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Invencibilidad y vulnerabilidad coexisten de forma simbiótica con un objetivo de hacerte mejor de lo que eres y de hacerte lograr cosas que ahora mismo ni siquiera crees que puedes conseguir.

21 Junio de 2023 12.49

Llegas a un estado de invencibilidad cuando te doblegas a ti mismo sobre el precepto de saber que puedes hacer algo que pensabas que no podías lograrlo. Es decir, haces algo que en algún momento previo de tu vida no pensaste que era posible, o ni siquiera lo imaginaste.  Pero eso no es todo. El estado de invencibilidad es repetirlo varias veces, una y otra vez sustentado en la disciplina de obtener el mismo resultado cada vez que lo repites -el mismo concepto que el método científico-, pero con el ingrediente adicional de sumarle emocionalmente el 'sentirte' invencible. 

Una de las formas de sentirte así, desde mi punto de vista y esto es algo que lo he manejado en terapia, es hacerte la pregunta: “quién es mejor que yo en lo que hago y de la forma en que lo hago?”

Si tú respuesta es: NADIE, entonces ahí lo tienes. Eres invencible, porque nadie podrá doblegarte en tu día a día o en lo que haces. Y no es arrogancia, porque no puedes ser arrogante contigo mismo. Es un estado de la mente que te hace sentir mejor.

Pero invencible, no es invulnerable.

Los humanos por naturaleza somos vulnerables a la mayor parte de sucesos biológicos y emocionales que tenemos eventualmente en nuestra vida.

Somos vulnerables y nos quebramos cuando perdemos un ser querido, un amor, un trabajo o cuando estamos en un lugar al que sabes que no perteneces y te genera incertidumbre sobre tus objetivos de vida.

La vulnerabilidad es necesaria por tanto para reencontrarte contigo mismo desde la nada o desde el duelo. Es necesaria para reconstruirte con nuevas herramientas, nuevos objetivos o, por último, los mismos, pero con una mentalidad más fuerte.

La vulnerabilidad te empuja a querer salir de dónde estás, en el dolor u oscuridad emocional, hasta que te pone en un camino en el que vas a llegar a preguntarte: “quién es mejor que yo en lo que hago, y de la forma en que lo hago?”.

Por lo tanto invencibilidad y vulnerabilidad coexisten de forma simbiótica con un objetivo de hacerte mejor de lo que eres y de hacerte lograr cosas que ahora mismo ni siquiera crees que puedes conseguir. (O)

 

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