Como nunca antes, las organizaciones están obligadas a iniciar un proceso de transformación digital, pero no todas saben cómo hacerlo y las ventajas que esto implica para el negocio.
En el caso del capital humano, la automatización vuelve mucho más eficientes los procesos y aumenta la productividad. En términos de competitividad, el impacto para una empresa es enorme: permite, entre otras cosas, reducir la carga administrativa en tareas que no agregan valor; asignar estructura de recursos humanos a aspectos core de la estrategia del negocio dada la mayor automatización de otros procesos; fomentar sentido de pertenencia de los colaboradores a través de la tecnología; y contar con más y mejor información que ayuda y mejora la toma de decisiones.
Sin embargo, aún es complejo para una organización saber cuándo dar ese paso y entender si este movimiento implica un gasto o una inversión para la empresa.
Como primer paso, es clave que al inicio del proyecto se planteen de forma muy clara cuáles son los beneficios en términos de ahorro e inversión, algunos cualitativos y otros cuantitativos. Hay que entender que no se trata de tecnificar empresas sino de un cambio cultural. Esto implica, necesariamente, al interior de la organización, generar una visión compartida desde las máximas autoridades, escuchando la voz de los colaboradores de la empresa acerca de su visión y necesidades tecnológicas en la gestión de RRHH.
Habrá que definir los objetivos del proyecto, bajados a KPIs concretos, que luego, a medida que el proyecto vaya avanzando, permitan medir el ROI. Para ello, algunos indicadores posibles para medir la transformación digital son el nivel de digitalización del área de recursos humanos; la valoración de los colaboradores del nivel de digitalización de la compañía, mejoras de la productividad de los procesos digitalizados; y la velocidad del proceso de transformación digital.
Una vez que se conocen las prioridades de la organización, habrá que elegir a los proveedores de tecnología de RRHH. Y qué tipo de productos elegir. La mayoría de los productos modernos de Recursos Humanos están basados en la nube como software como servicio (SaaS). Por tal motivo, los costos dependerán del tamaño de la empresa. Algunos productos están más preparados para un rubro que otro, pero no es tan común en tecnología de recursos humanos que el rubro sea limitante para la elección de un software.
Luego, será el turno de la implementación, cuyos tiempos dependerán del proveedor y de la empresa. Aquí, es importante que todo esto esté alineado a los objetivos del negocio, del área y volcados a un plan estratégico que contemple de forma específica la dedicación del colaborador multitarea.
Por último, vale la pena mencionar que la obsolescencia tecnológica, en realidad no es tecnológica sino cultural. Por ende, es tan importante la elección de una herramienta de calidad que permita generar más productividad y valor agregado a los procesos de RRHH, como el proceso de cambio cultural y de implementación en sí mismo.
Sabiendo esto, nos encontramos en el momento indicado para que aquellas empresas que aún no encararon un proceso así comiencen a hacerlo.