Cuando piensas en reactores nucleares, ¿qué se viene a tu mente? En mi caso me imagino la tragedia en Chernobyl (Ucrania) o en Japón (Fukushima I); hasta pienso en la planta nuclear de Springfield (donde trabaja Homero) y que se ve así:
Aunque ya existen otras que también se ven así:
Los primeros son los únicos reactores que conozco y, lamentablemente, son mis puntos de referencia (imagino que pasa lo mismo con la mayoría de las personas). Y este tema se ha vuelto una especie de tabú a lo largo de los años en la comunidad internacional. Como fue el caso de la Alemania de Merkel que, en 2013, cerró sus últimas tres centrales nucleares después del incidente japonés. En fin, mientras el mundo le da la espalda a los sueños de Charles Montgomery Burns, este no siempre fue el caso. Considero que todavía es importante replantearnos, nuevamente, esta poderosa alternativa.
Para empezar es necesario entender cómo funciona la energía nuclear. En pocas, se desestabiliza el nucleo de un tipo de uranio, lo que ocasiona fisión, liberando grandes cantidades de calor que evaporan agua para mover turbinas y generar energía. Esto es similar a los otros métodos, como, por ejemplo, el eólico o la hidroeléctrica. Pero, la opción nuclear es infinitamente más poderosa y, quizás, la más limpia, al liberar mayor espacio de uso. Un solo reactor nuclear utiliza alrededor de 5,3 hectáreas de espacio terrestre por megavatio, en comparación con la energía eólica (28,7 hectáreas), la energía solar (17,8 hectáreas) y la hidroeléctrica (127,5 hectáreas). Esto incluye terrenos utilizados para minería, transporte, transmisión y almacenamiento.
Ahora, es necesario profundizar sobre el tema de seguridad, especificamente el número de muertes generadas por la fuente de energía producida. De acuerdo a la organización Our World In Data, las energías más mortales son el carbón, el petróleo, la biomasa, el gas y la energía hidroeléctrica, colocando muy por debajo a la energía nuclear, probando que es una de las menos mortales para los seres humanos. Solo para tener una idea, un lugar con una población de 150.000 habitantes (equivalente a toda la provincia de El Napo) que use solo energía producida por carbón, tendría 25 muertes al año. En el caso del petróleo bajaría a 18, con gas serían tres y con energía nuclear tardarían 25 años para generar la primera fatalidad.
Otra de sus principales amenazas es la percepción de generar altos niveles de radiación debido a su proximidad. Pero, para tener una idea, si vivieras a un par de kilómetros de distancia de una planta nuclear activa, el nivel de radiación al que estarías expuesto, durante todo un año, sería menor al nivel de radiación generado dentro de un vuelo entre Nueva York y Tokio o a una tomografía de rutina en cualquier hospital.
Aunque, sus principales detractores se enfocan en los desechos nucleares, que pensamos se ven así:
Cuando en realidad son de esta forma:
Estos desechos son radiactivos y sólidos, no verdes y líquidos. Al emitir radiación quiere decir que todavía tienen energía, pese a ser considerados 'basura'. Por esta razón, varios países siguen explotando sus 'desechos' hasta la última gota, a través de una planta nuclear secundaria, para aprovechar al máximo la fisión creada. Esto no solo permite generar más fuentes de poder, sino que reduce su radiación, pasando de miles a cientos de años. En contexto, los 422 reactores en operación, de 33 países, producen alrededor del 10,5 % de la electricidad mundial. Si logramos reciclar los desechos y aumentar la producción, podríamos generar, por primera vez en la historia, soberanía energética mundial.
Y a todo esto, se preguntarán, ¿qué pinta Ecuador? Bueno, según fuentes oficiales del Ministerio de Energía, en la investigación denominada 'Exploración de Uranio en Ecuador', se estima que existe uranio en el país y que los sectores más probables donde encontrarlo son: Catamayo (Loja), Cuenca, Tena (Napo-Pastaza), Macas (Morona Santiago) y Zamora Chinchipe. Esto me lleva a pensar si estamos listos para construir nuestra primera planta nuclear y relegar las otras formas de energía a un plano secundario. ¿Qué opinas tú? ¿Es hora de igualarnos a Springfield o sigue siendo una idea muy arriesgada todavía? (O)