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Visita Presidente
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Un viaje intenso y sobremanera positivo; un respaldo visible del principal aliado del país que debe servir de impulso a las acciones del Gobierno, tras este año y medio al timón del país, y un efectivo esfuerzo para colocar al Ecuador en el escenario mundial.

21 Diciembre de 2022 14.46

Un éxito constituyó la visita, a inicios de semana, del presidente Guillermo Lasso a su homólogo estadounidense Joe Biden y a las instituciones de Washington. 

Aunque la noticia de que realizaría la visita solo apareció entre las de las semifinales del Mundial y aunque el presidente y su comitiva viajaron el domingo cuando todo viviente estaba clavado en sus televisores viendo la final, no se trató de un viaje improvisado. “Esta es la culminación de largos meses de trabajo”, dijo el canciller Juan Carlos Holguín, al aterrizar el domingo, con el presidente Lasso, en la Base Andrews de la Fuerza Aérea de EE. UU.

Como lo han resaltado algunos medios, el viaje a Washington fue precedido de un rosario de visitas a Quito de personalidades de EE. UU., con un nivel y una frecuencia inéditos en nuestra historia. Han venido la primera dama Jill Biden (mayo 2022); tres secretarios del Gabinete: Anthony Blinken, de Estado (octubre 2021); Miguel Cardona, de Educación (julio 2021) y Alejandro Mayorkas, de Seguridad Nacional (diciembre 2022); varios secretarios adjuntos y subsecretarios, incluyendo la de Asuntos Políticos de la Secretaría de Estado, Victoria Nuland (noviembre 2022), de la Oficina de Comercio (USTR), de Antinarcóticos, de Economía Internacional y otros. También, en distintas ocasiones han venido grupos de legisladores, tanto del Senado como de la Cámara de Representantes. 

Aparte de ello, la más alta delegación militar que haya visitado el país llegó a Quito en septiembre, encabezada por la comandante del Comando Sur, generala Laura Richardson, cuyos predecesores sí han venido al país, pero a quien esta vez acompañaron la subjefe civil, embajadora Jean Manes, y la directora de Estrategia, Política y Planes de dicho comando, generala Julie Nethercot, así como el general Daniel R. Hokanson, jefe del buró de la Guardia Nacional.

El último en llegar, y lo hizo la semana pasada, fue Chris Dodd, asesor muy cercano al presidente Biden, famoso por su experiencia política de 35 años en el Congreso de EE. UU., quien fue el portador de la invitación formal de la Casa Blanca al presidente ecuatoriano.

La coyuntura de la visita no podía ser mejor: Lasso se había anotado la semana pasada un par de triunfos en Washington. El uno totalmente inédito y el otro sin repetición desde hace 60 años.

El inédito es la Ley de Asociación entre Ecuador y EE. UU., aprobada días antes del viaje por el Congreso de EE. UU., con apoyo bipartidista demócrata y republicano. Es la primera vez que existe una ley de EE. UU. que se enfoca de manera exclusiva en las relaciones con el Ecuador. Incluida dentro de la ley de Presupuestos para el año fiscal 2023, busca fortalecer las instituciones democráticas del Ecuador, fomentar el desarrollo inclusivo, apoyar iniciativas ambientales y luchar contra la corrupción y el crimen. Implicará, entre otras cosas, la donación de dos guardacostas, para el patrullaje en las islas Galápagos.

El segundo triunfo, que no había sucedido en 60 años, fue la culminación exitosa del Programa de Servicio Ampliado (SAF) con el Fondo Monetario Internacional, firmado en 2020, que culminó la semana pasada con la aprobación del último desembolso, por US$ 700 millones. Cumplir un programa con el Fondo no se había repetido desde 1961, lo que no es poco decir…

Las conversaciones sostenidas por los dos presidentes en la Casa Blanca, quienes ya se habían reunido en junio en Los Ángeles, durante la Cumbre de las Américas, son clave para el apoyo estadounidense en los temas de seguridad y desarrollo en que está empeñado el Gobierno Ecuatoriano, en especial la lucha contra el crimen organizado, la recuperación de la paz y tranquilidad en las ciudades ecuatorianas, la reactivación de la economía y la ampliación del comercio. Biden felicitó a Lasso por ser “un ejemplo regional en seguridad, migración y progreso económico”. Según dijo Lasso a la prensa después de la reunión, una buena parte de la charla con Biden la dedicaron a hablar de migración, tema de gran importancia para EE. UU., que este año ha visto llegar a más de 2,5 millones de personas a su frontera sur. Aunque los ecuatorianos son solo una fracción de ese número, el flujo ha venido aumentando de 60 personas al mes a inicios de año a unos 4.000 al mes en el último trimestre.

Por eso es importante invertir en desarrollo, lo que da sentido la reunión de Lasso y su comitiva con la directora de la USAID, Samantha Power. El tema de seguridad se subrayó con su entrevista con el director de la CIA, William Burns. También, para seguir ampliando las relaciones con importantes aliados, tuvo una cita con el liderazgo de la Comisión de Relaciones Internacionales del Congreso.

Los resultados en contante y sonante son un desembolso de US$ 20 millones para reducir las emisiones de carbono, proteger la biodiversidad, reactivar la economía y abordar la pesca ilegal; otro de US$ 13,5 millones de la USAID para microcréditos, en especial para mujeres emprendedoras; la oferta de US$ 5 millones de la USAID para combatir la desnutrición infantil para dotar de agua potable y saneamiento a zonas rurales críticas, y un aumento de la cooperación en seguridad para combatir al crimen organizado (por un monto no revelado).

Además, mejorará la cooperación en capacitación. Por ejemplo, en compras públicas (el Ecuador fue aceptado como uno de los 16 socios en la Iniciativa de Contratación Pública Global de EE. UU.) y en diplomacia multilateral (al ser Ecuador miembro del Consejo de Seguridad de la ONU por dos años).

No fue todo. La apretada agenda presidencial también incluyó varias actividades con organismos en Washington que no son parte del Gobierno de EE. UU. El mandatario ecuatoriano fue recibido por el Consejo Permanente de la OEA, donde pronunció un discurso que hizo noticia internacional por su claro apoyo a la presidenta Dina Boluarte del Perú y su condena a Pedro Castillo por haber violentado el orden constitucional. Su posición contrasta con la de los presidentes de México, Colombia, Argentina y Bolivia que han cerrado los ojos al golpe de estado, irreflexivo acto que desató toda la grave situación actual. Lasso aclaró que lo hacía no por legitimar a un Gobierno; “se trata”, dijo, “de respetar a cada país miembro, a su soberanía e institucionalidad democrática” e hizo votos porque retorne la tranquilidad al Perú. 

En el discurso, Lasso también resaltó la “frontalidad y efectividad” de su lucha contra el narcotráfico, en comparación con las anteriores administraciones, a las que acusó de tener un “repulsivo contubernio” con los criminales. 

Otras dos importantes intervenciones de Lasso durante el viaje fueron la del lunes ante empresarios en el Consejo de las Américas, y la del martes ante académicos, en un acto organizado conjuntamente por el Diálogo Interamericano, el Centro Latinoamericano “Adrienne Arsht” del Atlantic Council, el Wilson Center, y el Centro de Estudios Estratégicos Internacionales. En esta cita fue presentado por Brian A. Nichols, subsecretario de Estado para Asuntos Latinoamericanos.

Lasso también se entrevistó con David Malpass, director gerente del FMI, e Ilan Goldfajn, flamante presidente del BID. Como si eso fuera poco, el lunes Lasso anunció haber logrado el acuerdo final del Tratado Comercial con Costa Rica,

En resumen, un viaje intenso y sobremanera positivo; un respaldo visible del principal aliado del país que debe servir de impulso a las acciones del Gobierno, tras este año y medio al timón del país, y un efectivo esfuerzo para colocar al Ecuador en el escenario mundial.   (O)

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