Los actos beligerantes de la Federación Rusa en Ucrania marcan un antes y un después en la geopolítica mundial. La oportunidad y momentum se presentó y no lo dejaron pasar.
Desde la visión de la Madre Rusa de recuperar Crimea en 2014 y las verdaderas repercusiones de la comunidad internacional fueron mínimas. Incluso, el 18 de marzo de 2014, Rusia y Crimea firmaron el tratado de anexión de la República de Crimea y Sebastopol a la Federación de Rusia, rechazado por las Naciones Unidas. Así, las fuerzas militares rusas ingresaron en las repúblicas separatistas ucranianas de Donetsk y Lugansk, calificando el suceso de “misión de mantenimiento de la paz” y declaradas por Vladimir Putin como estados soberanos.
La doctrina de la Responsabilidad de Proteger (Responsibility to Protect - R2P) está en la mesa, como lo hizo Occidente con croatas, eslovenos, macedonios y bosnios durante la desintegración de Yugoslavia en la década de los noventa; y atado a ello, Rusia sostuvo que el rechazo de la OTAN de concederle garantías de seguridad vinculantes en las que se comprometerían a no ampliar la Alianza Atlántica, apoyándose la Federación en la Organización de Cooperación de Shanghái.
Esta es una denominada guerra subsidiaria, al margen de las cinco potencias tradicionales, como arrancó en 2011 la Guerra Civil Siria en donde las Fuerzas Armadas de Siria del gobierno del Presidente sirio Bashar Al-Asad es respaldado por Rusia. A su vez, la necesidad del Presidente Bielorruso Alexandr Lukashenk de mantenerse en el poder es el favor para secundar al Presidente Vladimir Putin.
Los Estados Unidos de América y la Unión Europea solo han efectuado sanciones económicas, pero Rusia forzó con este episodio que se incremente el precio internacional del petróleo y del gas, que ella exporta. La historia ha demostrado que potencias -como la ex Unión Soviética- no le temen a las sanciones económicas. Además, las pueden circunvenir las criptomonedas y con sus aliados, en especial la República Popular China.
El Secretario de Estado estadounidense Antony Blinken afirmó este jueves que tropas rusas puedan ir más allá de Ucrania e invadan países europeos aliados. Si esto sucede, ahí respondería con acciones militares; empero, no si lo hacían en Ucrania.
Los exportadores de productos ecuatorianos a Rusia y Ucrania se verán afectados en el corto plazo, en especial los floricultores y otros, un impacto de refilón con consecuencias en un mundo globalizado.
Está claro que el modelo actual del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas permitirá que más acciones belicosas se produzcan a futuro. La visión cortoplacista de control y poder en beneficio de un país frente a otros han creado la Segunda Guerra Fría. (O)