¡La droga zombie llega a Ecuador!
El Fentanilo arribó a nuestro país. Una droga 50 veces más potente que la heroína y 100 veces más fuerte que la morfina. Este opioide suma más adeptos todos los días y ha convertido a muchas ciudades de EE.UU. en zonas repletas de muertos vivientes.

En los años 50 y 60 se desarrolló un experimento para descubrir por qué se genera dependencia a las drogas, llamado 'El parque de las ratas'. Este intento de la comunidad científica por acercarnos a la raíz de las adicciones rompió los estereotipos de la época y extendió la luz en la amplia sombra de esta problemática. Básicamente, el experimento consistía en encerrar a un grupo de roedores en jaulas aisladas y se les enseñó a auto administrarse drogas al presionar una palanca. 
 

Los investigadores observaron cómo las ratas aisladas se auto administraban altas dosis de sustancias psicoactivas, algunas hasta el punto de dejar de comer y beber agua, por lo que en pocos días fallecían. Esto llevó a la conclusión de que, en caso de que las drogas estuvieran a disposición de todos, a solo un botón de distancia, la humanidad entraría en un declive civilizatorio, una pandemia global self-made que abarcaría a todos los rincones del planeta. Y siendo sinceros, a veces parece que estamos caminando hacia esa distopía. Sin embargo, es aquí donde entra la segunda parte de este experimento. 
 

Después de unos años repitieron el experimento del 'Parque de las Ratas', pero esta vez se centraron en abrir las puertas de las jaulas y construir un espacio comunal, donde las ratas podrían socializar entre sí. Pintaron las paredes del patio con dibujos de árboles y paisajes naturales; cubrieron el piso con trozos aromáticos de cedro para que anidaran; y colocaron cajas y latas para que pudieran jugar. Un verdadero paraíso para roedores. Distribuyeron a las ratas adictas a los opioides en su nuevo parque con dos dispensadores: el primero solo tenía agua, mientras el segundo contenía agua mezclada con morfina y otros opioides. Al cabo de unos días pudieron observar que las ratas adictas se acoplaron a la sociedad y dejaron, poco a poco, su enfermedad. Preferían aguantar los síntomas de abstinencia en lugar de perder el contacto social y la comunidad que este oasis les ofrecía. 
 

En consecuencia, la primera prueba demostró que cuando estamos aislados de la sociedad somos más susceptibles a las adicciones. Y, mientras más acoplados estamos a la comunidad, menos interés tenemos en las sustancias externas que nos provocan dependencia biológica y psicológica. La guerra contra las drogas no es una ofensiva contra el producto, es una batalla para salvar a las personas que se volvieron adictas a estas sustancias, una vida que se ve mejor reflejada por una jaula que por un parque. El punto al que quisieron llegar es que, si seguimos combatiendo esta guerra con violencia, nunca vamos a atacar el problema de raíz. 
 

El 21 de septiembre de este año, la Policía Nacional ecuatoriana decomisó las primeras ampollas de Fentanilo de contrabando, la droga zombie que afecta a muchos Estados de EE.UU., y que ahora ha llegado a las costas ecuatorianas. Esta nueva droga podría revertir el mercado existente de sustancias psicoactivas. Primero, ya no seríamos un país de paso, porque todos los países podrían crear esta sustancia localmente. Segundo, la violencia atada a la logística del mercado del narcotráfico se reubicaría en los países con mayor número de consumidores, en nuestro caso: EE.UU. Y tercero, la única manera de defendernos de las consecuencias de esta agresiva ampliación será construir una verdadera forma de incluir a más personas en la sociedad, ya sea a través de educación, empleo, salud o seguridad. En pocas palabras, construir un verdadero parque que sea destinado, ya no a las ratas, sino a los seres humanos. (O)