La revolución tecnológica y el futuro del trabajo: ¿Qué nos espera?
El top 10 de habilidades esenciales se completa con actitudes relacionadas con el trabajo en equipo, como empatía, escucha activa, liderazgo, influencia social y otras habilidades de autoeficacia como resiliencia, flexibilidad, agilidad y motivación.

Durante los últimos tres años, el mundo ha enfrentado desafíos sin precedentes, desde la pandemia de COVID-19 hasta la creciente inestabilidad política, económica y social. Estos factores han tenido un impacto significativo en el panorama laboral, acelerando la adopción de tecnologías y la digitalización de los procesos productivos. Estos cambios han generado tanto efectos positivos como negativos en la configuración futura de los empleos.

El informe sobre el Futuro del Empleo 2023 publicado el mes de abril por el WEF, muestra datos relevantes relacionados con el crecimiento exponencial de la agitación digital y tecnológica en los próximos cinco años. Esto tendrá una influencia profunda en el futuro del empleo, llevando a una sociedad más interconectada y dependiente de la inteligencia artificial (IA). Además, la constante búsqueda de la mitigación del cambio climático y la creciente importancia de la sostenibilidad están impulsando una transformación en la industria y el mercado laboral.

Saadia Zahidi, directora general del Foro Económico Mundial considera que “el camino a seguir para garantizar la resiliencia está claro. Los gobiernos y las empresas deben realizar inversiones para apoyar la adaptación a los empleos del futuro mediante el fortalecimiento de las estructuras educativas y el reciclaje profesional…”. Sin embargo, la inestabilidad política y social mundial ha obstaculizado la capacidad de los gobiernos para intervenir de manera efectiva en este escenario. Las tensiones geopolíticas, los conflictos comerciales y las políticas migratorias restrictivas están obstaculizando la movilidad laboral y la contratación internacional. Además, la inestabilidad social ha empezado a afectar la confianza empresarial en inversiones y contrataciones, así como a generar incertidumbre económica, reduciendo oportunidades de empleo a nivel global.

Es importante tener en cuenta que los estragos de la pandemia también han tenido un impacto significativo en el entorno laboral. Para muchos, el COVID-19 es percibido como un catalizador que ha impulsado la transformación digital y la adopción de nuevas modalidades de trabajo. Es innegable que la pandemia aceleró la adopción del trabajo remoto y ha demostrado que muchas tareas pueden realizarse de manera efectiva desde cualquier lugar del mundo. Esta tendencia busca mantenerse, ya que las organizaciones han reconocido sus beneficios en términos de productividad, satisfacción laboral y sustentabilidad. Sin embargo, también se espera que surjan desafíos en torno a la desconexión y la falta de interacción social. 

Según el reporte sobre el Futuro del Empleo 2023, más del 85% de las organizaciones encuestadas consideran que la adopción de tecnologías de vanguardia como el Big data, la computación en la nube y la inteligencia artificial, así como la ampliación de la conectividad digital, serán las tendencias más relevantes para impulsar la transformación en sus organizaciones. También se menciona que la aplicación de estándares ambientales, sociales y de gobierno (ESG) tendrá un impacto significativo en las organizaciones. 

Sin duda, estas tendencias tendrán efectos significativos en la creación y destrucción de empleo, esta última se verá afectada principalmente por el lento crecimiento económico, la escasez de suministros, el aumento de los costos de insumos y el costo de vida para los consumidores. Se pronostican importantes disminuciones en los puestos administrativos y en los roles tradicionales de seguridad, fabricación y comercio. Se prevé una reducción de 26 millones de empleos para 2027 en funciones de administración y mantenimiento de registros, que incluyen cajeros y taquilleros, asistentes de entrada de datos, contabilidad, teneduría de libros y nómina, así como secretarías administrativas y ejecutivas. Estos cambios son impulsados principalmente por la digitalización y la automatización.

Frente a este escenario tan cambiante, sin duda el desarrollo de habilidades de orden superior es fundamental. El pensamiento analítico y el pensamiento creativo siguen siendo las habilidades más importantes para los trabajadores. El top 10 de habilidades esenciales se completa con actitudes relacionadas con el trabajo en equipo, como empatía, escucha activa, liderazgo, influencia social y otras habilidades de autoeficacia como resiliencia, flexibilidad, agilidad y motivación. (O)