La política, el material ideal para los memes
Los memes y los stickers se han convertido en los últimos años en expresiones culturales del mundo digital. No son caricaturas, pero se aproximan en un formato diferente.

Ni bien se decretó la muerte cruzada los memes al respecto empezaron a circular por chats y redes sociales. La creatividad y el humor siempre salen a la luz en los momentos de incertidumbre y estos días la gente anda bastante preocupada por la situación política y social del Ecuador; por eso no hay meme o sticker que no ayude a pasar el agrio momento del país, así sea por unos minutos.

Los protagonistas de estos memes son casi siempre nuestros políticos -y sus decisiones- desde el Presidente de la República, pasando por algunos de sus ministros, los exasambleístas, la muerte cruzada y los flamantes candidatos que rápidamente ya trabajan en una interminable lista de promesas y ofertas para las elecciones de agosto próximo. Todo lo que hagan o digan estos personajes se convierte en material de lujo para los creadores de memes que escarban en la red para encontrar frases, fotos, videos que se convierten en piezas gráficas únicas que arrancan carcajadas y que liberan la tensión del ecuatoriano promedio, que ya tiene bastantes preocupaciones y que ahora tiene una más: pensar por quien votar.

Los memes y los stickers se han convertido en los últimos años en expresiones culturales del  mundo digital. En muchos casos recogen situaciones reales, con frases que fueron dichas; también están aquellos que exageran o ridiculizan situaciones protagonizadas por personajes públicos. No son caricaturas, pero se aproximan en un formato diferente. Los memes se comparten, se popularizan y se viralizan en los smartphones (cerca de 16 millones en el país hasta el año pasado) y en las redes sociales (14,6 millones de ecuatorianos participaban en estos espacios virtuales el 2022). Los memes, de alguna manera, van contando una historia con el humor como ingrediente principal. Por eso en la actual coyuntura social y política del país se multiplican con cada noticia, con cada frase que sale de la boca de nuestros políticos y autoridades. 

Los stickers son otros elementos que merecen atención en esta temporada de promesas de campaña. Son más recientes, pero igual de ocurridos que los memes. Oportunos, ocurridos, algunos subidos de tono y otros más inocentes, los stickers no perdonan a los candidatos. Solo hagan una pausa, revisen su whatsapp y vean cuántos memes y stickers tienen y cuántos son de políticos. Se sorprenderán y no sabrán si reír o llorar.

Hace algunos años, conversando con un colega periodista, revisábamos y compartíamos memes y stickers. De esa plática salió una frase que calza con lo que estamos viendo en estos días y veremos en los siguientes: “Los políticos son memes por naturaleza”. Bastante acertada y coyuntural la reflexión de este colega.

No olvidemos que el calendario electoral va, en teoría, hasta finales de noviembre. Acabamos de pasar la inscripción de candidaturas y ahora viene la parte más entretenida: la campaña, del 8 al 17 de agosto, con debate de por medio el 13 de ese mismo mes. Serán 10 días de campaña, 10 días para que los memes y los stickers se multipliquen a diario, para gozo de los electores y para vergüenza de los candidatos.

Pero los memes no son solo chiste, también son motivo de análisis formales desde el lado de la comunicación. Navegando por la red es posible encontrar ensayos y publicaciones de universidades que analizan este fenómeno de la comunicación digital. Revisando en detalle uno confirma que el meme se trata de un instrumento de comunicación que se mueve en base al humor (a veces inteligente a veces no), a la ironía y a la parodia. También permiten criticar y reprochar comportamientos de los políticos, actos de corrupción y otros hechos.

Todo esto se potencia o se amplifica gracias a las redes sociales. Los likes o los retweets validan esos mensajes cargados de creatividad y un sentido del humor particular. Los memes son, entonces, un escape de la gente ante las noticias negativas y abrumadoras. Una manera de decirles a los políticos que sabemos lo que están haciendo y que nos estamos riendo de ustedes. Son humor, crítica y un pequeño alivio, mientras el país intenta -otra vez- enrumbarse. (O)