostraba a un García Márquez tirado en el piso, a su esposa Mercedes abanicándolo y a la escritora mexicana Elena Poniatowska ayudando a que se levante.

El libro cuenta toda la historia de Vargas Llosa, la absoluta incompatibilidad que existía con su padre, la vida del estudiante en el Colegio Militar y el primer matrimonio con su tía Julia Urquidi.

Entre los escritores se entabló una amistad imposible de medir. Cuando escribió Cien años de soledad le dedicó el libro al peruano: "Para el gran jefe inca, por todo lo que nos une".

De su lado Vargas Llosa creía que García Márquez era Dios. Vargas Llosa escribió y dedicó al colombiano la novela Historia de un deicidio, sugiriendo que su colega "había matado a Dios", escribe Bayly.

Los dos compartían la misma admiración por la revolución cubana. Vargas había ganado el premio Rómulo Gallegos, dotado en la época de 22.000 dólares; le cuenta a su colega colombiano que Fidel le sugirió que done el premio a la revolución.

García Márquez se preguntaba entonces ¿Fidel está loco? Y persuadió a Vargas que no lo haga porque necesitaría ese dinero para su vida en Londres junto a Patricia y sus dos hijos, que hasta entonces habían procreado.

El pedido de donación había llegado a través de Alejo Carpentier y el dinero estaría a disposición del Che Guevara, cuyos propósitos eran llevar la revolución cubana al resto del continente americano.

Cuba, Castro, la revolución, así como unía a los escritores fue también la causa para que las diferencias de criterio sobresalgan y comience a generar las primeras discordias de los genios, de acuerdo con el relato de Bayly.

Vargas Llosa, en representación de los escritores latinoamericanos había escrito una carta a Fidel Castro para que libere al poeta disidente Eberto Padilla, García Márquez prefirió no hacerlo, "eligió ser amigo de Castro y defensor de aquella dictadura", escribe Jaime Bayly.

En el mismo sentido de apoyo a dictadores, en sus primeros años de novelista Vargas Llosa fue un fiel admirador del general Juan Velasco Alvarado y ni siquiera se inmutó cuando el dictador peruano expropió los grandes diarios de Perú.

Incluso asistió al pintoresco funeral de la pierna putrefacta del dictador que tuvieron que amputar para evitar que contagie todo su cuerpo.

Y ya en el argumento específico del libro, es decir, las causas del trompón, con habilidad narrativa Bayly deja abiertos todos los hechos, la borrachera de Gabo y de Patricia, el encuentro en un hotel y la posibilidad de una traición.

De hecho, el autor del libro expone las evidencias, pero para evitar spoiler es mejor que el lector discierna entre lo que es ficción y no ficción. (O)

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