En el mundo actual, especialmente después de la pandemia por COVID-19, la salud mental se ha convertido en un tema de suma importancia en el entorno laboral. Los empleados saludables emocionalmente son más productivos, creativos y comprometidos con su trabajo. Por ello, promover un ambiente laboral que fomente el bienestar mental es esencial tanto para el éxito de la empresa como para el bienestar de sus colaboradores. En este artículo, como psicóloga clínica, compartiré algunas claves prácticas para promover un ambiente laboral saludable.

Según el psiquiatra Carlos León-Andrade, "la ansiedad es parte de nuestra naturaleza". Esta afirmación hecha en el Summit Health and Care de Forbes Ecuador destaca la importancia de reconocer que el estrés y la ansiedad son aspectos inherentes a nuestra vida cotidiana. Sin embargo, cuidar de nuestra salud mental nos brinda la capacidad de enfrentar y manejar el estrés de manera efectiva.

UNICEF compartió que un informe de la London School of Economics donde se señala que se pierden más de USD$ 30.000 millones en las economías de América Latina y el Caribe cada año, debido a trastornos mentales que llevan a discapacidad o muerte entre los jóvenes de la región.

Tomando en consideración estos datos, es innegable que la salud es un factor fundamental para el desarrollo de cualquier país. La salud mental, en particular, es una pieza clave dentro del paraguas de la salud, ya que nos permite enfrentar las tormentas de la vida, el estrés y la ansiedad que nos afectan en nuestra rutina diaria.

En este sentido, es responsabilidad de todas las esferas de la sociedad invertir en la prevención y cuidado de la salud mental. Las empresas ecuatorianas pueden desempeñar un papel fundamental al implementar estrategias para apoyar a sus empleados a manejar el estrés y promover su bienestar. Aquí presento tres recomendaciones:

1. Fomentar un entorno de trabajo equilibrado: Las empresas pueden establecer políticas que promuevan el equilibrio entre el trabajo y la vida personal de los empleados. Por ejemplo, brindar flexibilidad en los horarios, promover pausas regulares y facilitar la conciliación entre la vida laboral y personal contribuye a reducir el estrés y mejorar el bienestar general.
2. Proporcionar programas de bienestar: Implementar programas de bienestar que aborden tanto el aspecto físico como el emocional puede marcar una diferencia significativa en la salud mental de los empleados. Sesiones de mindfulness, actividades físicas en el lugar de trabajo, talleres de gestión del estrés y charlas sobre salud mental son algunas opciones a considerar.
3. Fomentar la comunicación abierta: Una comunicación abierta y efectiva es esencial para promover un ambiente laboral saludable. Los empleados deben sentirse seguros para expresar sus preocupaciones y necesidades sin temor a represalias. Establecer canales de comunicación efectivos, como reuniones de retroalimentación y espacios para la expresión de inquietudes, fomenta la confianza y el respeto mutuo.

Cuidar de la salud mental es una inversión tanto a nivel nacional, empresarial, profesional y personal. El desarrollo profesional y personal se ve favorecido cuando los empleados tienen un bienestar emocional adecuado. La Organización Mundial de la Salud (OMS), afirma que los trastornos de salud mental son una pandemia silenciosa. Como mencionó Wilson Merino durante el Summit Health & Care de Forbes: "no hay economía sin salud... la salud se trata de mantener a la gente sana el mayor tiempo posible".

En conclusión, la salud mental en el entorno laboral es un factor crucial. Reconocer la importancia de la prevención en salud mental y promover un ambiente de trabajo saludable son pasos fundamentales para aumentar el bienestar emocional de los empleados, lo que a su vez se traduce en una mayor productividad y desarrollo empresarial. Cuidar de la salud mental es una inversión valiosa que nos permite afrontar los desafíos cotidianos y fortalecer nuestra resiliencia ante las adversidades de la vida. (O)