Gary Hamel y C.K Prahalad autores de “Competing for future” señalaron la necesidad que toda estrategia empresarial debía estar guiada por una idea o concepto que la cohesione, le de identidad, y muestre claramente lo que se quiere lograr, a éste le llamaron “El Propósito Estratégico”. Cuestionaron el hecho que la estrategia en ese entonces se había vuelto fundamental instrumental, dándole peso a los planes y proyectos, o al calce entre recursos, capacidades y objetivos, perdiendo de vista la esencia misma de la estrategia: que es ganar y como hacerlo.
Para Gary Hamel y C.K Prahalad, atrás de toda historia empresarial de éxito siempre hay un gran “Propósito Estratégico” que lo inspiró, un motivo para crear el futuro. Así por ejemplo Henry Ford aspiraba a que cada norteamericano tuviera un coche (aunque fuera un modelo T de color negro). Amancio Ortega de Zara soñaba en democratizar la moda y volverla asequible a las todas las mujeres. Actualmente, Richard Brandson, junto a Elon Musk y Jeff Bezos han soñado volver el espacio un lugar para todos.
Roger Martin y A Lafley autores de “Play to win” lo denominaron “Aspiración Ganadora” y la definieron como una aspiración significativa y convincente que establece claramente lo que es ganar para empresa. Es un concepto práctico, unificador y motivador. La aspiración ganadora debe enfocarse a dar una solución a los problemas cotidianos de las personas ayudándoles a vivir mejor y a partir de su definición determinar las decisiones que deberán tomarse, las capacidades esenciales a crearse y los recursos a invertirse.
Para Chip Conley, autor de “Peak: How Great Companies Get Their Mojo from Maslow” el Propósito Estratégico debería orientarse a lo alto de la pirámide de las necesidades humanas acorde a Maslow, en la trascendencia y autorrealización de las personas. Para Chip es ahí donde anidan las ventajas competitivas decisivas, porque atienden las necesidades más profundas, detonan fuertes emociones y generan un vínculo intangible con los colaboradores, clientes, e inversionistas. Al definir así el Propósito Estratégico se vuelve elevado, toca lo que somos más de allá de los que hacemos, deja de ser transaccional y se vuelve transformacional; por eso, se puede afirmar que Superioro Mayor. Estos grandes ideales humanos integrados en el modelo de negocios, en los productos y servicios, en la cultura corporativa sin duda alguna se vuelve una fuerza motriz infinita, movilizan poderosamente a clientes a comprar, adquirir y vivir la experiencia; y, a colaboradores y accionistas a dar lo mejor de sí por la empresa. Y es cuando a nuestro criterio, es cuando las estrategias empiezan a adquirir un espíritu de grandeza.
John Mackey, fundador y CEO de Whole Foods Market autor del libro “Conscious Capitalism: Liberating the Heroic Spirit of Business” comparte el criterio que el Propósito Mayor o Superior de las empresas tiene una gran relevancia para el mundo; cuando señala que es necesario crear valor para todas las partes interesadas y poner a la comunidad en el centro de cada decisión empresarial. Su propuesta es corroborada por estadísticas mundiales que muestran como gran parte de la sociedad elige a las empresas como impulsores de soluciones para los problemas mundiales, por encima de los gobiernos.
De ahí que tener un Propósito Superioro Mayor es buen negocio para las empresas. Ismail Salim autor del libro “Exponential Organizations: Why New Organizations Are Ten Times Better, Faster, Cheaper Than Yours identificó en las empresas que crecen en 1X, 2X, 3X o mucho más un “Propósito de Transformación Masiva”, el cual tiene dos características: es transformador de la empresa y del modelo de negocio y soluciona un problema que afecta a muchas personas en el planeta. Jim Stengel autor del libro Grow: How Ideals Power Growth and Profit at the World's Greatest Companies, llego a la misma conclusión al comprobar que las empresas movilizadas por el poder de los ideales tienen rendimientos superiores hasta en un 400% a sus competidores.
La estrategia a través de la historia ha sido el mayor camino probado a la victoria empresarial, la mejor herramienta que fruto del Management ha servido para generar un rumbo claro hacia un futuro de éxito, siendo la misión y la visión dos definiciones clave. Hoy surge entonces la posibilidad y la gran oportunidad de añadir al problema que amamos resolver y al sueño que queremos lograr con la empresa un Propósito Estratégico, sea una aspiración ganadora, un propósito superior, mayor o de transformación masiva, que no esta relacionado directamente con vender más, hacer crecer las utilidades de la empresa o aumentar el valor de las acciones, y, que sin embargo los impacte de manera sorprendente. Que más allá de la legitima aspiración del retorno económico de sus accionistas en el corto plazo refleje una intención, una decisión y una capacidad para crear valor para la sociedad.
Nuestra experiencia ha validado los hallazgos de Ismael Salim y Jim Stengel, hemos incorporado en nuestra práctica profesional de consultoría en estrategia de empresas la definición del Propósito Superior y les hemos apoyado en su integración a los sistemas de gestión. Así por ejemplo salvar el planeta, dignificar la profesión de lo guardias, mejorar el nivel de la creatividad del país, salvar vidas humanas, elevar la vara personal y empresarial, lograr que brillen las personas, trabajar porque los niños tengan futuro, un país libre de cáncer, convertir a cada colaborador un agente de cambio, crecer es lo logramos juntos, más mujeres en las decisiones empresariales son algunos de los propósitos que han dotado a las estrategias de un espíritu de grandeza.
También, hemos sido testigos que un Propósito Superior abre la creatividad a ideas frescas y audaces, ideas que muchas veces no tienen números y que lucen irracionales, pero que han llevado a las organizaciones a niveles de crecimiento muy superiores a los esperados. La estrategia inspirada por un Propósito Superior es un camino para el bien de la sociedad y para modificar la genética empresarial; de vital importancia en mundo desigual, lleno de problemas de todo tipo y hambriento de sentido. La estrategia hoy no solo es necesaria para el éxito empresarial es también una convicción de los estrategos para hacer del mundo en que vivimos un mejor lugar para todos. (O)