Sí mijines... Richard Carapaz triunfó en ciclismo y Neisi Dajomes en levantamiento de pesas con la anhelada presea dorada, primera de una mujer ecuatoriana y en la misma disciplina Tamara Salazar conquistó la plata. Ello más cuatro diplomas olímpicos ha sido la mejor participación histórica del Ecuador y el mejor resultado para las mujeres latinoamericanas en una olimpiada.
No solo eso, Neisi Dajomes nació en Shell provincia de Pastaza, hija de padres colombianos refugiados por la violencia en el país que los acogió y orgullo nacional, quien homenajeó su victoria a su mamá Orfelina que falleció en 2019 y a su hermano mayor y mentor Javier que murió en 2020. Richard Carapaz nació en Carchi, la capital del ciclismo ecuatoriano, ganador del Giro de Italia, podio en el Tour de Francia y más éxitos por conquistar. Ello es prueba de fortaleza, tenacidad y lucha.
Mientras que la organización de los Juegos Olímpicos costó 13 mil millones de dólares estadounidenses, los 48 deportistas nacionales en 15 disciplinas en Tokio la pasaron con dificultades y estragos. Por ello, se publicaron algunas franquezas y perogrulladas de los atletas que salieron a la luz en redes sociales; en especial, la falta de apoyo, recursos, entrenadores y de equipo multidisciplinario. Los ganadores lo hicieron por su propio mérito y entrenadores.
El Comité Olímpico Ecuatoriano (COE) en vez de aceptar sus errores solo salieron a defenderse. ¿Deben irse a su casa como han pedido varios deportistas? Por su parte, el Ministro del Deporte presentará un Plan de Alto Rendimiento con miras a las próximas Olimpiadas parisinas en 2024. Un ejemplo es la tontocracia burocrática para auspiciar a un deportista, hoy para sea gasto deducible tributario, se requiere de 47 trámites y el gobierno quiere pasar a 17, ¿por qué no 3 pasos?
Esta situación es reflejo de la situación de la mala política pública nacional de continuos y repetidos errores sobre desaciertos. ¿un cúmulo o demasiadas cosas por cambiar? En cambio, muchos emprendedores y empresarios consideran que el Estado si no ayuda entonces que no estorbe, pero la limitada positiva intervención estatal es necesaria. Un novedoso y moderno Pacto Nacional Real, algo así como una combinación y mezcla del Plan Marshall, el Proceso de Reestructuración Jurídica de 1978, el Pacto Social por la Vida y el Ecuador de 2021, entre otros, es lo que falta y es necesario hoy, el llamado el New Deal de Lasso con los lazos de Neizi, ya que la mesa no está servida.
El país requiere de un gran consenso nacional entre todos, donde estén sentados todos los actores de la sociedad civil, políticos, trabajadores, empresarios, jóvenes, los no tan jóvenes, etc., pero sacándose las investiduras, los egos y las malas prácticas de antaño. Este es el momento del Ecuador que se ha convertido en una isla de paz y estabilidad frente a nuestros vecinos de Chile, Colombia y Perú.
La verdad sobre la mesa, aprender de los juegos olímpicos puesto que el oro no brilla solo, con alma, lágrimas y sudor las victorias en Japón son merecidas a los heroicos atletas. A sacarse la camiseta partidista e ideológica que no da trabajo ni de comer a los conciudadanos por un verdadero Pacto Nacional. (O)