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Estoy convencido de que sí se puede tener un Ecuador diferente en el futuro. Las sociedades son conjuntos de seres humanos que evolucionan. Lastimosamente dentro de su desarrollo del ser humano, hay etapas en las cuales aparentemente no hay resultados a la vista, pero creo que iremos hacia algo mejor, debemos seguir avanzando.

27 Junio de 2022 10.29

Nuestro país atraviesa un momento crucial. Si bien es cierto que las manifestaciones parten de un reclamo válido, existen acciones detrás y necesario reflexionar sobre esto. La democracia, aunque perfectible, sigue siendo, hoy por hoy, el sistema más adecuado para gobernar. Conceptualmente, nos guste o no los resultados, es producto de una imposición sino de una decisión  que el pueblo tuvo al escoger al Presidente actual Es este mismo pueblo, que talvez en su mayoría,  hoy sale a protestar 

En ese sentido, debemos respetar, y respetarnos, desde el punto de vista de la decisión que tomamos. Esto no es un juego. Deberíamos trabajar en ello. Por un lado, apoyando al Presidente que la mayoría eligió, y, por el otro lado, al ser el Mandatario quien toma las acciones sobre las decisiones del pueblo, también deberíamos criticarlo, cuestionarlo, cuando se equivoca. Pero el llamado de atención debe hacérselo desde una palestra más civilizada. No puedo quemar la casa del vecino porque no me gusta alguna cosa en particular de él. 

Por eso, considero un momento oportuno  para reinaugurar el buen concepto de amor por la Patria. Hoy más que nunca deberíamos tener por delante ese sentimiento de amar a nuestro país y de juntarnos más allá de cualquier orientación, interés o preferencia política. Asimismo, es prioritario reinaugurar el concepto de autoridad, una no arbitraria, las leyes son el referente para que el Mandatario haga respetar la protesta de una forma civilizada y evite todo tipo de desmanes. Sino, esto se convertirá en un modus operandi, mañana no estoy de acuerdo y voy a parar las actividades, a tirar piedras. Todo tiene su límite. 

Es verdad, la solución nunca es la violencia, porque solo acarrea mayor violencia. Sin embargo, el hecho de haber sido demasiado permisibles ocasionó lo que ha ocasionado, que un grupo de gente, respetable pero minúscula, haya parado la economía de un país, haya puesto en riesgo la integridad física de familias que lo único que quieren es seguir avanzando. Equivocados o no, insisto, cada uno debe respetar la tendencia del otro. Mi espacio, mi derecho, mi libertad termina cuando empieza el espacio, el derecho y la libertad del ciudadano al lado mío. Debemos respetar eso. 

La decisión del Presidente fue un poco tardía. Definitivamente, había que poner antes una mano un poco más fuerte, por supuesto bajo lo que permite la ley en todo el sentido de la palabra. Porque en democracia, la mayoría es quien tiene la razón o es la decisión de lo que se va a hacer. Se debe sentar un precedente, esto no puede terminar en una amnistía luego de toda la destrucción que ha habido, después de todos los ataques a civiles y fuerza pública. Por más razón que tengan, no pueden salir a golpear, a destruir, a dañar y, luego, no pasó nada. En una democracia madura, las protestas y reclamos deben ir acompañadas de sugerencias y propuestas. Pensemos por un momento quiénes eran los grandes tribunos en la Roma antigua, donde cada uno de los sectores de la sociedad se paraba, frente a frente, a manifestar con la altura del caso cuáles eran sus necesidades, requerimientos y soluciones. De ahí, a quemar Roma, de ninguna forma era una alternativa. 

Los gobernantes y los aspirantes a gobernantes también deben reinventarse. El diablo sabe más por viejo que por diablo. Deben revisar la historia, qué es lo que ha pasado en estos años y cómo cayeron tantos gobiernos. Ningún gobernante se la sabe todas. Tampoco es una justificación el hecho de no rodearse de gente que tenga una perspectiva complementaria para gobernar. El Mandatario debe tener un grupo humano de profesionales y de seres humanos que entiendan y puedan leer la sociedad actual. Bajo ese concepto, no puede un Presidente gobernar con ministros que improvisan, sin previa experiencia. No es un tema de edad,  el Ecuador cuenta con profesionales empáticos que puedan asesorar desde la voz de un pueblo inconforme 

A pesar de todo, estoy convencido de que sí se puede tener un Ecuador diferente en el futuro. Las sociedades son conjuntos de seres humanos que evolucionan. Lastimosamente dentro de su desarrollo del ser humano, hay etapas en las cuales aparentemente no hay resultados a la vista, pero creo que iremos hacia algo mejor, debemos seguir avanzando. (O)

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