“La felicidad comienza cuando tu trabajo y tus palabras están al beneficio de ti mismo y de otros” (Jack Kornfield)
Hace algunas semanas tuve la oportunidad de leer una publicación realizada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) titulado “Un mundo en transformación: De las titulaciones tradicionales a las credenciales alternativas basadas en habilidades” en este documento se menciona que, la educación postsecundaria está atravesando un periodo de profundos cambios. Uno de los más significativos es la aparición de credenciales alternativas basadas en habilidades como opción y complemento de los títulos más tradicionales.
Gran parte de la información que se presenta en la publicación me ha llamado la atención, pero, sobre todo la importancia que le brindan al desarrollo de las habilidades del siglo XXI tanto es así, que dedico esta columna a este tema.
En primer lugar, el artículo señala que, la educación postsecundaria se dirige hacia la enseñanza de habilidades en lugar de formar para la ejecución de tareas especializadas.
“Las empresas quieren trabajadores capacitados que generen nuevas conexiones entre ideas que antes estaban desconectadas, que afronten situaciones impredecibles, que usen y comprendan las emociones humanas para resolver problemas y que generen nuevas ideas. También estamos empezando a comprender que la capacidad de un músico para resolver un problema, cuando compone una sinfonía, es similar a la habilidad de un ingeniero para afrontar un desafío de construcción (Van Broekhovena et al., 2020)”.
Estas habilidades a las que se hace referencia son las habilidades del siglo XXI, que, de acuerdo con los autores, son necesarias y esenciales para el desarrollo humano y, además, para lograr vidas saludables, productivas y felices. No son específicas de un trabajo, tarea o profesión y son transferibles de un campo a otro. En concreto algunas de las habilidades del siglo XXI son:
Habilidades digitales Habilidades cognitivas Habilidades relacionadas con la función ejecutiva Habilidades socioemocionales o habilidades blandas
Tabla elaborada a partir de la publicación: “Un mundo en transformación: De las titulaciones tradicionales a las credenciales alternativas basadas en habilidades” (BID, 2022)
Estas habilidades vendrían a ser un factor diferenciador en las exigencias formativas entre el siglo pasado y el presente. La lectoescritura y las matemáticas son imprescindibles en ambos períodos y, aunque, no se incluyen en las competencias del siglo XXI, se sabe que su importancia permanece en el tiempo.
Lo más relevante es que, estas habilidades permitan a quien se capacite en ellas, afrontar los desafíos y retos que se presentan como: el envejecimiento, el cambio climático, la diversidad y todo lo referente con la cuarta revolución industrial. En definitiva, los retos que hoy enfrenta la sociedad y que no pueden ser subsanados únicamente con conocimientos sino con, lo que se puede hacer para resolverlos.
Esta es una convocatoria para que los sistemas tradicionales de educación y capacitación formales se adapten a un mundo en transformación, pero también es un llamado a que, volvamos a ser lo que humanamente somos capaces de ser.
Lo único que me cuestiono es por qué estas habilidades del siglo XXI deben ser ubicadas únicamente en la educación postsecundaria y a nivel de lo que las empresas buscan actualmente.
Pienso que, deberían ser consideradas en todos los niveles educativos, desde el inicial hasta la etapa final y no solo visualizarlas para un éxito empresarial, sino también el escolar y, además, como parte del bienestar familiar y la vida en general. Ser vistas como un punto de partida para la convivencia positiva y una sociedad, donde todos podamos valorar la dignidad de la persona por, sobre todo. (O)